Her name is Won ; Park Jihoon (박 지훈)

• n u l l

Me aseguré de hablar con el resto de la clase para que el alumno nuevo se sintiera cómodo, y no porque a mí me apeteciera pasar parte de mi hora del almuerzo hablando con una bola de subnormales acerca del respeto mutuo, sino porque nuestro asesor me lo había pedido al ser la representante de la clase. Un chico iba a ser cambiado de salón al nuestro debido a un pleito que tuvo con algunos de sus compañeros.

Me enteré en una de las juntas del comité estudiantil que hay cada semana, pero realmente no me interesaba saber los detalles, más porque el representante de esa clase era de lo más aburrido, solo se concentraba en sacar buenas calificaciones y en evitar "mezclarse" con sus demás compañeros de clase que no fueran parte del comité, solo trataba bien a los que quería, supongo que esa era la única cosa en común que teníamos además de ser representantes de nuestra clase. Yo no me consideraba inteligente, pero tampoco era una idiota, sacaba calificaciones regulares y la única razón por la cual yo era la representante de la clase era porque la chica más inteligente se ponía nerviosa al hablar frente a más de cuatro personas.

—Entonces, ¿hay alguna duda?— Pregunté al resto de la clase mientras lanzaba al aire la naranja que me iba a comer tan pronto salieran del salón, para atraparla segundos después.

—¿Puedo decirle al nuevo que eres mi novia?— Preguntó Seokhwa, haciendo el primer chiste de ese tipo del día. Yo simplemente volteé a verlo y le lancé la naranja para que cayera en su estómago y rebotara en su regazo.

—Toma, estás babeando, debes tener hambre.

—Siempre tan hostil— Dijo agitando la naranja y poniéndose de pie, al igual que todos los demás alumnos.

Me acomodé las gafas con el dedo índice y medio. —Siempre tan idiota— Dije simplemente y todos comenzaron a salir del salón de clases.

Después de que todos los alumnos a excepción de mis amigas, salieron, me senté en la superficie del escritorio del salón, esperando a que ellas se acercaran a mí.

—Qué bueno que le diste esa naranja- Dijo Min tan pronto estuvo cerca de mí. —, te traje café de la tienda- Explicó ante la interrogación de mi mirada.

—Yo te traje pan— Agregó Haneul.

Haneul y Min eran mis amigas, Min era mi mejor amiga pues ella se había ganado toda mi confianza, y aunque a Haneul también le tenía confianza, ésta y el cariño no eran en misma medida como con Min. Ellas a menudo me traían cosas para almorzar, y si no me apetecían las mandaba a la cafetería a comprar algo para que las tres almorzaramos. Los padres de Min tenían una cafetería, así que a ella le resultaba fácil traerme café, pan o algún pastelillo, no sabía de dónde era la comida que Haneul me traía, pero siempre se la agradecía.

—Puedes traerlo aquí, cari-

No pude terminar de hablarle a Haneul porque un enorme bullicio se apoderó del pasillo que estaba fuera del salón. Y era por esas cosas que odiaba ser la representante de la clase.

Las clases estaban asignadas por edificios que correspondían a una letra, no podía haber más de una letra asignada en un edificio, por lo que era raro que los alumnos de un edificio entraran a otro durante la hora del almuerzo u horas libres, ya que el alumnado se encontraba muy dividido entre sí debido a la asignación, por eso, los representantes que habían en un edificio de salones eran los responsables de éste. Si había una pelea, un accidente, robos y demás, caía todo en nuestra responsabilidad. Mi edificio era el B, las clases 1, 2 y 3-B estaban en éste, por lo que las relaciones entre los sunbaes de los alumnos menores de cada letra, y éstos, siempre era estrecha dentro del instituto al que asistíamos.

Me bajé del escritorio furiosa. Hacía días que no podía dormir y comer bien, y la hora del almuerzo era la única que tenía para descansar un poco del agitado ritmo de vida que tenía.