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JI YONG

Hoy es uno de esos días en los que no me reconozco, si a veces, cuando estoy realmente enfadado con ella me pasa esto. Mi cerebro realiza una recopilación de las veces en las que me he comportado como un estúpido celoso o algún ser dependiente de cariño, y caigo en cuenta que todas esas vergonzosas ocasiones han sido por culpa de Zoe, desde que la conozco me he comportado como un hombre vulnerable. Precisamente lo que más odio en la vida.
Tanta mierda sobre controlar los sentimientos se hace nada cuando de Zoe se trata. Mi rezagado corazón ha escapado del frio calabozo al que lo había enviado para dejar inservible a mi cerebro y hacer de mi vida se convierta en una puta novela. Pero eso no es lo peor, oh claro que no, lo más preocupante de toda esta movida es que soy consciente de todas y cada una de las estupideces que a menudo realizo.

Todo por culpa de Zoe.

¡Sí ella! y su grandiosa forma de volverme loco. Aun me niego a aceptarlo, amor nunca formó parte de mi plan de vida y debo confesar que aún estoy reacio a incluirlo, sin embargo a veces cuando lo analizo y me imagino poniendo fin a todo esto, es decir a mi relación con ella las malditas garras del pánico rozan mi cuerpo dejándome la piel fría y erizada.

Pero hoy fue una ocasión especial, por así decirlo, hoy un nuevo sentimiento se presentó ante mí, algo muy bien denominado como frustración, ese maldito sentimiento negativo y desagradable que se coló a mi sistema al no conseguir lo que deseaba, y lo único que he deseado en todo el maldito día fue a Zoe pero ella me rechazo

¡A mí!

Quizá por eso, en este instante estoy a un pelo de anotar otra estupidez a mi larga y gloriosa lista de “Locuras perfectamente ejecutadas bajo la influencia de Zoe”

Ugh!
Hasta le puse nombre al asunto.

Esa mirada que me lanzó justo antes de salir a la carrera fuera de mi casa me ha alarmado peligrosamente ¿Cómo pudo atreverse? Me ha dejado ahí parado como un idiota y lo que es peor no me ha dejado tocarla. ¡Qué mierda! Me asusta como el infierno que haya malinterpretado la situación con Luna. Y sí, me asusta de lo contrario no estaría manejando a estas horas de la noche en busca de un refugio para perros.

¡Ugh!
Esto solo me hace ver aún más patético. Alguien como yo no debería estar perdiendo el tiempo buscando a un...

¡Oh! Creo que es aquí, el lugar que dijo Daesung

¡Lo encontré!

¡Ugh!
Hasta me emociono por encontrar el bendito refugio de perros.

A mi favor debo mencionar que fue una verdadera hazaña encontrar este lugar y a Zoe desde luego, ya que ella no me contestaba el celular y eso, por supuesto, me estaba volviendo loco. Tuve que recurrir a Daesung para que me echara la mano. El poder que ejerce sobre Zoe es algo que envidio de muy mala manera.

Al bajar del auto inmediatamente pude ver a Zoe, no podía escucharla pero por su expresión corporal deduje que se encontraba en una discusión con un tipo que le mostraba ningún interés, más bien parecía cansado y aburrido.

Al atravesar la puerta de vidrio, escuche una especie de campana sonar, seguramente colocada estratégicamente en la parte superior de la puerta para que al abrirla un sonido extraño anunciara la llegada de una visita. Y esta cosa cumple satisfactoriamente con su objetivo, al instante tenía los ojos de todo el mundo sobre mí. El tipo con el que Zoe discutía me miro extrañado mientras bostezaba de una manera desagradable, una chica que atravesaba la sala con una bolsa grande de comida para perros interrumpió su trayecto solo para mirarme con ojos brillantes e ilusionados, si guiñaba un ojo indudablemente se desmayaría. Así es siempre que una chica me ve y estaba seguro que no había perdido mi encanto pero hoy Zoe se ha convertido en la excepción de la regla. Sus cejas fruncidas y cara furiosa me indicaban que yo era la última persona que esperaba ver. Su expresión era tan clara como llevar un cartel de neón sobre la cabeza diciendo “¿Que carajos hace él aquí?”

Stay with me ¤ Ji Yong [Finalizada]Where stories live. Discover now