Amor inocente | Aristemo

71 - Un cuento de navidad, parte 1

¡Navidad! Esta hermosa época del año donde no importa a dónde voltees, encontrarás un delicioso ponche, a alguien rompiendo una piñata, a la persona apurada comprando los últimos regalos, muchas otras tirando a la basura el pastel de frutas regalado, luces por las noches, y miles tradiciones especiales para cada familia. Y claro...nuestras familias favoritas no están exentas de estas fechas; Los Córcega, los López-Córcega y los Rey están listos para celebrar. Sobretodo dos personas especiales...pasarán su primera navidad juntos y ambos esperan que sea inolvidable...Y tal vez lo sea...pero...¿de que manera?...

-De este lado ya está listo Aris -dijo Temo
-También acá, solo falta un detalle
-¿cuál? Ya no hay adornos - preguntó Temo volteando hacia los lados en busca de más adornos
-Ven...-dijo Aristóteles mientras con la mano le decía a Temo que se acercara

Temo se puso enfrente de él y Aristóteles levantó con su otra mano un pequeño ramo de muérdago para ponerlo encima de ambos.

-¿Conoces la tradición Cuauhtémoc López?
-Mmmmm, no sé de qué tradición hablas - dijo Temo llevándose la mano a su barbilla en señal de burla
-¿ah no? Entonces permíteme mostrártela...

Aristóteles con su mano libre tomó a Temo de la cintura y lo acercó a él, mientras que el muérdago permanecía encima de ellos.

-¿Algo así te da una idea?
-Tal vez...¿luego que sigue?...-preguntó Temo mientras veía a Aristóteles y sonreía
-Esto...

Aristóteles beso a Temo en los labios, los dos cerraron los ojos mientras que Aris tomaba a Temo de la cintura con ambos brazos y Temo entrelazaba sus brazos por detrás del cuello de Aristóteles.

-La mejor tradición- dijo Aristóteles
-Sí, ahora lo es - respondió Temo con una sonrisa
-¿vas a venir a la cena verdad?
-Sí, ¿aunque no crees que mi papáncho y tú tía Blanca exageraron en invitar a Yolanda y a su familia? y tal vez suene feo lo que diré pero...tú papá, tu abuela como si nada hubiera pasado...
-Temo, quedamos que las peleas con Yolo acabarían, y lo que mi papá me hizo ya quedó atrás, quiero dejarlo atrás, tener rencores no nos llevara a nada, es Navidad, hay que difrutar lo que realmente importa, compartir el amor con todos los que nos rodean
-Tienes razón, olvidemos todo lo malo, que solo haya espacio para el amor - dijo Temo  sonriendo

***

-¿tú sabes que nos regalará Papancho? - preguntó Julio a Temo
-Tal vez...
-¿y qué es? - preguntó Lupita
-Esperen hasta que sea Navidad
-Pero aún falta un chorrotote
-No sé dice falta un chorrotote Julio, se dice falta mucho
-Por eso
-Ya mañana es la cena solo tienen que esperar un día, pero les encantará, se los prometo - dijo Temo
-¿ni una pista? - preguntó Sebas
-Ya no diré nada, mi boca es una tumba
-Sí su boca estará ocupada besando a Aristóteles como los vi hace rato entonces no dirá nada niños - dijo Axel que estaba sentado a un lado de ellos ocupado en el celular
-Uyyyyy - dijeron los tres niños al mismo tiempo burlándose de Temo
-¡Axel! - dijo Temo apenado
-¿qué? mis hermanos de Toluca me dijeron que como estaban lejos yo era el encargado de molestarte como hermano mayor - dijo Axel burlándose
-A veces extraño cuándo yo era el hermano mayor
-Pues ya no más Cuauhtémoc, te duró poco el gusto
-Como solo nueve años creo - respondió Temo riéndose

***

-Aris, ¿estás seguro que quiere ir? Podemos hacer una cena nosotros, con lo de los jugos tengo algo de dinero, puedo preparar algo rico
-No mamá, ya se lo dije a Temo, adiós a los resentimientos, y se lo dije a mi papá, no pelearé esta guerra con más odio
-Está bien hijo, entonces iré a ver en qué le puedo ayudar a Blanca, cuida a tu hermano

Polita se fue y Arquímedes estaba jugando en la mesa de centro de la sala como siempre; Aristóteles se acercó a su hermano y se sentó en el sillón.

-¿a qué juegas? -obviamente no recibió respuesta de él- te tengo un regalo, a ti y a mi mamá, me pagaron lo de la sesión de fotos que me consiguió Susana. Los tres lo son todo para mí, tú, mi mamá y Temo...quisiera decir lo mismo de nuestro papá pero bueno...espero que un día cambie. Yo sé que no entiendes lo que te estoy diciendo, ni siquiera me estás haciendo caso pero...perdón por ponerte en esta situación, ser quién soy te puede alejar de nosotros, pero te prometo que haré todo para que nuestra familia esté bien.

***

-Por favor, no quiero ninguna grosería mañana, ¿me lo prometen? Será Navidad, no es momento para que peleen con los vecinos
-No te preocupes papá, nos portaremos bien - dijo Andy
-Eso espero duendes, ¿qué hay de ti Yolo?...Yolo te estoy hablando

Yolo estaba distraída con el celular que nisiquiera estaba escuchando a Neto.

-¡Yolotl!
-¿what?
-¿Me prometes que te portaras bien en la cena de mañana? No quiero que seas grosera con nadie, y mucho menos con Aristóteles y Cuauhtémoc, es Navidad
-Sí, pero...¿después de navidad puedo volver a molestarlos? - Neto puso una cara seria y cruzó los brazos
-Just kidding - respondió Yolo
-Bien, eso espero

***

-¡Temo! - dijo Susana llamándolo...
-Sí dime, qué pasa
-Por favor, necesito que vayas al mercado a comprar unas cosas para la cena de mañana
-Sí, yo voy no te preocupes

Temo tomó su celular y llamó a Aristóteles.

-Aris, voy al mercado, ¿me acompañas?...bien...te veo en las escaleras

— - — - —

-¿qué vamos a comprar? - preguntó Aris. Temo leyó la lista que le había dado Susana
-dice...no le entiendo a la letra de Susana, escribe muy bonito pero no entiendo
-déjame ver...nop, no entiendo
-Rayos, entonces tendré que hablarle por teléfono...

— - — - —

Ambos estaban comprando lo necesario en el mercado, ya estaban de salida cuando una anciana se les acercó.

-¿quisieran comprar gorros de santa?

La anciana traía una canasta con gorros navideños. Temo volteó a mirar a Aristóteles y él a Temo.

-deme uno por favor- dijo Aristóteles sacándose unas monedas del bolsillo, la anciana se lo entregó y Aris inmediatamente se lo puso a Temo en la cabeza - Todo un santa, aunque algo delgado - dijo Aris riéndose
-¿así? Yo también te compraré uno - Temo eligió una diadema de reno y se la puso a Aristóteles
-Todo un reno...un muy lindo reno - le pago a la anciana a lo que ella contestó
-Gracias, ambos hacen una linda pareja...- la señora le tomó el brazo a Aristóteles y le dijo acercándose a él- No lo dejes ir, es buen muchacho - ella sonrió y se alejó
-Por supuesto que no lo dejare ir, mi pequeño santa desnutrido - dijo Aristóteles dándole un beso en la mejilla.

Fin del capítulo 71.