Las Armas Sagradas

Disla, interferencia del furto 2da parte

— ¿y crees que tengo algo que perder? ¿Crees que me importa?— dije.

— aun así eso no pasara, no mientras yo esté aquí, ¿saben por qué soy el guardián de una prisión donde solo habitan los peores y más fuertes criminales? ¿Acaso se han preguntado por qué me encomendaron solo a mí, esta misión?— Dijo Zion.

 El lugar empezó a temblar, la gravedad empezó a sentirse mucho más pesada y el cuerpo de Zion empezó a expandirse, sus músculos aumentaron de golpe y el Kido que emanaba de él era tanto que cortaba las piedras que levitaban a su alrededor.

— uuuhh creo que se enojó— dijo Rokusho.

— qué tal si yo también te aclaro unas cuantas cosas. Sabías que el Naid que poseyó al chico hace un rato, soy yo mismo pero de otro tiempo, ¿sabías que su poder estaba solo al 40 por ciento por que el cuerpo que habitaba no aguantaría ni siquiera el  70 por ciento de mi poder real? ¿Sabías que puedo matarte con un solo dedo si me lo propongo?- dijo Naid.

— ¿ha si? ¿Y por qué no mataste a todos los elegidos cuando pudiste?— dije.

— Porque se arruinaría el plan— dijo Rokusho.

— ¿Qué?— dije.

— No les hagas caso Disla, solo están alardeando— dijo Zion.

— ¿eso crees? ¿Por qué no me atacas y hacemos la prueba? — dijo Naid.

— ten cuidado con lo que deseas— dijo Zion segundos antes de desaparecer de mi lado.

Segundos después de que desapareciera de mi lado, Zion volvió, pero esta vez volvió con golpes en la cara y sangrando bastante por si brazo derecho. ¿Qué rayos había pasado? No pasaron ni 5 segundos desde que desapareció de mi lado y ahora vuelve tan golpeado. No puede ser lo que estoy pensando.

— uuuhh, uuhhh, demoniooos, pero que rayos paso, jajajjaja, no vi ni mierda, diablos Naid, me alegra tenerte de mi lado— dijo Rokusho, al parecer estaba tan confundido  como yo.

— pe… ¿pero qué paso?— dije.

— Al pa…. Pa… pparecer decía la ver…da., demonios esto es irritantes. No puedo creer que la diferencia de poderes sea tanta— dijo Zion mientras.

— ¿Pero qué fue lo que paso?— dije, desesperada.

— jajajajaja es que ni él mismo te puede responder. Le di 3 puñetazos en el abdomen, con un revés fracture sus costillas y con esta daga casi le corto el brazo— dijo Naid mientras nos mostraba una pequeña daga cuya hoja estaba cubierta de sangre.

— ‘’pero si ni siquiera lo vi moverse. ¿Cómo diablos lo hizo?’’ — pensé.

— Bien, ya basta de juegos, quiero que me digas en este instante, lo que necesito saber — dijo Naid.

— ¿crees que ya me venciste? Tal vez no puedo contra ti, pero el cobarde de Rokusho es mucho más débil que yo, Ahora veras de lo que soy cap…

— No, si peleamos solo conseguiremos que esta prisión se quede sin guardián, Naid no dejara que toques a Rokusho— interrumpí ha Zion antes de que se arrojara contra Naid.

— Buena decisión pequeña, ahora empieza a hablar — dijo Rokusho.

— No dije que te iba a decir nada— dije.

— maldita enan……

— Yo le puedo decir todo lo que quieran si me sacan de aquí— escuchamos.

Venia caminando hacia nosotros un chico que no parecía tener más de 22 años, pelo largo y rojo, sus ojos eran azules y tenía el atuendo de ¿un teniente del Manger? ¿Quién es este chico?