Amor inocente | Aristemo

127 - El corazón nunca se equivoca

Aristóteles abrió la puerta de su casa, en la sala estaban Polita y Eduardo jugando con Arqui.

-Aris, no tardaste tanto - dijo Polita levantándose del sillón
-El camión salió casi de inmediato - respondió Aristóteles desanimado - Me voy a mi cuarto
-¿no quieres comer algo?
-No, no tengo ganas

Aristóteles se fue a su habitación, cerró la puerta detrás de él y se echó en la cama. No pudo dormir como a él le hubiera gustado; Solo se quedó mirando hacia el techo extrañando desde el minuto uno la partida de Temo.

-"Ven conmigo a la ciudad" - recordaba las palabras de Temo - "¿Nos imaginas viviendo juntos?" - Aristóteles se levantó y se sentó en la orilla de la cama - ¿por qué le dije que no? - se preguntaba - Sabes por qué lo dijiste, no puedes abandonar de esa manera a tu familia, no cuando dependen de ti. Primero mi papá sale de nuestras vidas y ahora yo, eso no está bien. Además, yo no tengo ningún plan aunque me fuera, aquí mi carrera está empezando a tomar forma, poco a poco pero lo está, pero podrías darte a conocer en la ciudad, podría haber más oportunidad. Aristóteles que estás diciendo. ¿Serías capaz de irte? No, claro que no, no sé ni por qué te lo preguntas. Una vida con Temo, sería maravilloso - sonrió el chico al imaginarse esa vida

Polita tocó la puerta y Aristóteles le dio permiso de pasar.

-¿estás bien?
-Sí mamá, sé que es tonto porque hace una hora que se fue pero...ya lo extraño.
-Recuerdo el día que estaba ayudando a Blanca a poner el mantel y te pidió que le llevaras a los vecinos el pastel ¿ahí fue donde conociste a Temo no?
-Sí - Aris no pudo evitar sonreír - Cuando se lo quise dar estaba distraído y por eso se cayó
-¿crees que le gustaste desde el primer momento en que te vio?
-No, ¿o sí? Nunca se lo pregunté
-No cabe duda que los López vinieron a cambiar a esta familia. Y Cuauhtémoc llegó a la vida de mi hijo para hacerlo feliz
-Para llenarla de...colores
-Hijo, nuca te lo pregunté pero...¿sabias que eras gay antes de conocer a Temo?
-No, no lo sé, creo que nunca había pensado en el amor, porque nunca había llegado a mi vida alguien que me hiciera sentir algo. Pero Temo...Temo me hizo sentirlo todo, me di cuenta que lo quería, ahora sé que lo amo y que quiero... - Aris miró el anillo en su dedo - quiero...pasar mi vida con él - miro a los ojos a su mamá, Polita también lo miró fijamente
-¿qué ocurre?
-Mamá...quiero estar con Temo, empezar una vida con él

Polita sonrió al escuchar las palabras de su hijo, se levantó de la cama y dijo:

-Acompáñame, tengo algo que mostrarte

Los dos llegaron a la sala donde Eduardo y Arqui estaban también.

-Siempre será difícil ver partir a un hijo, que comience su propia vida lejos de sus padres, sin embargo verte feliz, a lado de la persona que amas me quita todas las dudas y miedos que pueda tener sobre tu futuro. Entonces...¿quieres irte? - Aristóteles lo pensó solo unos segundos
-Sí...quiero hacerlo

Polita sonrió nuevamente, se acercó a un cajón y de el sacó un sobre blanco.

-Toma - le entregó el sobre a su hijo y este lo abrió
-Es...¿un boleto de avión?
-Pancho y yo estábamos casi seguros que te querrías ir con Temo, nos sorprendió que dijeras que no, pero no nos íbamos a meter, era tu decisión. Así que Pancho me dio este boleto para que te lo diera por si en algún momento cambiabas de opinión
-Wow, no sé qué decir, ¿estás de acuerdo en que me vaya?
-Lo que te haga feliz, me hará feliz hijo, solo quiero que vivas tu vida
-Pero...tú, Arqui, no puedo dejarlos solos, no tenemos dinero y...
-No te preocupes Aristóteles, yo cuidaré a tu familia - dijo Eduardo tomando la mano de Polita - Muy joven tuviste que saber lo que era trabajar para poder comer, para que tu familia tuviera algo en la mesa. Es hora de que te preocupes por ti
-Jamás fue un problema tener que trabajar
-Lo sé Aris, pero ya es momento de que pienses en ti, estaremos bien, Trabajo duro para sacar a tu hermano adelante y Eduardo estará con nosotros
-Véte tranquilo Aristóteles, tu familia estará bien, y te recibirá con los brazos abiertos cuando decidas volver - comentó Eduardo
-Se que contigo estarán bien, cuídalos mucho por favor
-Lo haré, lo prometo
-Mamá, gracias por todo, no sé qué hubiera hecho si ninguno de mis papás me hubiera apoyado
-Algún día tú papá cambiará, solo dale tiempo, pero yo, siempre estaré para ti. Te amo hijo

Aristóteles los abrazó a ambos, luego se dirigió a Arquímedes que estaba jugando en la mesita de centro.

-Nos vemos chaparro, cuida a mamá, dame un abrazo - Arqui se acercó a Aris y lo abrazó, eso provocó que una lágrima escurriera por la cara de Aristóteles - ¿Es muy precipitado que haga mis maletas y me vaya hoy mismo?
-Sí quieres empezar con Temo desde el día uno, me parece buena idea - respondió Polita

***

Aristóteles se encontraba en la puerta del edificio Córcega. Después de hacer sus maletas se fue a despedir de toda la familia, afortunadamente Robert y Julieta se encontraban ahí, así que pudo despedirse de todos. A Linda le pareció sumamente romántico que quisiera seguir a Temo, Doña Imelda le deseo suerte, Julieta y Robert le desearon todo el éxito del mundo, Blanca lo abrazó y le dijo que no olvidara que su familia siempre lo estaría esperado, Frida y Dave lo abrazaron y Aris les pidió que cuidaran la tropa unidos. Neto se despidió de su nuevo hermano y Yolo le dijo que iría a visitarlos, sin embargo las palabras de una persona o más bien dos lo hicieron sentirse emocionado.

-"Estoy muy orgullosa de ti primo" - le dijo Dani - "Se que lograrás muchas cosas en tu vida, recuerdo que una vez Gabriel me dijo algo de ti que nunca te conté, me dijo que él estaba seguro de que tú serías el orgullo de la familia, que tenías talento para hacer todo lo que te propusieras, que llegarías muy lejos y mira, tuvo toda la razón"

Aristóteles se despidió de su mamá por última vez.

-Te amo mamá
-Yo más Aris

Le hizo la parada a un taxi y subió a él.

-Al aeropuerto por favor - El auto arrancó y Aris se despidió a lo lejos de su mamá y su hermano. - No, sabe que, primero tengo que ir a otro lugar...

***

-¡Ya voy! Como tocan el timbre de veras - Pancho abrió la puerta - Aris que...
-¡Gracias! - dijo Aristóteles abrazándolo. Pancho vio el taxi afuera y dijo:
-¿ya te vas verdad?
-Sí, quiero estar con él - Susana llegó a la puerta y nada sorprendida dijo:
-¿Es lo que creo que es?
-Sí Susana - respondió Aris emocionado
-Te tardaste Aris, creí que te irías con él en la central, pero bueno, esa era tu decisión. Pero sabía que te decidirías. ¿Por qué crees que mande a Temo en camión? Por si acaso. Vas a llegar primero que él a la ciudad, él va a la mitad del camino
-Pancho, no te conocía esa astucia - dijo Susana
-Gracias a los dos
-Eres mi yerno, el hombre que hace feliz a mi hijo, y siempre los apoyaré, Aristemo
-Bien, ya es hora de que me vaya - Aris se dio la vuelta y volvió al auto, antes de abrir la puerta Pancho gritó:
-¡Aristóteles, una cosa más...Chiflando y aplaudiendo!
-¡Chiflando y aplaudiendo! - respondió Aristóteles con una sonrisa

***

Aristóteles ya estaba a bordo del avión listo para despegar. Después de las indicaciones de seguridad el avión despegó y comenzó su trayecto rumbo a la Ciudad de México.

-Llegaré mucho antes que él, rayos, ¿a dónde tengo que llegar? No sé dónde va a vivir - se dijo Aris preocupado - en el mismo departamento de aquella vez supongo, bien...empezamos un poco despistados, cuando aterrice le hablo a Pancho

Aristóteles se relajó un poco y miró por la ventana del avión, solo veía nubes y un cielo azul. Había tomado una decisión. Comenzar una nueva vida con Temo, el hombre que amaba, no sería fácil pero si ambos se apoyaban no había nada que no pudieran hacer juntos.

-Al final, el corazón nunca se equivoca...

FIN.