Capítulo Uno - Sueño hecho realidad.

6K 124 11
                                    

Viernes por la tarde, había bajado del avión pocas horas antes y todavía no era consciente de la situación. No podía creer lo que estaba viviendo. Miraba alrededor y todo parecía como una película: el cielo nublado, los edificios antiguos, el gran reloj. Realmente estaba en Londres, estaba cumpliendo el sueño que tuve desde chiquita. 

Hacía muy poco que había llegado, todavía me estaba acostumbrando. Después del viaje en taxi que desde el aeropuerto, todo había pasado muy rápido. Al llegar dejé todas mis cosas desparramadas en mi habitación de hotel y salí a recorrer la ciudad, sin duda es el lugar más hermoso que conocí en mi vida. Estuve dando vueltas más o menos por tres horas hasta que decidí ir a un bar a merendar. Las personas me miraron de manera extraña cuando a las seis de la tarde ordené un café con algo dulce para comer: me había olvidado que allá no tienen algo como la merienda, y que ese es el horario de su cena. No me importó, disfruté mucho mi merienda. 

El único inconveniente de este viaje era que estaba completamente sola: tres meses antes había aplicado a una beca de intercambio en mi país, Argentina, y sin esperarlo en absoluto había sido la ganadora de esta experiencia. Claro que tenía una parte de estudio, pero las clases de Inglés que eran parte del paquete que me había ganado empezarían recién el lunes de la semana entrante así que por cinco días tendría que esperar para conocer a las personas con las que pasaría mi estadía.

Terminé de merendar y me dirigí de nuevo al hotel para agarrar mis carpetas y papeles del Instituto ya que me tenía que ir a inscribir para mi curso.

Decidí llevar mis carpetas en la mano, eran muy pocas cosas como para usar un bolso y además tenía todo aún guardado en las valijas, mi salida duraría como mucho media hora. Tenía una carpeta con los papeles de mi identificación, mi visa, y cosas por el estilo y otra carpeta con los materiales necesarios para la nivelación del curso. Me puse los auriculares y le di play a un álbum de "Skies", mi banda favorita, de origen inglés, claro. Ellos habían sido una de las razones por las que empezó a interesarme este idioma. Salí del hotel y caminé tranquila por la calle, admirando la vista como si estuviera soñando, la música me envolvía completamente y todavía me costaba entender que mi sueño había comenzado a hacerse realidad. El instituto estaba a pocas cuadras del lugar en donde viviría los siguientes tres meses así que no tendría que pagar ni un centavo para trasladarme, podría ir a pie y disfrutando de la ciudad sin problemas. 

Estaba caminando sin mirar realmente por donde iba cuando sentí a alguien chocar conmigo. Todo pasó muy rápido: antes de que pudiera darme cuenta, vi cómo todos mis documentos volaban por el aire. Mis carpetas y papeles quedaron tirados en el piso, igual que yo, pero la única diferencia era que sentía un dolor horrible en mi tobillo. Cuando lo miré, ya había empezado a hincharse, además de estar raspado por la caída.

Levanté la vista y vi a un chico rubio con los ojos más hermosos que jamás había visto también tirado en el suelo. 

- Lo siento mucho, de verdad, no te vi. -  Me quedé sin palabras. El chico que me había chocado, la causa por la que estaba sentada en el suelo con el tobillo lastimado era nada más y nada menos que Noah Manders, uno de los cantantes de Skies. Sí, mi banda favorita. 

Apareciste como un sueño.Where stories live. Discover now