3

1K 60 3
                                    

JI YONG

El frio de la noche se sentía dentro de la habitación, había una ventana que descuidadamente había dejado abierta, esa misma ventana por donde el viento ingresaba despiadado congelando mis extremidades, había permitido que la luz de la luna se filtrara interrumpiendo mi preciado momento de descanso. Decidí cubrirme por completo con las sabanas incluso mi cabeza, rendido ante la flojera de levantarme y solucionar el asunto cerrando aquella ventana.

¡Carajo!

Por si fuera poco el aire empezó a provocar un ruido delicado mientras hacía que las cortinas se movieran ondulantes. ¿Qué mierda me pasa? En cualquier otro momento ni siquiera hubiera sentido esa maldita ventana, pero ahora...ahora hasta el zumbido de una mosca me pude despertar. Reniego porque soy incapaz de conciliar el sueño y no es precisamente por el ruido del viento, muy dentro de mí sé que desde hace unos días he tenido una sensación angustiante. Algo me falta o algo me asfixia... No sé. Pero quiero creer que todo se solucionara tan fácilmente como cerrar la ventana, así es que retiro las sabanas y a regañadientes me reincorporo sobre la cama, de repente me doy cuenta que una mujer de espaldas estaba de pie al lado de mi cama, llevaba puesto una de mis prendas favoritas. Mi adorado polo blanco de Saint Laurent, por desgracia, cubría su trasero pero sus piernas estaban libres para mi agradable visión y tenía los pies descalzos. Me sorprendió que no me molestara que ella usara mi ropa. Algunas mujeres con las que he dormido tenían la manía de ponerse mis camisas después del sexo y siempre he odiado eso, de hecho era suficiente para no volver a llamarla, nunca. Sin embargo con esta mujer misteriosa ocurrió todo lo contario, la tela de algodón ceñía su silueta y por dios que se veía sexy, estaba despertando mi deseo y unas ganas incontrolable de arrancarle la ropa, aunque se trate de mi prenda preferida si terminara hecha pedazos juro que no importaría. Espera... ¡¿Estoy soñando?!

Probablemente.

Me pongo de pie a su lado, debería estar asustado, pero siento su perfume y me es familiar. Mi curiosidad aumenta. No veo su rostro pero su aroma me gusta, lo recuerdo y me excita. Cierro mis ojos, acerco mi nariz a su cuello e inhalo...

¿Flores?
No...
Fresas.

Intento recordar donde es que sentí ese perfume hasta que abro los ojos y veo a Zoe quien se ha dado la vuelta. Es ella...
Me mira con ternura, sus ojos brillan y se muerde el labio inferior. Es tan hermosa que me dan ganas de besarla... ¿Besarla?

Sí.

Es lo que siento, debo estar loco, debo tratar de controlarme aunque nunca antes haya tenido la necesidad de hacerlo. No hay palabras entre nosotros solo miradas y quizá el ruido que hace mi corazón cuando golpea mi pecho. No recuerdo cuando fue la última vez que mi corazón se aceleró de esta manera, salvo hoy en la mañana después de correr desenfrenadamente durante una hora entera, pero eso no cuenta. Esta anomalía cardiaca es del tipo angustiante, como cuando deseas desesperadamente algo que esta tan cerca y no puedes tener. Pero no soy de las personas que ejercen su autocontrol y mucho menos en mis sueños. No puedo soportar las ganas y la tomo por sorpresa de la cintura, la acerco con brusquedad uniendo nuestros labios y para mi vergüenza... me quedo paralizado. No es como suelo comportarme ¡Claro que no! Pero... pero al sentir sus labios ¡Wow! sentí algo así como una descarga eléctrica que afecto cada neurona de mi cerebro, mejor dicho... activo algo en mí, algo que cargó de energía cada célula de mi cuerpo. Algo que...

¿Sera peligroso?

Me despierto con misma necesidad y con un hormigueo que recorre mi cuerpo, y aún tengo la sensación cálida en mi boca por haber tocado sus labios, paso mi lengua para saborear lo vestigios de algo que no sucedió pues al observar la ventana cerrada confirmo que todo fue un sueño, pero sigo con las mismas ganas de besarla.
Mis sueños con Zoe van empeorando...

Stay with me ¤ Ji Yong [Finalizada]Where stories live. Discover now