Prólogo

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Miró su rostro detalladamente, sus ojos eran de un color chocolate, su nariz era grande y respingada, su cabello castaño oscuro caía alaciado en forma de hongo en su frente y sus labios delgados se veían un poco colorados.

Su corazón latía acelerado y sus manos no dejaban de sudar. Observó su vestimenta y no pudo evitar sentirse más presionado y nervioso.

Su abuela Hye le había comprado un traje negro, el cual le obligó a portar. Su único consuelo fue que sus padres también habían tenido que vestirse de "gala" para la cena que tendrían en unos minutos, en donde su abuela les comentó que les presentaría a algunas personas importantes, las cuales les ayudarían mucho.

– ¡JungKook!– gritó su madre, sus zapatilla resonaron en toda la casa – ¡¿Ya estás listo?! ¡La familia Kim está por llegar!

El castaño rodó los ojos, mientras volvía a mirar su reflejo.

– ¿Por qué mi abuela quiere que conozcamos a esas personas?– suspiró y susurró para sí mismo –No le encuentro ninguna razón.

– ¡Jeon JungKook te estoy hablando!– el golpe de las zapatillas, le advirtió al castaño que su madre se dirigía a su habitación – ¡Todos ya estamos listos, solo te estamos esperando!– llegó a la puerta y la golpeó varias veces.

– ¡Ya estoy listo!– gritó ansioso y a paso rápido se alejó del espejo, se dirigió a la puerta, y la abrió para encontrarse con su madre.

JungKook se sorprendió al verla, lucía preciosa, tenía puesto un vestido color rojo que le llegaba hasta las rodillas, su cabello estaba perfectamente peinado en una coleta, sus zapatillas eran plateadas con algunas piedras incrustadas, y su maquillaje la hacía lucir más joven.

Iba a elogiarla, pero Ha-neul habló primero.

–Te ves guapísimo– con sus delicadas manos comenzó a sacudir el saco de JungKook, aunque el castaño noto que no tenía ningún rastro de polvo o alguna pelusa –Vamos abajo.

Ha-neul giró sobre sus pies y sin esperar a su hijo comenzó a bajar las escaleras. JungKook siguió a su madre y cuando bajó se encontró con su padre y abuela. Bae vestía un traje negro igual que él y su abuela Hye llevaba un vestido largo, color azul petróleo, junto con una boina que adornaba sus rizos platinados. Se veía preciosa.

– ¿Listo mi niño?– le preguntó Hye, sonriéndole abiertamente.

–Algo... Estoy un poco nervioso– se acercó lentamente a su familia –Aún hay cosas que no entiendo.

Hye sonrió apenada y sujetó las manos de su nieto.

–Te prometo que esta noche te enterarás de todo. 

JungKook frunció el ceño ¿Por qué su abuela solo se dirigía a él? ¿Acaso sus padres ya sabían sobre la noticia que su abuela les quería dar?

El timbre sonó.

Sus padres se pusieron tensos mientras se acomodaban en una hilera frente a la puerta, el castaño fue colocado por su abuela a un lado de su padre.

Hye sonrió en grande, dirigiéndose a la entrada.

JungKook tenía un mal presentimiento.

La puerta fue abierta dejando al descubierto a tres personas. Los ojos del castaño se posaron de inmediato en la mujer que estaba en el centro, parecía tener cincuenta años de edad, tenía el cabello lacio y de color castaño dorado, su piel estaba perfectamente cuidada y vestía un vestido elegante, negro y de tiro largo.

La mirada de JungKook se dirigió al chico que estaba del lado izquierdo de la elegante mujer, parecía ser de su edad, su cabello castaño claro brillaba con la luz de las bombillas y su traje color vino, lo hacía ver más juvenil. Odiaba admitirlo, pero el chico era atractivo.

De inmediato posó su atención en la chica que estaba del otro lado. Su corazón latió muy fuerte al notar que los ojos negros de la rubia, estaban posados sobre él.

JungKook sintió un gran alivio al volver a sentir las ya conocidas mariposas en su estómago, y lo mejor de todo, es que eran provocadas por una mujer. La chica era muy hermosa, su vestido plateado la hacía lucir un cuerpo de maravilla, era sin duda la versión más joven de la mujer que estaba parada en el centro.

Ninguno de los dos desvió la mirada del otro. La chica rubia le sonrió y el castaño se sintió débil.

JungKook estaba seguro que ambos se sentían atraídos, tal vez algo podría surgir con esa chica en el futuro.

Tenía la certeza de que había regresado a la normalidad, sabía que lo que pasó en la secundaria era solo una etapa de su adolescencia. Algo pasajero.

Otra vez se sentía atraído por una mujer. ¡Tenía que celebrar!

JungKook sonrió en respuesta, correspondiéndole a la hermosa chica.

Estaba seguro que esa noche su vida cambiaría, y no se equivocó. 

MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)Where stories live. Discover now