Amor inocente | Aristemo

6 - ¿Por qué estas yendo a terapia?

Habían pasado dos semanas desde que Aris había aparentemente solucionado el conflicto con su papá. Él y Temo habin vuelto a lo que comúnmente hacían, iban a la escuela, jugaban básquetbol, iban al parque, salían al cine; Pero existía algo en la cabeza de Temo que no lo dejaba estar tranquilo, por qué Aris iba a terapia y no le dijo nada. Decidió que le preguntaría en el camino de regreso hacia el edificio saliendo de la escuela.

-Y así es como compuse mi primera canción- Terminó de contar su historia Aris
-Increíble- contestó Temo - oye Aris, quería preguntarte algo, espero que no te moleste
-¿molestarme? No creo pero ¿de que se trata? - dijo Aris sin dejar de caminar y mirar donde pisaba
-¿por qué estás yendo a terapia?

Aris se quedó pensativo, que le diría a Temo, iba por muchas cosas, como ya le había dicho a sus papás, los problemas económicos y familiares lo hicieron volver...pero...las dos últimas sesiones sin que lo notara se la había pasando hablando de Temo. Que era su mejor amigo, que había llegado en el mejor momento a Oaxaca para apoyarlo, que...se sentía extraño. Aris le contó al psicólogo que quería mucho a Temo, haría cualquier cosa por él sin pensarlo, y que tenía miedo de que Temo pensara que ese cariño se estaba malinterpretando y que eso pudiera arruinar su amistad; Que Temo le había contado que le gustaba alguien y mucho, y que por alguna razón a él no se le quitaba de la cabeza quien podría ser.

-Por...por - Aris se puso nervioso - lo que escuchaste, los problemas familiares, el fallecimiento de mi abuelo Canuto y el estrés de donde sacar dinero- respondió Aris sin saber más que decir
-Sí necesitas dinero yo te puedo ayudar
-No Temo, como crees, ya me ayudaste el otro día y aún no te los pago
-Nunca dije que te los había prestado Aristóteles
-¡Ya ves!, con menos razón, claro que te los pagaré, mira, no te preocupes por mí ¿sí? Solo estoy yendo para liberar un poco la tensión que tengo, nada grave

Temo torció la boca, sabía que Aris no le estaba contando todo, pero tampoco lo podía obligar, tal vez luego se abriría y le contaría más cosas, por ahora creía que Aristóteles se había abierto lo suficiente.

-Esta bien, pero no dudes de pedir mi ayuda en cualquier cosa que necesites- le responde Temo dándole un puñetazo amistoso a Aris en el hombro
-lo sé - Aris sonríe- ¿unas carreritas de esta cuadra a la otra? El que llegue primero a la panadería invita el chocolate en la noche
-Va, trato hecho- dice Temo dándole la mano a Aris para cerrar el trato
-Bueno, en sus marcas, listos, ¡fuera!

Fin del capítulo 6.