Capítulo 6 - Los acordes del inicio

1.1K 102 10
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La alarma de mi despertador comenzó a sonar y enseguida la suave voz de la locutora de mi programa favorito se escuchó por toda mi habitación.  Me levanté dando un gran bostezo, tenía tiempo que no dormía tan tranquilo como anoche. Con parsimonia, fui al baño para asearme  y cambiarme de ropa, hoy era un buen día para retomar mi antigua rutina.

Saludé a mi peludo amigo y le dije los grandes planes que tendríamos para hoy, saldríamos a trotar un rato en el parque como lo hacíamos hace algunos meses, lo cual era bueno para él y también para mí.

Salimos de casa y fuimos caminando hasta el parque, donde comencé a prepararme para comenzar a trotar. En el pasado, algunas personas que también trotaban por allí les había causado curiosidad de cómo y por qué me ejercitaba, la respuesta que yo les daba era bastante sencilla y solía usar mí ya acostumbrado tono ácido para que me dejaran en paz.

El hecho de tener una discapacidad, no significa que no pueda realizar las cosas que a mí me gustan —Y con eso, solían dejarme tranquilo.

—¡Hey, Li! —dijo una voz que tenía tiempo sin oír.

—Hola, Yamasaki —le respondí sin detener mi estiramiento.

—Tenías tiempo sin venir ¿Cómo has estado?

—Un poco ocupado, pero bien ¿Cómo está tu esposa? ¿Ya dio a luz?

La última vez que habíamos hablado, me contó que su esposa estaba en el séptimo mes de embarazo y estaba más susceptible de lo normal... Así que solía salir a trotar para escapar de ella.

—¡Sí! ¡Gracias a Dios! —Sentí de inmediato su mano en mi hombro... No era muy afecto al contacto con desconocidos, pero ya me había habituado a lo confianzudo que podía ser este sujeto—. Hace dos semanas nació mi pequeña y Chiharu ha vuelto a ser la misma de antes... Aunque mi jefe me dijo que me cuidara porque aún falta la depresión postparto... —dijo en tono desanimado.

No sabía mucho del tema, pero mis hermanas habían pasado por la tan mencionada "depresión postparto" y todos sus maridos buscaron refugio en casa de sus madres durante esos días... y si ellas habían pasado por eso, muy probablemente fuera algo común en las mujeres...

—Solo... solo no te desanimes —dije, tratando de darle ánimo.

—Gracias, amigo —dijo en tono risueño—. ¿Vamos a trotar juntos? Así te cuento unas historias muy interesantes.

No pude negarme y así, junto a Kerberos, comenzamos a trotar. Las historias de Yamasaki eran buenas... por eso al principio caía muy fácilmente en ellas, pero luego comencé a discernir cuando me decía algo cierto y cuando me mentía para tomarme el pelo... A pesar de eso, me caía bien, era un buen tipo y no me molestaba conversar con él.

La luz que me guía en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora