QUEMA ESTE AMOR (COMPLETA ✓ ) (editando)

CAPÍTULO 28

La noche comienza a cerrarse, me he duchado luego de pasar la tarde completa metida en el lago con mis amigos. En mi mente, no para de rondar lo sucedido con la secta y la clara amenaza de ese tipo, pero he decidido no estropear mi cumpleaños con más problemas, tenía pensado hablar de ello con Darren, pero en otro momento.

Me miro en el espejo retocando el brillo rosa que he colocado sobre mis labios, este no pigmenta demasiado, así que le da un toque natural a mi rostro, he puesto una sombra dorada en mis ojos y los he complementado con un delineado y un poco de pestañina. Satisfecha con el resultado, añado un poco de rubor a mis pómulos para contornear mi cara y con ello finalizo mi maquillaje.

He trenzado mi cabello minutos antes y me he colocado, además, un vestido estampado de tirantes con un corte en V que posee un ligero escote, me coloco unas sandalias abiertas y luego me echo un poco de perfume, me miro una y otra vez en el espejo sin dejar de admirarme por lo increíblemente bonita que me veo y me siento.

De repente, vuelven a mi mente todas esas burlas con respecto a mi físico; Al disgusto que le provocaba a los demás el hecho de que tuviese unos kilos de más o que tuviese esta extraña anomalía en mis ojos, pero viéndome aquí frente al espejo que antes solía ser mi peor enemigo al momento de auto atormentarme, puedo darme cuenta de cuan equivocada he estado todo este tiempo y de cómo, se me hacía más fácil creer todas las cosas negativas que las personas veían en mí, cuando lo cierto es que, he aprendido a amar cada recoveco de mi cuerpo, mi cabello enmarañado, mi rostro adornado con pecas, e incluso tener un ojo de color verde y el otro azul, amaba todo de mí.

Finalmente había entendido que, no ser como los demás no me hacia una persona diferente, pero si alguien única. Y estaba satisfecha con eso.

—Soy perfecta—digo sonriendo con una lagrima de felicidad recorriendo mi mejilla.

—Lo eres...—Doy un salto del susto al escuchar la voz de Darren parado al final de la escalera con las manos metidas en los bolsillos. Lleva puesto unos jeans y una camisa holgada con las mangas recogidas hasta su antebrazo. El chico me mira embelesado y camina a paso lento hasta mi— Y nadie puede hacerte creer lo contrario, mi amor— Se posa detrás de mí y me acorrala con sus brazos para hundirse en mi cuello y hacer que mi piel, se erice con su aliento y un pequeño beso que ha dejado sembrado a un costado de mi garganta. —Amo cada parte de ti Julia, amo en la persona tan maravillosa y llena de luz en la que te has convertido—me giro para verlo y me descoloco en un segundo con sus ojos marrones.

Tenerlo tan cerca no dejaba de ser nuevo para mí, llevábamos dos meses de noviazgo y, sin embargo, las rodillas no dejaban de fallarme cuando sus ojos penetraban los míos.

—Tú has sido mi luz Darren— él respira con dificultad y traga en seco. Noto que sus ojos se humedecen un poco, pero se las arregla para no llorar frente a mi—Has sido mi mundo desde que te conocí.

Él ríe con cierta amargura — A veces, no logro entender como es que pudiste llegar a enamorarte de mí, con todo lo que hice.

La impotencia me gana en ese momento, pues se, que los recuerdos de sus acciones lo siguen atormentado.

Acuno su rostro con mis manos y lo obligo a mirarme. —Eso ya hace parte del pasado Darren, lo único que importa ahora, es que nos amamos y que juntos hemos sacado esta relación adelante—él intenta bajar la mirada nuevamente, pero no se lo permito, le sigo sosteniendo el rostro con mis manos— Y si llegasen a quedar cenizas de ese pasado, lo vamos a dejar atrás juntos, ¿de acuerdo? — el chico asiente y me dedica una melancólica sonrisa—Te amo. —añado y le doy un corto beso en los labios. Luego ambos dejamos el tema atrás para ir con mi familia quien ha decidido hacer una fogata.