QUEMA ESTE AMOR (COMPLETA ✓ ) (editando)

CAPÍTULO 6

He salido de la escuela implorando una ambulancia que me trasladara hasta mi casa, mi cuerpo dolía y las pastillas no habían servido de absolutamente nada, he tenido que caminar unas cuantas cuadras, pero tuve que rendirme a menos de la mitad del camino. Mi respiración era entrecortada y además cada movimiento se me hacía fatídico.

Unas manos de repente, me socorren evitando que me desplome en el piso.

—Apóyate en mi Daniels...— reconozco aquel tono de voz grave y sereno; era Darren ayudándome. Hizo que cruzara mi brazo alrededor de su cuello y me ayudó a subir a su auto, luego lo hizo él y lo echó a andar.

—Gracias...— suelto mientras respiro con más tranquilidad, éste no responde, ni hace ademán de hacerlo tampoco. Simplemente conduce unas cuantas manzanas en completo silencio y agradezco de cierta manera que sea así.

Me ayuda a bajar del vehículo hasta mi casa.

Antes de despedirme, intento simular una sonrisa, pero me sale fatal al final —Gracias de nuevo Darren — articulo simplemente y me vuelvo sobre mis talones para abrir la puerta.

—Ese... Tipo. ...—articula de pronto y volteo a mirarlo— El tal Simon ...—traga en seco un par de veces mientras, enfunda las manos dentro de los bolsillos traseros de sus vaqueros. —Ustedes...—hace un gesto extraño con los dedos que no logro comprender— Hay algo entre ustedes o...

Suelto una mediana sonrisa— Somos amigos. — él frunce el ceño.

—¿Pero son muy cercanos, ¿No? — la brisa desordena un poco su cabello, pero éste rápidamente lo acomoda quedando como si nada hubiese pasado— ¿Te gusta?

—Apenas y lo conozco. — digo porque es cierto.

—Bueno, pregunto porque hoy estaban muy juguetones. Eso de que te revolvía el cabello a cada rato y.... además, desde que llegó a la escuela lo he visto contigo, sin contar que ese entrometido te defendió —comenta con cierta inseguridad en sus palabras, mientras que yo sigo sin comprender a que viene esta conversación. —Bueno, no es como si me importara, pero. ¿Te gusta? — termina por preguntar.

—Bueno, no es feo y me trata bien— el chico hace un gesto de aprobación y curva sus labios.

—Tan bien, como para darte tu primero beso— menciona con burla en el tono de su voz y se me hace un inmenso hueco repentino en el estómago.

¡Ni lo permita Dios!

Siempre he soñado ese momento «contigo» pedazo de cretino, no con otro chico.

—No creo que eso suceda— digo sintiéndome incomoda hasta la medula.

—Bueno... el hijo de puta como dices no es feo, te trata bien, aunque yo lo odie. —admite.

—Tampoco es como si me importara tu opinión o como te cae, es gusto mío después de todo—el castaño queda estupefacto ante mis palabras —Además ¿por qué tanto interés en eso? — replico de mala gana y éste suelta una risotada. —Si es por lo del otro día, créeme que no estoy interesada en ningún chico ¿De acuerdo? —el frunce el ceño de mala manera y aprovecho para preguntar: —Por cierto. ¿Qué les pasó a tus amigos? porque yo no les he tocado un solo pelo y hoy parecía que un tractor les hubiese pasado por encima.

— Tenemos un trato. —dice sin más.

—Tal vez deberías dejar de golpear personas, también se siente genial.

—Eso no es de tu incumbencia Julia, tú confórmate con nuestro trato— gesticula irritado.

Sin decir nada más se retira dejándome sola.