Blindness ♡ •[PJM]•

일곱. SEVEN.

- ¿A que te refieres? - Sonaba extrañado por mi anterior comentario.

Me quedé callada durante unos segundos, trataba de poder tener una buena organización de palabras para poder explicarle bien.

- JiMin. - Alcé mi mirada. - Mi vista tiene un dato algo interesante. - De nuevo dudé. Tenía miedo de decirle y que me tratara diferente después.

- Vamos Hanri. - Sentí que tomó mi mano y que la entre lazó con sus dedos.

Está bien, lo diré.

- JiMin, sí puedo ver. - Solté. Hubo un silencio. - Pero no bajo la luz, solamente en la oscuridad total. - Informé.

- ¿Como es posible eso? - Se notaba curioso.

- Ni siquiera los doctores saben explicar eso. Pero puedo distinguir en la oscuridad, no totalmente pero si un 85% de mi al rededor. - Expliqué. - Por eso mis ojos son muy diferentes a lo que antes se ha visto. Me han dicho que debo ocultarlos y nunca hablar de eso. Por eso nunca te lo dije, ni siquiera mi hermano lo sabía hasta hoy. - Comenté ya más tranquila.

- Tenías miedo. - Afirmó. - De que te viesen como una persona extraña. ¿No es así? - Pregunta y me límite a asentir. - Tranquila. Jamás te trataría así. - Sentí que sus brazos me rodearon y me estrecharon.

En ese momento me sentí protegida, un sentimiento de felicidad y amargura me invadió. Quiero ver como es, y eso no lo pienso dudar.

- Quiero verte JiMin. - Solté. Él se separó de mi sin brusquedad y noté que pensaba en aquello.

- ¿En serio? - Preguntó algo... ¿Emocionado?

- Si, siempre he querido saber si la chicas de aquí tienen razón al llamarte el chico más sexy y lindo de la universidad. - Sonreí con algo de burla y él río.

Sentí como se levantaba de mi lado y caminaba seguramente en dirección al enchufe de luz. Después de un momento se escuchó un Click indicando que la luz se había ido. También escuche que movía unas cortinas, signo de que quería asegurarse de que no hubiese luz.

- Listo. - Le escuché. - Ahora no veo nada. - Ríe y le seguí.

Inhale y después solté aire lista para enfrentarme a eso que quiero desde que lo conozco.

Con algo de lentitud me quité mis gafas negras y las coloqué cerca.

Pude distinguir el lugar, al parecer era mi habitación y sonreí con alegría por aquel plan tan bien hecho de mis amigos y hermano.

- ¿Hanri, donde éstas? - Mi mirada lentamente fue a dar con una sombra en medio de la habitación.

Era algo alta, más alta que yo. Me levanté de lo que era mi cama y con cautela me acerqué a aquel chico que estiraba sus manos en busca de algo para sostenerse. Tomé una de sus manos con nerviosismo y él se quedó quieto.

- ¿Hanri? Por favor dime que eres tú. - Pide con algo de miedo, lo suyo al parecer no eran las películas de terror.

- Es obvio, soy la única aquí. - Me reí. - Ven. - Lo llevé con cuidado a la cama para que se sentara en ella.

- De acuerdo. ¿Ahora que sigue? - Habló con algo de nervios.

- ¿Puedo..? - Pregunté con duda y recibí un asentimiento de su parte.

Con algo de miedo y lentitud, logré rosar con la yema de mis dedos sus mejillas, él se estremeció por mi toque y sonreí. Mis manos quedaron plantadas ahí mientras mis ojos recorrían cada facción a detalle de aquel rostro.