113 - Nunca deje de amarte

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-¿necesitas algo hija?
-No...solo necesito estar a solas, toma, tal vez pueda ayudar en algo - Yolo le dio los celulares a su papá y este los tomó, se fue a su cuarto, cerrando la puerta se sentó en el escritorio y encendió la laptop - Necesito llamarlo...

***

-Aris - dijo Polita - Ví entrar a Yolo y a Neto al edificio, creo que está bien
-¡Que buena noticia! Ya me estaba preocupando
-¿desde cuándo son tan buenos amigos? - Aris se encogió de hombros
-Hace unos días creí que era familia y junto con Temo habíamos prometido llevarnos mejor, le quiero avisar a Temo que está bien
-Aris...tal vez ella le diga que está bien... - Aristóteles entendió lo que su mamá quería decirle y agachó la cabeza
-Sí...tienes razón, solo...iré a ver cómo está

***

-¡Cuauhtémoc! - dijo Yolo cuando el videochat mostró a Temo en pantalla
-¡Yolo! ¡Al fin se algo de ti! ¡¿Dónde estuviste?! ¡Estaba preocupado!
-Really? - una sonrisa se dibujó en la cara de Yolo
-Bueno...You are my friend Yolo - respondió Temo sonriendo
-Tú también eres mi amigo Cuauhtémoc
-¿Estás bien?
-Sí...bueno, no sé, es complicado pero estaré bien, entendí que tengo a mi familia y a un amigo
-Claro que lo tienes Yolo, ¿quieres salir a tomar algo? Me cuentas con calma lo qué pasó
-No, necesito decirte algo en este momento, es lo único que puedo arreglar o qué puedo intentar arreglar
-¿a que te refieres?...

***

Aristóteles tocó la puerta de los Rey, Neto abrió la puerta casi de inmediato.

-Hola Neto
-Hola Aris, ¿que se te ofrece?
-Me entere que Yolo está de vuelta, ¿puedo verla? Quiero saber si está bien
-No sé si realmente se encuentre bien, ha pasado por...cosas que una adolescente no debería pasar
-Sé de que hablas
-Pero claro, pasa

Aristóteles entró al departamento y se recargó en la silla del comedor.

-Esta en su habitación, si no abre tal vez se quedó dormida
-Entiendo, gracias - Aris estaba a punto de dar vuelta en el pasillo cuando Neto lo detuvo
-Espera
-¿Sí?
-Yolo me contó...cosas cuando veníamos de regreso y te incumbe
-¿qué cosas? - preguntó Aristóteles. Neto tomó el celular y se lo dio a Aristóteles
-Yolo me dio esto, tiene una conversación contigo, ahí están las amenazas para que terminaras tu relación con Temo
-¡¿qué?! ¡¿Este es el teléfono?!
-¿por qué no dijiste nada? Pudimos encontrar una solución, protegerlos
-¡¿fue Yolo?!
-¡No! No, fue Guido Mussi, él fue quien te amenazo...y también a Temo
-¡¿a Temo?!
-Aquí hay otro teléfono con casi la misma conversación pero dirigida Temo pidiéndole que terminara contigo
-¿por qué Guido?
-No lo sé, pero por las pruebas qué hay le hizo daño a mucha gente

Aristóteles estaba intentado asimilar lo que estaba escuchando, todo el tiempo el desconocido estuvo más cerca de lo que creían, no entendía que ganaba Guido con verlos separados pero más que sentirse confundido o enojado se sentía aliviado y feliz.

-¿por qué sonríes? - preguntó Neto. Lágrimas de felicidad cayeron de los ojos de Aristóteles
-¡Nunca dejó de amarme! ¡Solo me estaba protegiendo como yo a él! O bueno eso creo, no, estoy seguro que así fue

Aristóteles corrió emocionado hacia la habitación de Yolo.

***

-¡¿qué?!
-Lo que escuchaste, todo el tiempo fue Guido, no...no entiendo porque lo hizo pero... - A Yolo se le hizo un nudo en la garganta - No creí que fuera capaz de...hacer todo lo que hizo, sorry Temo
-Yolo no, tranquila, tú no tienes la culpa de nada, de absolutamente nada

Al igual que Aristóteles, Temo estaba impactado con la noticia, No sabía cuáles eran las razones de Guido pero eso ya no importaba, Aristóteles nunca dejó de amarlo, ya no había barreras para estar juntos de nuevo.

-Yolo yo...no sé...¡no sé cómo agradecerte! esto...esto es...

Aristóteles entró sumamente contento a la habitación de Yolo sin tocar la puerta.

-Aristóteles ¿qué haces aquí?
-¡Como te amo! ¡Gracias gracias Gracias! - Aris levantó de la silla a Yolo y la abrazó dándole un par de vueltas. Temo veía la escena por la pantalla emocionando de poder decirle que podían volver a estar juntos
-¡Aris! - dijo Temo
-¡Necesito decirle! - Aristóteles en su euforia no se dio cuenta que Temo estaba en la pantalla
-Pues dile...- dijo Yolo señalando la pantalla pero antes de que pudiera terminar la oración Aristóteles salió corriendo
-¡¿a dónde va?! - dijo Temo exaltado
-Tal vez...va a buscarte en este momento - Una sonrisa en la cara de Temo se dibujó - ¡¿Qué estás esperando?! ¡Alcánzalo a mitad del camino Cuauhtémoc López!
-¡Sí...sí....tienes razón! ¡Tengo que...este...me voy! ¡Eres la mejor Yolo!
-Lo sé, date prisa

Temo cerró de un golpe la laptop y salió corriendo, tomándose del barandal de la escalera para no caer.

-¿a dónde vas? - preguntó Grecia que lo vio salir apresurado
-A recuperar al amor de mi vida - dijo Temo feliz

Salió corriendo de la casa y se dirigió al edificio Córcega lo más rápido que pudo. Por otra parte Aristóteles también salió corriendo hacia la casa de los López Córcega.

-¿Aristóteles? - se topó con Audifaz en la puerta del edificio
-¡No puedo hablar!

Ambos corrían hacia un mismo objetivo, reencontrarse y poder amarse como nunca dejaron de hacerlo, pero esta vez sin que nadie se los impidiera.

Aristóteles esquivaba a toda persona que se le cruzaba en el camino. Temo podía sentir en todo su cuerpo la emoción de poder abrazar a Aristóteles de nuevo.

-¡Cuidado! - Sin darse cuenta Aristóteles se tropezó con una canasta que una anciana tenía en el suelo
-¡auch! - dijo Aristóteles sobándose la rodilla
-¿hijo estás bien?
-Sí, estoy bien, ¡nada me va a detener! - Se levantó y comenzó a correr de nuevo aunque ahora cojeaba un poco pero mantenía una buena velocidad
-Pronto Aristóteles, pronto - se dijo Temo mientras iba corriendo

Ambos llegaron al parque, cada uno estaba en el extremo contrario pero si seguían su trayecto se encontrarían de frente. Seguían corriendo con la vista hacia adelante y ahí...se detuvieron ambos...encontrándose...mirándose uno al otro, se acercaron lentamente hasta estar a menos de un metro de distancia. Ambos estaban agitados por correr tan lejos pero no dejaban de sonreír.

-Me...me...dame un segundo, me caí - Aristóteles se llevó las manos a las rodillas para tomar aire - listo...
-Aris...
-Temo...
-¡Nunca deje de amarte! - dijeron los dos al mismo tiempo. Ambos sonrieron al escuchar la oración del otro
-Todo lo hice para protegerte mi amor - dijo Aris con lágrimas en los ojos
-No quería que te hicieran daño Tahi - contestó Temo de igual manera
-Yo te amo Cuauhtémoc López nunca lo dudes
-Y yo a ti Aristóteles Córcega, te amo como no tienes idea

Ambos se acercaron lentamente, Aristóteles tomó la cara de Temo con ambas manos y lo besó, Temo lo tenía tomado de la cintura mientras cerraba los ojos para sentir los labios de Aris, un beso que duró más de lo que normalmente podría durar. Ambos se abrazaron con fuerzas pudiendo sentir cuanto se necesitaban el uno al otro.

-Te prometo que lucharé con todo y contra todos si algún día nos quieren volver a separar- dijo Aristóteles
-No permitiré que luches solo, somos Aristemo - respondió Temo. Aristóteles se separó de él para poder verlo a los ojos
-Sí, somos Aristemo

Ambos sonrieron y volvieron a unirse en un beso a mitad del parque. Habían pasado por mucho dolor las últimas semanas pero al final el corazón nunca se equivoca y encuentra su camino de regreso a casa.


Fin del capítulo 113.

Amor inocente | AristemoWhere stories live. Discover now