58.

10K 782 327
                                    

Narra Jimin:

-Veo que quieres jugar.- Me mira YoonGi mostrando una ladina sonrisa.

-Me muero de ganas...-Muerdo mi labio inferior mientras me separo de él divertido.-Espera aquí.-Mencioné tomando la caja que contenía la lencería entre mis manos para dirigirme al baño después.

Entré y cerré la puerta con pestillo, no quería que YoonGi entrara y arruinara mi sorpresa no tan sorpresa. A la vez que me desnudaba, sentía cada vez estar más ansioso por volver a salir ahí fuera de nuevo, dispuesto a pasármelo bien esta noche.

Me puse la preciosa y excitante ropa de encaje, me analicé en el espejo y para qué mentir, estaba irresistible.

Saqué del bolsillo de mi pantalón tirado un labial transparente de sabor a fresa que haría a mis labios lucir más resaltones y apetitosos, y que a su vez, harían de nuestros besos los más dulces. Busqué con la mirada el albornoz de YoonGi, pero al encontrarme con una bata blanca de seda fina, esa idea quedó en el olvido.

Me acomodé la bata haciendo que mi piel se pusiera de gallina a causa de su suave textura y el frío, amargo y penetrante aroma de YoonGi que esta poseía me calaba los huesos. Sí, ya estaba listo para pasar a la acción.

Abrí la puerta del baño lentamente, sin dejar ver mi cuerpo aún tapado por la bata. En ese momento observé a YoonGi sobre la cama luciendo unos calzoncillos sin encaje que iban a juego con los míos. Es una imagen que vale la pena conservar toda la vida.

-Por cómo me miras parece que te gusta lo que ves.-Sonríe pícaramente haciendo que me percate de que me quedé mirándolo un rato provocando que ahora mis mejillas se tiñan de rojo.

-S-sí, me gusta mucho.-Confieso avergonzado y ríe en lo bajo ante mis palabras.

-Entonces, Jimin.-Clava sus profundas pupilas negras en las mías.-Déjame verte.-Su voz cambia a una fría, se nota que sabe lo que me gusta.

Llevo mis manos al nudo de la bata para deshacerlo, y en un momento, la blanca y fina tela resbala sobre mis hombros hasta ligeramente caer y reposar en el suelo, y sinceramente, no sé quién se relamió primero.

Me sentía engullir por su mirada la cual me estudiaba de pies a cabeza según me acercaba a él. No tardé mucho en posicionarme a horcajadas sobre mi pareja, acariciando un momento nuestras pieles y regalándonos una sonrisa con más de un significado a la que respondimos instantáneamente con un fogoso beso.

Mis manos recorrían ciegamente su pecho, deteniéndose en sus rosados pezones los cuales probé a acariciar, siempre fui yo quién recibía ese tipo de estímulos, pero tenía una gran curiosidad de que hoy fuera un poco distinto. Me separé un segundo para fijarme en sus expresiones, sabía que trataba de contenerse, por lo que los acaricié con más ganas y movimiento.

-Mi dulce travieso...- Me agarró de la nuca con una mano haciendo que nuestros labios volviesen a danzar. Un ronco gemido de placer salió de sus labios, misión cumplida, posteriormente apretó mis glúteos a su antojo con sus grandes manos haciendo a mi garganta actuar por sí sola. Esto parecía una batalla.

Así nos mantuvimos un rato, hasta que casi inconscientemente comenzamos a frotarnos entre nosotros. Queríamos más, por lo que bajé mis manos a su bóxer y sobre la tela apreté su ya erecto miembro notando como este hacía un leve movimiento de cadera indicándome que lo masturbara, y así hice, bajé sus calzoncillos y empecé con un lento vaivén sobre su falo.

YoonGi detuvo el beso, dejé mi cabeza reposar entre su cuello y hombro mientras se dispuso a lamer peligrosamente mis pezones, haciendo círculos con su lengua a la vez de ir dejando leves mordidas sobre estos y algún que otro chupetón a su alrededor.

Mi Sexy Profesor || YoonMin +18 !Where stories live. Discover now