XVII

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¿Algo más?

El timbre del celular de Ten hizo eco por su habitación obligándolo a despertarse, levantó su cabeza de la almohada sólo para divisar la hora del reloj que colgaba en su pared, gimió al ver la hora. ¿Qué clase de loco le llamaba a las 6:34 a.m.?

Buscó el celular en el mueble junto a su cama y con un ojo abierto vio la pantallita del celular, su hermano era ese loco que la llamaba a las 6:34 de la mañana. Lanzó un suspiro y después contestó el celular.

—Que tu estés loco no significa que todos lo estemos y que puedas llamarme a esta hora — le reclamó.

—Amm ¿Ten? —dijo una voz masculina por el otro lado del teléfono que enseguida reconoció.

El pelinegro  se sentó con velocidad en la cama y le prestó toda su atención a la llamada.

—Sí, soy yo —de pronto el sueño de le había escapado, estaba más despierto que nunca, como si hubiese bebido una bebida energética y estuviera en pleno efecto.

—Hola, buenos días. Soy Johnny —dijo la voz del otro lado del celular.

¿Por qué Johnny tenía el teléfono de su hermano?

—Sí, buenos días —dijo casi en tono de pregunta—. Amm, supongo que me dirás porque tienes el celular de mi hermano.

—Sí… verás —Johnny dudó y observó a el castaño que dormía a su lado tan pacíficamente que le daba ganas de volver a acurrucarse a su lado—. Ayer nos encontramos en el antro que está
por la universidad y como era muy noche cuando salimos lo traje a mi casa. Aquí esta — dormido, dijo para él.

Ten tomó aire y observó su habitación vacía. ¡Era verdad! No había rastro de Mark. Le sonrió a la habitación, se sentía tan feliz que casi daba de saltos.

—Está bien, pero si mis padres preguntan por él no tengo idea de que decirles, sé mentir para mí pero no para el santurrón de mi hermano.

—Diles que está en casa de algun amigo. Cuando…—despierte—. Yo lo llevaré a su casa.

—Sí, claro, les diré que está en casa de su amigo Jo… y, así es, en casa de Joy —
soltó una carcajada que aturdió a Johnny.

—¿En serio? ¿Joy?

—Tengo que colgarte…

Y la llamada se cortó. Ten bajó de la cama de un salto, estaba vestido con una camiseta que le quedaba sobre las rodillas, sus pies estaban descalzos y pisaba la fría madera del suelo,
empezó a caminar hacia el primer piso ya que su boca necesitaba agua. Cuando llegó a la sala escuchó unos suaves golpes en la puerta, frunció el ceño, peinó su cabello con sus manos y abrió la puerta.

Kun estaba de pie en la entrada, cuando su mirada bajó hasta Ten, le sonrió.

—¿Por qué estás vestido así? —le preguntó mientras el pelinegro mantenía en su rostro una traviesa sonrisa.

—Esta es mi pijama. Y en verano —jaló el cuello de su camisa—, duermo sin ella.

Kun negó con la cabeza e intentó mantener oculta una sonrisa. Levantó la vista para ver el interior de la casa en busca de alguien, Mark, para ser más preciso.

Ten notó la mirada perdida del chico y le habló.

—Mark no está…

—Lo sé, creo que está con Johnny —el pelinegro buscó alguna pisca de enojo o celos en el rostro de Kun pero no encontró nada.

—Por cierto ¿Qué haces aquí? —el muchacho bajó la mirada hacia él—. Creí que había quedado claro que los besos de ayer sólo habían sido para ver si éramos compatibles y el resultado dio negativo. Además son las 6 y algo de la mañana y dijeron ayer por la noche que iba a haber una tormenta de nieve…

Kun le cubrió la boca con ambas manos y se auto invitó a entrar a la casa, cerró la puerta detrás de él con una mano y con la otra guió a Ten hasta la sala, aun le cubría la boca. Ambos se sentaron en el sofá y el muchacho retiró su mano de la boca de el pelinegro.

—Escucha. Esta noche no pude dormir así que mientras esperaba a que el mundo despertara encendí mi laptop y apenas abrí mi facebook mi muro estaba lleno de fotografías de
Johnny y Mark, y otras más de tú y yo juntos —la mandíbula de Ten casi perforó el piso. Hizo memoria y no recordó ver a ningún paparazzi, bueno aunque en realidad no había buscado a
ningún paparazzi—. Todos creen que eres Mark y en las fotos la hacen ver como si estuviera con Johnny y conmigo al mismo tiempo.

—Pero…  ¡no nos parecemos en nada!

Ten subió corriendo hacia su habitación para tomar su laptop, en cuestión de segundos ya estaba de vuelta con Kun, cuando la encendió esperó impaciente hasta que estuviera.

totalmente encendida. Después de una eternidad entró a sus cuentas en varias redes sociales y en todas habían fotos de Mark y Johnny y otras de él y Kun.

Era estúpido lo que se decía en las fotos, ambos llevaban ropa diferente y peinados diferentes, por no señalar que el corte de cabello era muy diferente, Ten era más alto de estatura que Mark y sin embargo en las fotos decían que el misterioso novio de Johnny lo había
engañado en la misma noche y en el mismo lugar con otro muchacho. En las fotos en donde estaban Kun y Ten, él siempre salía de espaldas pero en cambio en las fotos en donde salía
Mark con Johnny si se veía su rostro claramente, como si le hubieran tomado la foto de cerca.

Siguió revisando las casi 50 fotografías y en más de una había querido soltar una sonrisa, sobre todo en las que salían su hermano y el modelo besándose tan enamorados en medio de la pista de baile.

Finalizó de ver todas las fotografías y frunció el ceño. Algo estaba muy mal. Resultaba demasiado extraño que no hubiera fotos de ellos saliendo del bar, sólo cuando estaban dentro, ni
siquiera les habían fotografiado entrando al lugar.

Alguien lo había hecho a propósito, alguien había mandado a seguir a Johnny, de eso estaba completamente seguro.

—¿Qué tanto observas? —preguntó Kun sacándolo de sus pensamientos.

—Esto no está bien —murmuró.

—Desde luego que no está bien, alguien ha manchado la imagen de tu hermano. Por si no lo recuerdas está estudiando teatro y eso no está bien para su imagen…

—¿Me ayudarías a limpiar su imagen? —preguntó el pelinegro poniéndose de pie. El chico lo vio fijamente y él le sonrió—. Si aceptas tienes que prometer que no hablarás de nada de lo
que te enteres.

—¿Ten?

—¿Aceptas? —le extendió la mano y Kun entre la duda estrechó su mano con la pequeña mano de el pelinegro.



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SALIÓ EL COMEBACK TRAILER DE BOY WITH LUV CHAU

Johnmark • Be My Boyfriend Where stories live. Discover now