Una Banshee en Nueva Orleans. | » Klaus Mikaelson.

Capítulo siete: Sentimientos encontrados.

Después del pequeño momento que tuvieron las dos criaturas sobrenaturales, Lydia se dispuso a pensar y ver si eso era lo que quería al estar en Nueva Orleans ni siquiera había seguido sus estudios y digamos que a Lydia les importan mucho pero por otro lado salvar a una niña que sera consumida por una obscuridad eso la hace sentir bien. Generalmente usaría su sentido común y no se relacionaría mas con los Mikaelson tal y como le advirtió Marcel en un principio si era un peligro acercarse mucho, mas sobre Klaus.

Se dirigió a colocar la pintura al lado de la ventana de su habitación se alejo para ver como se veía desde ese angulo, sonrió al darse cuenta de la hermosa pintura que colgaba en su cuarto digna de una galería. Borro su sonrisa al darse cuenta de lo que le estaba pasando y lo pensó, demasiadas veces para ser sinceros. Había salido de una relación donde su ex novio fue un chico malo y al final decidió querer ser el chico bueno y murió en el intento, y no quería pasar por eso otra vez también por eso quería alejar su lado sobrenatural, todas esas locuras que ha pasado con sus amigos para proteger a los demás la hizo darse cuenta que a veces es bueno un respiro tener una vida casi normal y asistir a una escuela donde nadie es paranoico.

Pero si seguía en la vida de los Mikaelson iba a ser muy difícil llevar una vida normal y fuera de lo sobrenatural porque ellos son todo lo contrario.

—¡Hola pelirroja!— Lydia salto del susto y vio como Isabel se encontraba a su lado viendo el cuadro.

—¿Que no sabes tocar?— la pelirroja se toca el pecho para normalizar su respiración.

—Se.— alargo un poco mas la e.— pero si lo hacia probablemente no ibas a abrirme así que use una de mis habilidades de mujer loba y ¡bam! mágicamente aparecí en tu habitación.— salió de la habitación para dirigirse a la sala.

—Me agradabas mas cuando no te conocía bien y fingías ser ruda.— Lydia se dirigió donde estaba Isabel.

—Oh, si lo soy lo que pasa es que me agradas.

Lydia solo rodó los ojos y se dirigió a la cocina para buscar un vaso de agua, tomo un vaso de las gavetas y abrió la nevera para servirse un poco de agua. Devolvió todo a su lugar después de beber agua y se dirigió al sillón para sentarse en el y dejar su cuerpo caer en el, apoyo su cabeza en las piernas de Isabel.

—Si no fuera hetero diría que eso fue muy sexy.—Isabel empezó a jugar con el cabello de Lydia.

—Tengo sentimientos encontrados por Klaus Mikaelson.

Isabel casi deja caer a Lydia al escuchar lo que había salido de su boca y que decir de la pelirroja cuando se percato de lo que había dicho cayo al suelo boca abajo.

—Por favor dime que eso lo dijiste porque tienes miedo que me enamore de ti.— la castaña se quedo mirando a Lydia en el piso, parecía una estatua.

—Creo que no seguir estudiando esta afectando mi cerebro.— fue con lo único que se pudo defender la castaña.

—En ese caso— Isabel se levanto de su asiento.— volveremos a la escuela.

Isabel iba a levantar a Lydia pero esta puso resistencia y no se dignaba a moverse así que la castaña no hizo mas que acostarse a su lado.

—El es una mala persona y yo no salgo con los chicos malos, el ultimo murió en el intento de cambiar.— Lydia sintió como un pequeño dolor en su pecho se formaba al recordar eso.

—Mira si el muere no seria tan malo.— Lydia la observo alzando una ceja.— Okay, si seria bueno.

—¿¡Pero por que!?

—Es un psicópata no le importa a quien mata con tal de tener poder y sentirse temido, ha matado a miles de sobrenaturales ha tomado vidas humanas inocentes solo para conseguir lo que quiere, es una abominación, una criatura diferente a todos nosotros creyéndose superior por poseer dos lados que no se los merece y siento que esta chantajeando para obtener lo que quiere, el es muy inteligente.— Isabel hace una mueca con la boca— a veces.

—Yo puedo ser mucho mas inteligente que el, y es que en verdad lo soy.— Lydia se levanta del suelo y sacude su ropa.— soy Lydia Martin, por Dios jamas dudare de mi otra vez.

Isabel se levanta y asiente con la cabeza.— Si, exacto esa es la actitud.

—Isabel.

—¿Que?

—Los ojos.— Lydia los señala y Isabel inmediatamente los cierra para volver a abrirlo.

—Lo siento mujer a veces me haces dudar de mi sexualidad, esto ni siquiera me pasa.

—¿Por que esto no me sorprende?

Lydia mueve la cabeza y se da media vuelta para dirigirse a su habitación, siente como Isabel la sigue haciendo que la pelirroja de media vuelta y quede frente a ella.

—Isabel, vete ya de mi casa como persona decente por favor.

—Ay que amargada eres.

Isabel dio media vuelta y salió por la puerta principal, Lydia suspiro por un momento y luego río tenia tiempo que no hablaba así con alguien o una amiga y admitió que al menos esos pocos minutos le recordaron lo que es tener una amistad normal y la falta que la hace su amiga Allison.

Los Mikaelson se encontraban reunidos observando como Freya revelaba quien había sido el otro ayudante de la captura de los niños.

—Ya la vi.—Freya abre los ojos.— Es Isabel, de tu manada.—Freya observa a Hayley.

—No, eso es imposible los míos no traicionan.

—No me hagas recordarte las veces que si lo han hecho.—Hayley le da una mala mirada a Klaus.— ahora si me permites iré a hacerla sufrir por su amable ayuda.

Hayley detiene a Klaus este la sostiene del brazo pero Hayley logra zafarse y lo lanza a la pared.

—¡No Klaus! Ellos son una familia tanto como nosotros y los conozco, a ella también, es imposible que haya sido ella.— Hayley observa a Freya— quizás te equivocas.

—No lo hago Hayley.

Klaus se levanta y se dirige a la puerta, pero Hayley se le pone en frente.

—No te atrevas Klaus.

— Observame, pequeña loba.

Antes de dar un paso mas Hayley toma a Klaus del cuello y lo rompe para observa como Elijah y Freya la miran sin ni siquiera tratar de ayudar.

—No dejare que mate a uno de los míos solo por una incoherente visión de Freya, lo lamento.