Two Worlds ͭ ⷶ ͤ ᷜ ͦ ͦ ᷜ

♡15♡

Dejé de ver la sombra durante los días después de nuestra boda, extraño era que el día de hoy Seokjin no se encontraba de buen humor después de haber ido al pueblo para controlar al caballo fúnebre, esa es otra historia que contaré luego.

Había llegado pisando piedras, no solíamos verle enojado pues siempre llevaba una sonrisa consigo, Taehyung y yo nos sobresaltamos cuando se paró frente a nosotros con una mirada seriamente seria, valga la redundancia.

Cruzó sus brazos torciendo los labios----Tenemos un problema----Articuló, su pie frenético golpeaba el suelo desesperado. Elevamos nuestras miradas al ponerle la atención máxima-----Estaban corriendo rumores de que Taehyung está recién casado, con un plebeyo----Enfatizó la última palabra.

----¿Algo que no sea cierto?-----Preguntó Taehyung confundido.

------¿Eres Idiota?, Somos la realeza Kim, nuestra reputación va más allá, se supone que nuestra sangre sólo iba enlazada a nobles de cabello platinado, el punto es que el pueblo, el reino entero rumorea sobre ustedes, es malo, es peligroso, si algo de esto se llega a confirmar, la gente revolucionará contra Jungkook, contra ti, contra sus futuras crías-----comprendo, las personas no querían a un plebeyo de lluvia ocupando un gran cargo que solo se le otorgaba a los nobles, a los "reales"

-----La cosa es, yo acabo de anunciar que los rumores no son correctos, sin embargo, deberás confirmarlo tu mismo si este asunto toma más relevancia los próximos días-----Advierte Seokjin, A lo que mi pareja bufa azotando su puño en la pared.

-----No se como pudieron enterarse, si hicimos esto lo más discreto posible----Conversa Taehyung preocupado----¿Será un espía?-----Al nombrar la palabra "espía" algo en mi retoma mis pensamientos, la sombra que nos observaba desde los árboles, desde la cocina.

-----Seokjin, Taehyung, hay algo que debo decirles----Habló llamando su atención----Hace unos días llevaba viendo una sombra, creí que era mi imaginación, pero tu dices que podrían haber espías y eso es lo que me preocupa----Confieso, los hermanos Kim se miran entre ellos, el menor habla----Ya sabes que hacer----Seokjin se retira de nuestro espacio, dirigiéndose al cuarto del trono.

El caballo fúnebre por otro lado, según Taehyung éste año se había llevado más vida de la que normalmente retiraba, me explico, el "Destino" es manipulado como ya sabrían, nadie sabe por quien, sólo le llaman "el amo de los hilos rojos"  no sabemos si quiera si es fémina, no obstante, el amo de los hilos rojos envía a unos de sus subordinados a hacer una limpieza, el jinete fúnebre monta el caballo fúnebre, cuando las personas los ven pasar no pueden tener miedo, pues sólo los destinados a morir son llevados por el caballo fúnebre que arrastra sus almas en el gran saco que carga a sus espaldas, dícese que el jinete es la hija de una de las ninfas de la sombra, el amo de los hilos se lleva las almas para volver a formar un destino mejor para ellas, sin embargo el caballo fúnebre sólo galopa por los bosques nevados, mas no por ningún otro, dando a entender que la peor calidad de vida se tenía en ésta ubicación.

Se preguntarán que tiene que ver el caballo fúnebre, mi explicación es, mi corazón me dice que la sombra ha sido llevada por el corcel, se la han llevado, yo sólo lo siento en el fondo.

Taehyung toma mi mano, perdido en mis lanzamientos aún quedo con las dudas sobre nuestra seguridad.

Por otro lado, Seokjin por fin había aceptado que yo me quedaría con Taehyung, el destino le había hecho una mala jugada al destinarme a el también, el problema era que yo había elegido a Taehyung, comprendí entonces el porque me llamó "amor" cuando nos conocimos por primera vez.

(...)

En los últimos días había tomado la costumbre de ir al jardín a diario, le llevaba un cubo de azúcar a Morgana, las otras hadas me quedaban viendo, sin embargo si ellas no se presentaban primero a mi, yo no podía intentar invadir su espacio trayendo azúcar para todas, Taehyung me explicó que si ellas querían tu amistad te buscaban, si no lo hacían no debías meterte en sus asuntos. Morgana era un caso diferente, no conversabamos, sólo nos entendíamos como si fuese obra de telepatía, ella esperaba ansiosa su cubo de azúcar todos los días y yo se lo llevaba como buen bendecido...