Mi Sexy Profesor || YoonMin +18 !

71.

Narra Jimin:

Fue un largo, divertido y caluroso día en el parque acuático, sin mencionar el ridículo que ambos hicimos en algún momento, pero seguimos y tratamos de olvidarlo para continuar disfrutando de mi cumpleaños.

Ahora, eran las siete y media y se hacía tarde, el señor Min debía llevarme a casa para estar preparado cuando mi madre llegara de su viaje a las once de la noche. Nos despedimos del lugar que tantas emociones nos otorgó con una sonrisa, sin ningún rencor, y nos metimos en su coche. Sé que el señor Min se divirtió, aunque sea un poco, pero lo logré, y ese fue mi regalo favorito, al igual que pasar el día junto a él, a menos que no haya terminado de darme regalos, quién sabe.

-¿Eh?, ¿Por qué has parado?- Le cuestioné cuando sentí que frenó el vehículo en una calle que desconocía completamente.

-Tengo que recoger un encargo, en nada vuelvo.- Abre la puerta del coche y se mete en una calle quedando así fuera de mi vista.

Me quedo pensativo y solo comienzo a tararear nuestra canción, Lie, me trae buenos recuerdos. Poco después, percibo el ruido de la puerta trasera ser abierta y veo como mi novio deposita una bolsa mediana, de base cuadrada, en uno de los asientos traseros para luego volver a sentarse él en el de piloto y abrocharse su cinturón.

-Listo.- Posa las manos en el volante y arranca mientras lo analizo extrañado tras la parada anterior y lo que depósito detrás.

-¿Qué es?- Pregunto curioso.

-No preguntes, ya lo verás tú solo en casa, tu madre llegará pronto, ¿no?-

-¿E-entonces es un regalo?-Me sorprendo abriendo ligeramente la boca.

-El más importante para un día como este.- Tras sus palabras siento un golpe interno de alegría, mis ojos se achican y me dan ganas de besarlo al momento, pero solo me quedo quieto y callado, tratando de contener mi alegría hasta que pienso en algo.

-¿Y...si te quedas un rato en mi casa y lo abrimos juntos? Aún faltan tres horas para que mi madre regrese.-Suplico.

-No sé si es buena idea, yo quiero pero...

-YoonGi, te tengo muchas ganas.- Confieso interrumpiéndolo y me sonrojo al momento mientras miro para otro lado haciendo una mueca. Llevaba todo el día ocultándolo.

-Eso sí que no me lo esperaba,- Ríe un poco. -te diré que yo tenía ganas de darte en la piscina misma, pero sí, tu casa será más cómoda.- Me mira un segundo y siento mis mejillas arder ante cómo sus ojos me observaron y disimuladamente aceleró haciéndome entender el mensaje.

...

Llegamos antes de lo esperado, YoonGi aparcó en la calle de enfrente y salimos del coche, él con la misteriosa bolsa de la que ya me había hecho unas cuantas ideas y yo con mis llaves preparadas. Cruzamos rápido la carretera ya que en esta zona dos de cada tres personas nos conocen y abro la puerta de mi casa para después invadirla.

Desprevenido, la mano de YoonGi me agarra de la muñeca y me lleva a la...¿cocina? Entramos, deja el paquete en una zona de la encimera y vuelve a mí, su expresión me dice que está a punto de hacer algo, pero no sé qué pintamos aquí.

-¿P-por qué aquí?- Pregunto sin comprender.

-Este es el lugar perfecto para mi último regalo.- De la nada, el espacio que nos separa se reduce a cero, y basta con una última mirada para que nuestros labios se unan en un fogoso beso.

La fuerza empelada en el momento me hace retroceder hasta que mi trasero choca con la encimera, donde a unos metros se encuentra la bolsa anterior, pero ahora da igual, solo puedo centrarme en él, su fragancia me hipnotiza de nuevo mientras nuestras manos recorrían el cuerpo ajeno a la vez que nos embriagábamos de lujuria y deseo ardiente.