Amor inocente | Aristemo

28 - Aris, date cuenta

-Aris, ¿puedes ayudarme a subir esto a la azotea? - preguntó Linda
-Sí prima, ¿esta caja?
-Sí, y yo me llevo está otra que está más liviana

Aristóteles tomó la caja sin ningún problema y se dirigió a la azotea mientras que Linda iba detrás de él. Ambos llegaron arriba y Linda le ayudó a abrir la puerta

-Déjala ahí, ya luego yo la acomodo
-De una vez la pongo donde tú me digas
-Bueno, entonces si puedes, súbela a ese mueble de ahí

Aristóteles aunque era alto, el mueble era más alto que él, se tuvo que poner de puntitas pero al final logró subir la caja con un poco de esfuerzo

-listo prima
-gracias primo, aún me acuerdo cuando me pedías que te subiera a la silla en el comedor porque tú no podías solo, y ahora, cargas más de lo que pesas
-Ya ves, uno crece - dijo Aristóteles mientras mostraba sus brazos
-Debes traer loco a las chavas
-Pues...a mis fans sí, pero...como tal a una en específica, en la escuela o algo no creo, supongo, no sé, no me interesa
-¿No te interesa tener novia o...no te interesan las chavas? Preguntó Linda
-Yo...no...- Aristóteles se puso nervioso por la pregunta que le habían hecho - No me interesa tener novia, ósea, si me interesa, no ha llegado esa persona especial creo
-Pues si no sales con nadie, nunca la vas a encontrar primo, siempre estás con Temo

A Aris se le dibujó una sonrisa en el rostro cuando Linda mencionó a Temo

-Uyyy esa cara, espera...¿no te gusta Temo o sí?
-¿qué? No, como crees, yo...no...no, no soy gay
-No tendría nada de malo Aris, tendrías unos problemas con parte de la familia pero hay muchos otros que te apoyaríamos
-Lo sé, pero no siento nada por Temo de esa forma, él es mi amigo; Lo lleve al jardín oculto por una pulsera, mira, yo tengo esta y él tiene una con una luna, símbolo de nuestra amistad

Linda miraba la pulsera y levantó la vista hacia Aris

-¿lo llevaste con Clara?
-Sí, es la mejor para encontrar la pulsera indicada para cada quien ¿verdad? - dijo Aris mientras sonreía
-Sí, ella nunca se equivoca...- le dijo Linda
-¿Me necesitas para otra cosa? Quedé con Temo para ir al cine y aún tengo que cambiarme
-No, ya puedes irte, muchas gracias primo, diviértete
-Gracias, nos vemos

Aristóteles salió de la habitación y bajo por las escaleras

-Ay Aris, Clara nunca se equivoca, el sol, la luna, esas sonrisas cuando hablas de Temo, cambiarte de ropa cuando así estabas bien, diría que estás ocultando algo, que tienes miedo, pero te conozco, no te has dado cuenta...