Capítulo 3

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Salvar la humanidad. Esas tres simples palabras me estaban carcomiendo el cerebro. ¿A qué se habrá querido referir mi abuela con eso?. Según ella, todos los supremos se suicidaron para mantener la paz, y por ende, para salvar. Quise plantearle mi duda, pero se fue con la excusa de que debía reunirse con unas amigas a jugar golf.

Hay algo que no termina de encajar. Una pieza clave del rompecabezas. La gran pregunta es: ¿Cuál es?.

Sin nada que hacer, salí con Kira a dar un paseo. Me coloqué mis auriculares y dejé que la música se reproduciera. Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no había notado que me encontraba en el mismo parque al que hace algunos meses atrás visité con Alex. Solté la correa de Kira y dejé que saliera corriendo por todo el lugar. Me dirigí hacia los columpios, pasé mis dedos con delicadeza sobre ellos, recordando el lindo momento que viví con el castaño.

Me senté en uno y comencé a columpiarme con poca fuerza.

¿Cómo estará Alex? ¿Habrá comido ya? ¿Cómo le habrá ido en la universidad? ¿Y Becky, Finn, Lucas y Zack? ¿Seguirán disfrutando y riendo? ¿Siguen haciendo locuras? ¿Alicia habrá vuelto a la casa o no? Su padre murió. En verdad me preocupa el estado de esa chica, a pesar de que fue una auténtica perra conmigo. ¿Raquel seguirá igual de hermosa que siempre? ¿Tom habrá dejado de ser amargado?.

Becky... ¿Habrá hecho amigos? ¿Me extrañará? Porque sin duda yo a ella sí. A todos, aunque al que más extraño es a Alex. Ese que con solo mirarme me hacía perder el raciocinio y me hacía vulnerable ante su penetrante mirada. ¿Será que encontró a alguien? ¿Se habrá enamorado?.

A veces siento el gran impulso de querer volver, tanto que en algunas ocasiones me encuentro haciendo maletas y me obligo a parar. Si me fui, fue para que el mundo estuviera bien, incluyéndolos.

Me pasé las palmas de las manos por los ojos y mejillas para eliminar cualquier rastro de lágrimas que tuviera. Aún soy muy sensible ante esos pensamientos. Me levanté del columpio y llamé a Kira, la cual vino corriendo hasta mí. La levanté del suelo y caminé a casa.

Ya estaba anocheciendo cuando llegué. Tomé una ducha corta y salí del baño con mi pijama puesta. Mi celular comenzó a sonar a causa de una llamada, que contesté sin siquiera chequear quien me llamaba.

— ¿Hola?.

— ¡Hola, mi amor! — saludó Freddy con entusiasmo — ¿Qué estás haciendo justo ahora?.

— Hablando contigo — respondo con tono de obviedad. Él suelta un bufido.

— Pero, ¿Tienes planes para hoy?.

— ¡Ay, no te moleste, menstruación! — le digo juguetona —. Y sí, tengo planeado dormir.

— ¿No te gustaría hacer algo que no sea eso? — pregunta insistente —. Podríamos ir a una fiesta, o beber algo, o...

— No me apetece hoy, Fred — le corto su inspiración. Él suspira cansado.

— Está bien — acepta derrotado —. ¡Pero vendrás conmigo a una que se hará en unos días sí o sí! — exclama retante.

— De acuerdo, de acuerdo. Iré — digo riendo un poco.

— Así me gusta, que me obedezcan — dice y yo ruedo los ojos —. Bueno, es una fiesta de disfraces. Procura llevar máscara o antifaz — menciona y corta la llamada. Que loco es este chico. Sin duda él y Zack se llevarían de maravilla.

Estuve acostada en la cama con Kira hechada a mis pies. Estaba revisando mis redes sociales, viendo si los chicos habían subido fotos, de los cuales solo Anastasia y Zack lo hacían. Que ganas de reaccionar a sus publicaciones y comentar, pero recuerdo que para ellos yo estoy muerta y pues —además de la tristeza que me invade—, contengo mi impulso.

Krístals: El fin de la maldición [A.C. II]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang