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JI YONG

Sé que fui un idiota con Zoe, no debí hacerle esa pregunta de mierda, pero por un momento, del cual no llego a comprender, me deje llevar por la rabia que mis pensamientos me habían provocado. La idea de Seung Hyun y Zoe juntos me perturbaba más que la idea de haberme fijado en la misma chica con mi mejor amigo... otra vez.

— Buenos días Señor Kwon — me recibió con una reverencia de la manera más perfecta que algún empleado haya podido ofrecer. Mi nueva secretaria había sido aceptada por su increíble promedio en la universidad, estudios extranjeros y su dominio en quien sabe cuántos idiomas. Es linda, inteligente y sobre todo sabe hacer una reverencia.
Me recordó a Zoe por un instante y la espina de la culpabilidad volvió a clavarse en mi corazón.

— Señorita Yura — asentí —Necesito hablar con el director Taeyang ahora mismo —le indiqué

— De inmediato señor — dijo con su habitual entusiasmo pero cuando se giró para coger el teléfono accidentalmente dejo caer un porta retratos que tenía al lado. Puse los ojos en blanco y recordé que esta chica, en papeles, es más inteligente que cualquiera pero es realmente torpe. Si no fuera porque en uno de sus tantos actos de torpeza le lanzó café a uno de los socios que tanto detesto ya estaría fuera. En aquella ocasión me sentí tan agradecido y feliz que le di el trabajo como empleada fija. Ahora solo espero que no cometa ningún error de gravedad porque ni la más perfecta reverencia podrá salvarla del despido.

Rápidamente ingresé a mi oficina, lugar que en los últimos años se había convertido en mi favorito, donde paso la mayor parte del día, mi refugio, mi centro de planeación. Di un paso dentro pero tuve que detenerme en la puerta porque había percibido un extraño rechazo.
Mire las paredes, el escritorio, los muebles y alrededor.
Todo Igual.
Aunque todo estaba perfectamente como lo deje... algo me incomodaba. Lo entendí de inmediato.

El peso que había dejado de lado durante mi viaje volvió para colocarse sobre mis hombros.

Estaba de vuelta en la realidad y los días con Zoe se sentían como un sueño.

— ¡Ji Yong! — Taeyang se acercó y golpeó mi espalda — ¿Qué pasa? ¿Hay algo raro? —miró sobre mis hombros con curiosidad al darse cuenta que me había quedado parado en la entrada.

— Nada — respondí — Ponme al tanto de la situación —adelanté el paso hasta llegar a mí majestuoso e inmaculado escritorio, propio de un presidente de compañía, me senté cómodamente apoyando la cabeza en el respaldar de la silla para escuchar todo lo que tenga que ver con trabajo con la esperanza de que mi mente encuentre algo en que ocuparse que no necesariamente se trate de Zoe.

— No hay mucho que decir, todo ha salido como lo planeado. — dice confiado mientras se sienta al frente de mi para luego distraerse con cualquier cosa que encuentre sobre mi escritorio y termine por desordenar todo alrededor como lo hace siempre— Bueno no todo pero ya puedes disponer de tu posición como accionista mayoritario —dice con diversión mientras ataca los lápices colocados estratégicamente a una esquina del escritorio y juega con ellos entre sus dedos.

— Eso es perfecto — digo— Pero los demás ejecutivos no deben enterarse... aun. — sé que necesito tiempo para dedicarle algo de mis pensamientos a ese plan. Supe por instinto que comprar las acciones al gerente Park había resultado demasiado fácil por lo tanto necesito establecer la seguridad alrededor de aquella transacción y sobre todo asegurarme que no haya alguna otra sorpresa que mi padre haya dejado para someterme aun después de muerto.

—Sabes que eso es imposible. Cualquier cambio en las acciones son reportadas a los demás socios. Eso es un régimen establecido. — De pronto me mira entornando los ojos— ¿Por qué quieres ocultarlo? Pensé que estabas ansioso por anunciar que ahora tienes el control

Stay with me ¤ Ji Yong [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora