Capítulo 14 - Un deseo

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—Esto es el colmo...

El tono de voz de Meilin era tétrico y hasta cierto punto... daba miedo. Llevábamos alrededor de una hora dando vueltas en vaya a saber Dios donde, porque a Eriol se le había antojado tomar un camino nuevo.

—¿Quién fue el que te dijo este camino? —pregunté masajeando mi cabeza.

—El maldito del profesor Morisaki...

—¿Y por qué diablos le creíste? —pregunté molesto—. ¡Ese sujeto necesita un GPS hasta para llegar a su casa!

—¿Y qué mierda iba a saber yo que el sujeto es malo dando indicaciones? —preguntó molesto—. Muy amable se acercó a mí y realmente creí que quería ayudar.

—No pongo en duda sus intenciones, Eriol —dije—. Pero el profesor Morisaki tiene un pésimo sentido de orientación. Hasta yo me se desplazar mejor que él por la cuidad y estoy ciego...

—¡Ya basta! —gritó Mei—. Iré a pedir indicaciones.

—No las necesitamos...

—¡Claro que las necesitamos, idiota! —le gritó a Eriol—. Tenemos una hora dando vueltas y nada nos parece familiar. Estoy hambrienta y nuestros celulares se quedaron sin carga por usar el GPS que no nos ha servido de nada ¡Ya quiero llegar a la maldita preparatoria!

Meilin se bajó del auto sin esperar más y nos dejó solos. Ambos soltamos un suspiro, resignados, porque nadie podía llevarle la contraria a Li Meilin... y menos cuando estaba hambrienta.

—Lo siento...

—Ya... no tienes que disculparte. Solo necesitas pasar más tiempo aquí para que te acostumbres y no tengas que pedir indicaciones —dije riendo.

—¿Indirectamente me estas pidiendo que me mude a Japón, lobito?

Podía imaginármelo con sus ojos brillantes, detrás de sus estúpidos lentes, y dándome una sonrisa socarrona. Así era Eriol y aunque no lo reconociera en voz alta, me agradaba tal cual era.

—No tientes tu suerte, cuatro ojos.

—La verdad es que... —dijo en un tono preocupantemente serio y luego se quedó callado unos segundos, como si estuviera pensando bien que palabras usar—. Estoy considerando... mudarme a Japón.

¿Qué mierda? ¿Por qué diablos iba a querer mudarse a Japón cuando su vida estaba en China? Eriol era muy bueno en los negocios y era la mejor opción para ser el líder de las empresas... No entendía por qué rayos estaba considerando mudarse, a menos que...

—¿Mi madre te lo pidió?

—No... Yo se lo pedí a ella —dijo, sorprendiéndome—. Escuché una conversación de la junta directiva y están considerando expandir los horizontes de la empresa... la primera opción es Japón.

La luz que me guía en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora