twenty four

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¿Puedo comer el postre en mi habitación?

—¿Cuáles son las no tan buenas noticias? —preguntó Johnny apenas había alcanzado a Mark.

Ambos habían ido a caminar por los viñedos y en su camino se encontraron con el establo del lugar, unos hermosos caballos habían llamado completamente la atención de el chicp por lo que Johnny, para complacerlo, los pidió prestados. Estuvieron alrededor de una hora practicando ya
que Mark no sabía montar a caballo, después de todo era un chico de ciudad.

Solo pasaron unos minutos para que él agarrara el ritmo y habían empezado a trotar sobre sus caballos.

Después de media hora el muchacho resultó ser un experto en caballos, tal vez porque el caballo blanco con manchas cafés era más agradable que el caballo negro de Johnny o tal vez él era mejor de lo que pensaba aprendiendo cosas nuevas.

El modelo se permitió observarlo detenidamente mientras dejaba que se adelantara solo un poco. En el colegio Mark era muy serio, solo hablaba con dos muchachis tan comunes como él mismo, en las diferentes clases el castaño no hablaba o volteaba a ver a los demás, vivía en su propio mundo pero tal vez eso se debía al amor por su familia, tal vez, pensó, él buscaba
tranquilidad en el colegio y por eso prefería mantenerse en silencio.

También Johnny había observado que él solía no llevar alguna tarea, no era seguido pero en esas ocasiones en las que no cumplía con sus deberes ignoraba al profesor dando esa imagen de desinteresado a todos, eran
esas veces cuando él volteaba hacia la esquina del salón para poder verlo.

Una semana antes de que él pensara en él como su cómplice para esa mentira se dedicó a observarlo desde lejos y no encontró nada interesante en él pero fue justo eso lo que le interesó
de él, después de un mes aun ni siquiera Johnny mismo comprendía su manera de pensar.

Ahora con el tiempo que llevaban conociéndose Mark era el chico más interesante para él, lo conocía y lo desconocío al mismo tiempo. Como en ese instante, sabía que había algo malo, el rostro de el chico lucía confundido y un poco apagado, había hablado muy poco por no decir que solo lo necesario.

Se había quedado tan atento observando su espalda que no se dio cuenta cuando él empezó a acelerar el paso hasta que la empezó a ver más lejos, inmediatamente sacudió su
cabeza y lo alcanzó para hacerle esa pregunta.

Mark había mencionado que no tenía muy buenas noticias y él quería saberlas.

—Cosas —contestó el muchacho después de unos minutos.

Johnny rodó los ojos, detuvo su caballo y de un brinco saltó hacia el piso.

Mark al escuchar un ruido volteó inmediatamente con el corazón acelerado, pensó que podría haberse caído del caballo pero el mismo bajó por lo que al verlo de pie en el suelo se
tranquilizó.

—Sé que hay algo que te preocupa —habló Johnny. Él solo se encogió de hombros y el más alto continuó—. ¿Es algo que no me puedes decir?

Mark nuevamente volteó a verlo, su expresión seria contagió la de Johnny.

—Técnicamente hay muchas cosas que no te puedo decir, Johnny —volvió su mirada hacia el frente.

Ambos estaban ya detenidos, aunque Mark aun seguía sobre el caballo y él debía alzar la cabeza para poder verlo.

El muchacho suspiró pero no habló, permaneció en silencio por primera
vez incómodo. Era un estúpido.

—¿Por qué?, Si tú y yo… —dejó sin completar la oración. No había un “Tú y yo” entre ellos, le estaba empezando a costar trabajo recordarlo.

—Esto es solo un juego —dijo Mark más que nada para recordárselo a él mismo, la palabra “juego” estaba por delante de todo o tal vez la palabra “mentira” pero se escuchaba mejor la primera palabra, la ultima era quizás muy traicionera—. Este juego puede estar en
peligro ¿sabes?

Johnny tardó en analizar sus palabras puesto que algo en él se había apagado.

—¿Peligro? —logró pronunciar casi en un susurro, no pudo verlo fijamente, su mirada se había perdido en algún punto del campo verde por donde se habían detenido.

—Mi hermano. Taeyong se ha dado cuenta de que estamos mienti… “jugando a ser novios”, no estaba molesto conmigo porque no lo dejara dormir junto a mi hermano, estaba molesto conmigo porque les mentí, mientras me decía eso estaba llorando y me dolió verlo así —suspiró
nuevamente haciendo una larga pausa y continuó—. Una vez les mentí a mis padres, cuando tenía 15 años fingí ser el hermano de un chico, yo no sabía porque necesitaba un hermano pero
aun así accedí, él chico estaba relacionado con personas peligrosas y una noche hubo una pelea que terminó con armas de fuego y dos muertos, yo estaba ahí y fui a prisión durante 9 días, para poder salir de ahí mis padres tuvieron que pagar una fianza muy costosa, hicieron todo lo posible
para conseguir el dinero suficiente, pidieron prestamos tras préstamo con el banco y vecinos o compañeros de trabajo, cuando lo reunieron fueron por mí.

Mark guardó silencio y Johnny le extendió la mano, él primero vio la mano y después la tomó para bajar del caballo, no cayó al suelo si no a los brazos del muchacho que lo sostuvo con firmeza. Mark continuó, sintiéndose reconfortado por los brazos del chico.

—Deje a mis padres en la ruina durante mucho tiempo pero a pesar de haberles mentido ellos jamás me castigaron porque sabían que yo solo había aprendido la lección. Una noche
mientras cenábamos le prometí a toda mi familia que jamás les mentiría de nuevo y así había sido hasta…

—Que llegué yo y te hice romper esa promesa —terminó por él.

—No era eso lo que iba a decir —dijo con una débil sonrisa en el rostro.

—Pero es la verdad. Estoy seguro que si yo no te hubiera propuesto esto jamás le habrías mentido de nuevo a tu familia, y no estarías así de triste en este momento.

Por fin los pies de el muchacho tocaron el suelo pero ninguno de los dos se alejó del otro, solo se quedaron ahí abrazados.

—Pero te veías tan apurado y desesperado que sentí que debía ayudarte —dijo después de unos segundos eternos de silencio.

—Creí que habías accedido porque querías algo a cambio —bromeó.

—Seulgi quiere un perrito, por eso acepté esto —Johnny rió—, pero no quise decirlo al principio porque sabía que te burlarías de mí, además que el perrito lo quiero hasta que ella salga
de la primaria, ya que sus calificaciones hayan mejorado.

—¿Por qué siempre tu familia primero?

—Porque ellos también piensan en mi primero, Johnny.

—Mark.

—¿Hmm?

—No quiero hacerte pasar por un mal rato de nuevo, no quiero que tengas problemas con tu familia, ni tus amigos o cualquier otra persona que sea importante para ti, así que —con todo el dolor de mi corazón, pensó en decirlo pero se lo guardó—, debemos terminar. No importa lo que digan mis padres, porque gracias a ti me he dado cuenta de que la verdad es lo mejor que el
humano puede tener como arma, así que esta noche durante la cena les diré a mis padres la verdad y también le aclararé todo a tu familia.

—Pero… —empezó a decir pero Johnny lo silenció colocando su dedo índice y medio sobre sus labios, disfrutó del tacto de los labios de Mark sobre su piel tanto que sintió que la respiración le había empezado a hacer falta.

—Ellos sabrán que mentiste para ayudarme a mí, me encargaré de aclarar todo, no tienes que preocuparte por eso más.

—Pero yo qui…

●●●
perdón:(

Johnmark • Be My Boyfriend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora