89 - La playa y sus consecuencias

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Aristóteles y Temo están de regreso en México para dirigirse a sus dos últimos destinos antes de volver a Oaxaca; esta vez las playas de Puerto Vallarta los esperan para continuar su aventura.

-¡Rápido Temo!
-¡Ya voy! - Temo se estaba quitando la playera para meterse al mar, Aristóteles ya estaba jugando en el agua- Siempre me dejas atrás
-Perdón, me gana la emoción - Aris le lanzó agua en la cara a Temo, la cuál le entró en la boca y escupió
-Esta salada
-Pues si, es el mar, ¿qué esperabas? - dijo Aristóteles riéndose
-Sí así nos vamos a llevar - Temo respondió de igual manera lanzando agua

Ambos jugaron un buen rato de esa manera. Aristóteles se sumergió en el agua unos segundos.

-¿Aris? ¿Dónde estás? - Temo volteaba a ver hacia todas direcciones
-¡te tengo! - Aris salió del agua de un brinco abrazando a Temo y dejándose tirar al agua. Los dos salieron a la superficie, Aristóteles se quitaba de los ojos el cabello que no lo dejaba ver
-Espera... - Temo se acercó a Aris para acomodar su cabello - listo...tan guapo como siempre - Aris sonrió y abrazó a Temo unos segundos para luego volver a dejarse caer al agua

***

Después de un rato se sentaron en la arena observando el horizonte.

-Es más hermoso de lo que imaginé - dijo Aris
-¿nunca habías venido a la playa?
-No, una vez habíamos planeado el viaje, pero...ya sabes, el dinero siempre es el problema
-Sabes que ya no más - dijo Temo volteando a ver a Aris
-Temo...- Aristóteles miró fijamente a Temo con una sonrisa - gracias...haberte conocido es lo mejor que me ha pasado y haber tenido esta experiencia contigo fue increíble. Pero sabes que yo no te quiero por tu dinero
-Eso ya lo sé, pero es una ventaja que mi familia tenga las oportunidades para hacer esto
-Sí, pero sabes que yo siempre me he esforzado por salir adelante, y ahora más que nada debo hacerlo por mi mamá y mi hermano. No quiero que te la pases solucionando mis problemas aunque el dinero sea la clave para que desaparezcan
-Sí pero...
-Temo...enserio, agradezco todo esto, lo que me has dado, pero me gustaría que para futuros viajes o cosas que hagamos juntos que involucren dinero primero hables conmigo, yo también quiero dar mi parte en esta relación - Ambos se miraron fijamente donde Temo asintió
-Esta bien, pero promete algo
-¿qué cosa?
-Que trabajarás en tu orgullo, entiendo lo que me dices y creo que yo sería igual si los papeles estuvieran invertidos, pero soy tu novio y debes abrirte un poco, en que sí puedo ayudarte lo haré sin dudarlo, claro, platicando primero contigo
-Esta bien. ¿Tenemos un trato?
-Sí Aristóteles - ambos chocaron los puños y después se abrazaron en la arena

***

Ambos caminaban por el malecón con el atardecer de fondo.

-Te ves muy bien Aris
-Gracias, tú no te quedas atrás - dijo Aristóteles empujando con el hombro a Temo

Ambos llevaban shorts beige y mocasines cafés con la diferencia de que Temo llevaba camisa blanca y Aris una camisa azul.

-Hola jóvenes - dijo una señora de edad avanzada - ¿gustan comprar un collar de conchas?
-¿quieres uno? - preguntó Temo
-Sí, solo si tú me dejas comprarte uno
-Muy bien

Aristóteles tomó el que más le gustó, un collar con una pequeña concha y se lo colocó a Temo

-Una pequeña concha para mí pequeño novio - dijo Aristóteles con una sonrisa lo que provocó que Temo también sonriera

Temo tomó un collar con una pequeña estrella de mar y se lo colocó alrededor del cuello a Aris.

-Siempre dices que soy tu estrella, así que de una estrella...recibe otra
-Si en algún momento se ven en un problema y creen que no tiene solución, solo recuerden el significado que les han dado a estos collares y les aseguro que la tormenta se apaciguará - dijo la mujer
-Lo haremos - respondió Aris

La mujer se alejó y ellos siguieron caminado.

-No estoy pequeño Aristóteles - dijo Temo
-No...-dijo Aris poniendo su mano encima de la cabeza de Temo - Es un juego de la Luz supongo - dijo burlándose

***

Ambos se encontraban ya en la habitación de hotel después de un hermoso día

-¿quieres cenar en la terraza? - preguntó Temo
-Sí, estaría bien, quiero un sándwich
-Bien, deja pido servicio a la habitación

Temo tomó el teléfono y ordenó la cena, le dijeron que estaría en su habitación en cuarenta minutos.

-Ya, creo que me quemé, me arde la espalda
-Déjame ver, traigo una crema en la maleta

Temo se quitó la camisa y le dio la espalda a Aris para que pudiera ver.

-Yo no veo nada ¿dónde dices que te duele?
-En está parte - Temo intentó con su mano señalar el lugar
-Bueno, te pondré crema

Aristóteles tomó un poco de crema y la frotó en la parte que Temo había señalado.

-Esta fría, se siente bien - dijo Temo
-Sí...Aristóteles tragó saliva - sabes...- Dejó la crema sobre el buró y colocó ambas manos sobre la cintura de Temo. Temo sintió las manos de Aristóteles y se tensó un poco. Aunque lo había hecho muchas veces, esta era la primera vez que Aris tocaba la piel desnuda de Temo
-Relájate...- dijo Aristóteles al sentir la tensión de Temo
-Se...se siente...- dijo Temo nervioso. Aristóteles volteó a Temo para que pudiera verlo de frente
-¿no te gusta? - Temo se quedó callado - hay que...- El corazón de Aristóteles comenzó a acelerarse y besó a Temo en los labios con una delicadeza que nunca había tenido
-Aris...- Temo sentía una extraña sensación que le recorría el cuerpo y que nunca había sentido

Aristóteles empujó a Temo hacia la cama no lo demasiado fuerte pero él se dejó caer. Aris intentó desabrocharse la camisa pero sus nervios no lo dejaron.

-Solo...- dijo Aris mirando a Temo. Se acercó nuevamente a él y puso sus manos en su abdomen. Temo al sentir las manos de Aris exhaló nervioso. Aristóteles bajo un poco y tomó el short de Temo e intentó bajarlo un poco. Temo cerró los ojos y arrugó la frente
-A...Aris ¿qué estás haciendo?...


Fin del capítulo 89.

Amor inocente | AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora