QUEMA ESTE AMOR (COMPLETA ✓ ) (editando)

CAPÍTULO 17

JULIA

En cuanto llegué a casa lo primero que hice fue marcar el número del doctor Martin para informarle de la situación, me pidió que mantuviera la calma y que, además, me asegurara de no quedarme a solas con Keins McGregor, sin embargo, lo último que he podido hacer, aun poniendo todo mi empeño en ello, ha sido estar calmada.

Terminé de comer y subí a mi recamara, me tumbé en la cama para entonces quedar completamente dormida.

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La noche ha llegado, mi madre ha interrumpido mi sueño para avisarme que ya estaba en casa y que bajara para la cena, me bombardeó de mil preguntas con respecto a Darren, puesto que, había preferido contarle que estábamos saliendo a que se enterara por otro lado, recordar su reacción al ver a su pequeña ya teniendo una vida amorosa me habían provocado mil y unas ganas de vomitar, además de ello ha sacado a relucir un sermón de educación sexual en la que simplemente me ha advertido que, en lo posible evitara abrir las piernas y que había notado que mi novio era un chico de mucho mundo, que procurara no dejarme influenciar.

Al terminar la cena me he ofrecido a lavar los trastes y luego he preferido ir a mi recamara con la intención de darme una ducha y echarme a dormir de inmediato, pero en cuanto le pongo seguro a mi puerta y enciendo la luz doy un grito al ver a Darren sentado en mi área de estudio.

—Lo siento, no quise asustarte— se excusa. Se levanta de la silla y se acerca a mí para plantar un tierno beso en mis labios mientras me envuelve entre sus brazos, recibo su gesto con gusto y al separarnos, Darren opta por depositar un beso diminuto en mi nariz y no puedo evitar reír por aquello. —¿Que? — pregunta medio riendo también.

—Debo acostumbrarme a que hagas cosas como esas — comento mientras hago una mueca.

Él suelta una risilla, tira de mi mano en tanto se sienta en mi cama y me sienta en sus piernas. La acción me resulta tan incómoda que me cuesta poder procesar aquello, sin embargo, intento arreglármelas para no demostrarlo y cruzo mi brazo por alrededor de su cuello mientras acaricio vagamente su acaramelado cabello.

—¿Por qué será que siempre que te llamo nunca respondes? —reclama de manera pasiva.

Ruedo los ojos y me burlo.

—Lo siento, no estoy acostumbrada a cargar con él teléfono para todos lados.

—Te pido que lo hagas, quiero estar comunicado contigo, además de que quiero asegurarme que Keins o alguno de sus amigos no te ponga las manos encima.

—Bueno, solo será mañana, además Simon me comentó que estarás presente mientras hacemos el trabajo. — esbozo una sonrisa y le premio con un beso —Gracias por eso. —el me observa y noto que su buen humor ha desaparecido un poco. Soba mi cadera con su mano y simplemente desvía la mirada. —¿Darren ... estas bien? Dije alg...

—No será solo mañana, Julia —me interrumpe.

—¿A qué te refieres? —pregunto sin entender.

—Hoy en el receso fui a buscar a Carl a su oficina, quería hablar con él para intentar llegar a un arreglo con respecto a lo que sucedió en el salón, pero me encontré con la sorpresa de que, Keins le está pagando al hijo de puta para que se preste a sus juegos. — Un escalofrió recorre mi espina dorsal, unos nervios altamente abrumadores se apoderan de mí y no puedo controlarlo.

—¿Qué vamos a hacer? —pregunto aterrada, me levanto y camino de un lado a otro, desesperada.

—Julia, tranquila... —Darren me sostiene de los brazos — No voy a dejar que nada malo te pase. —asegura. No puedo hablar, no puedo pensar con claridad, no puedo simplemente dejar de temblar. Las lágrimas quieren asomarse por mis ojos y lucho porque no lo hagan. —Julia... ¿Estás bien?