Krístals: El fin de la maldición [A.C. II]

Sinopsis

Querido Alex:

Talvez te preguntes porqué rayos te escribí una carta. Y la respuesta es, que para cuando despiertes, yo ya no estaría aquí, y necesitaba decirte unas cuantas cosas.

¿Me fui? Sí, lo hice. ¿A dónde? A donde me lleve el viento. ¿Por qué? Porque es mejor que me aleje de todos ustedes.

Como sabes, soy la Krístal Suprema. Sí, sí lo soy, y lo supe desde hace un tiempo. Podré ser la más poderosa de los ángeles caídos, pero de mí depende que la vida sobre el planeta no peligre. Que profundo, ¿No?.

Poseo una serie de poderes, como la telequinesis, control mental, superaudición, lazo de la verdad mental, camuflaje, hipergrito, y otros más.

¿Recuerdas la vez que me dijiste lo que sentías por mí?. Esa noche estaba un poco ebria. ¿Un poco? Okey, sí, estaba muy ebria y decidí utilizar el lazo de la verdad mental contigo. Tenía demasiadas ganas de conocer tus sentimientos hacia mí que creí que era una buena idea. Borracho todo parece una buena idea. Lo siento si te forcé a decírmelo, no era mi intención pretender humillarte o avergonzarte.

Era muy arriesgado que me quedara, por eso me marché, aunque... En realidad, no tengo idea de si me iré al cielo o al infierno. Me voy a suicidar, es la única manera de que no desaté un caos en la tierra. Todos los Krístals Supremos estamos destinados a acabar con nuestras vidas para mantener la paz.

Pero... No quería irme sin decirte una cosa, y es que Alex... Yo...

Yo te amo. No quería irme sin que lo supieras. Me enamoré perdidamente de tí desde el mismísimo instante en el que mis ojos se encontraron con los tuyos en el baño del instituto, cuando planearon mi secuestro. ¿Lo recuerdas? ¡Fue una locura!.

Aún me pregunto cómo es que frente a tus ojos me sentía desnuda, tan transparente, como si pudieras ver en mí lo que los demás no pueden. Odiaba con mi alma que me hicieras sentir tan vulnerable, que fueras mi debilidad, aunque amo que seas mi fortaleza. Y ahora este es un sacrificio que hago, por el mundo. Por tí, para que vivas una vida llena de plenitud, para que la continúes y seas feliz, a pesar de que no sea conmigo.

Trata de vivir sin nuestros abrazos, sin nuestros besos, sin nuestras conversaciones extrañas. Sin esas tardes en las que veíamos películas. Sin esas noches en las que dormíamos juntos. Eso lo extrañaré un montón.

Me duele dejarte, pero tengo que hacerlo. Es lo mejor. Debo irme y no volver. Debo desaparecer.

Espero encuentres a alguien que te haga muy feliz y te haga sentir completo. Espero encuentres a alguien que te ame tanto como tú a ella y estén resignados a pelear a muerte el uno por el otro. Te deseo las mejores vibras de ahora en adelante.

Fuiste, y serás siempre, mi único amor. El amor de mi vida.

Te extrañaré mucho. Y recuerda:

Te amo. Y te amaré durante toda la eternidad.

Siempre tuya:
Kamila.

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