Capitulo 70

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Cuenta Hoseok.




Era la cuarta vez que venía a esta exposición de artes, no era que me interesara ver las obras más destacadas de ciertos artistas que estaban en apogeo, yo venía a ver unas en especial, solamente.

Las de Jungkook.

Me encontraba frente a una de ellas, la pintura era de un lago repleto de nieve alrededor. Jungkook jamás me dijo lo que significaba para él este cuadro, pero intuyo que el lago que corre y se ve tan normal como cualquier otro sólo es un camuflaje de sus lágrimas, el como el mundo no podía percatarse de eso y lo veía como algo trivial y simple, ocultando así el como él se sentía por dentro, y la nieve representa el frío, todo aquellos sentimientos que se veía obligado a no contar por lo helada que era su vida, soportando golpes, y aquél amor tóxico hacia Jimin.

Incluso tal vez yo fuí el único que pudo decifrarlo.

Lo conozco tan bien.

Lo extraño demasiado, a pesar de que han pasado días no logro asimilar que el tiempo en el reloj ha seguido su curso, por más que le insistí irme con él, me dijo que necesitaba estar solo.

Pero no logro sacar de mi cabeza ese momento...





Flashback.









Lo llevaba en el auto, las banquetas estaban cubiertas de nieve y sentía las lagrimas secas en mis mejillas, estábamos por llegar al aeropuerto.

Su padre había intentado convencerlo, y yo también, que no tomara esta decisión. Pero fue en vano.

Estaciono el auto cuando llegamos al aeropuerto, lo volteo a ver pero él sigue con su mirada sobre ese mismo punto, como si una vaga esperanza en mí me dijera que tal vez se arrepienta y se quedara aquí. Pero mi mundo se desmorona cuando veo que abre la puerta y baja.

Al bajar me dirijo a la cajuela con un adormecimiento en mis sentidos, voy abriéndola pero me es imposible que mi mirada no vuelva a cristalizarse.

–Te extrañaré... –lo escucho decir, está a mi lado.

Volteo a verlo cuando la cajuela está totalmente abierta, bajo las maletas y toma una a una en sus manos. –Creo que no se acercara a lo mucho que yo lo haré –me a sincero.

–No me odies por esto, Hoseok.

–Jamás podría, Jungkook –me acerco y poso una mano sobre su hombro–. Sabes que estoy para apoyarte. Sin embargo, me gustaría acompañarte por si tal vez...puedas llegar a necesitar un hombro donde sostenerte, o tal vez llorar.

Y sonríe cuando eleva ligeramente el rostro para encontrarse con mi mirada. –Necesito hacer esto solo. Y de verdad...no me equivoqué en pensar, que otro amigo como tú en el mundo, no habrá.

–Cualquier amigo, que de verdad es un amigo, lo haría.

–Entonces, casi no hay verdaderos amigos.

Sólo le sonrío.

–Disculpame por no haberte podido ver como un hermano, así como antes lo hacía –le digo.

Desde acá se escucha la voz de la bocina del aeropuerto diciendo sobre que un vuelo estaba por despegar.

–Es tu vuelo, ¿no?

Asiente con la cabeza, su mirada luce apagada.

Me acerco un poco a él. –Mucha suerte, Jungkook.

Online Gamer ~yoontae~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora