Capítulo ocho: El villano en cada historia.

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Entre los Mikaelson todo estaba siendo una guerra por proteger a su amada Hope, por un lado Hayley estaba tratando de proteger a Isabel de las garras de Klaus, ya que este aun sigue con la idea de que ella ayudo a raptar su mas preciado tesoro. Por supuesto que esto llego a oídos de Lydia por eso la pelirroja también ha estado protegiéndola de Klaus y protegiéndose a si misma también, ella mas que nadie sabe que sus gritos no son por peligro y que le ha estado mintiendo a los Mikaelson. Sabe que en todas estas veces que ha gritado y tenido premoniciones alguien muere en el intento o en la batalla y sabe mas que nadie que si no hacen algo uno de los Mikaelson morirá.

Pero aun no sabe quien y lo cual se le hace mas difícil imaginar porque también tiene que lidiar con lo que Isabel le ha estado recalcando de sus sentimientos encontrados hacia Klaus y como dejar de pensar en que algún momento podría llegar a pasar algo porque el cuadro hecho por el híbrido colgando en su apartamento no era de mucha ayuda.

Lydia, perdida en sus pensamientos choco con una persona. —Discúlpame, no te vi lo siento tan...

—Al fin te encuentro.— la interrumpió el híbrido— parece que has estado evitándome todo este tiempo, amor.

Lydia sintió un escalofríos por el tono de su voz al llamarla amor.— Aléjate de mi Klaus, por favor.

Lydia empujo a Klaus para seguir caminando, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba posicionado frente a ella. Lydia rodó los ojos y vio como una flor blanca salia de la espalda de Klaus.

—Pensé que esto podría servir en forma de disculpa por las veces que trate de llegar a Isabel mediante ti, reconocí que esta mal y que Hayley tiene razón.

—Wao.—expresa Lydia con sarcasmo.— ¿Cuanto te tardo reconocerlo?—Lydia rodó los ojos para seguir su camino.

Pero el híbrido se interpuso otra vez, con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Tengo algo planeado para hacerte sentir mejor.—Lydia alzo una ceja con curiosidad— Una cita, ¿que dices? Si aceptas la rosa, es un si.

Klaus le acerca un poco mas la rosa mientras la pelirroja dudaba si tomarla o no hasta que al final la acepto.

—¿A donde me llevaras? Al pantano a ver una mas de tus victimas.

—No puedo creer que pienses eso de mi.—Expresa Klaus con cierto tono juguetón y hace que Lydia ria.

—Ya, vamos antes de que me arrepienta.

Klaus le dio su brazo para que se sostenga de el a lo que la pelirroja cedió, mientras iban caminando hasta llegar al lugar que Klaus tenia planeado. El iba entretenido contándole cada parte de la ciudad que le encantaba y porque le gustaba tanto, Lydia por otro lado embobada solo veía la forma en que su sonrisa se elevaba cuando le contaba alguna historia breve de una pintura o momento feliz que tuvo en esta ciudad anteriormente.

—Y aquí esta donde quería traerte, nuestra cita.

Lydia se aleja un poco de Klaus para observa a su alrededor y  solo ve arboles nada mas, la pelirroja curiosa voltea para observa al híbrido quien solo esta pensativo y la observaba.

—Así que en medio del bosque.—dice entre dientes— debo admitirlo, original.

Klaus seguía pensativo y parece que sin prestarle atención.

—¿Klaus, estas prestando atención?

El híbrido salio del pequeño trance que tenia y se acerco a ella, Lydia incomoda bajo su cabeza un poco y Klaus la alzo para tomar un mechón de su cabello y llevarlo tras su oreja dejo su mano en la sien de la pelirroja y junto sus labios con los de ella.

Una Banshee en Nueva Orleans. | » Klaus Mikaelson.Where stories live. Discover now