Capítulo 25

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  • Dedicated to Cituju Alvarez
                                    

            Lucinda y Rebecca miraron a Paola, sorprendidas.

            -¿Qué has dicho?- preguntó Lucinda sin poder creer lo que acababa de oír.

            -Que a mí me violaron.

            -Pero… nunca me has contado nada.

            -No quise contárselo a nadie hasta hace unos días que se lo conté a Jackson.

            -¿Se lo contaste a mi padre?

            -Sí… Lucinda, nadie lo sabía pero al parecer los secuaces de Seth lo descubrieron y me amenazaron. Me dijeron que si no te raptaba para entregarte a Seth contarían lo de mi violación.

            Lucinda que estaba de pie, se apoyó en el muro de la cocina, sorprendida.

            -No puede ser…

            -Paola tiene razón…- dijo Rebecca que había permanecido callada- a mí también me amenazaron con contar un terrible secreto que guardaba.

            La joven la miró.

            -¿Qué secreto?- preguntó con voz apenas audible.

            -Maté a un inocente hace algunos años.

            Lucinda se llevó una mano a la frente.

            -Dios, pensé que confiabais en mí… os amenazan y no me lo contáis… ¿en qué pensabais? No me iba a enfadar.

            -Lo siento, Lucinda, pero no podía hacerlo… de verdad que quise pero no podía, pensé que sólo me amenazaban a mí y que les iba a parar los pies antes de que os enterarais todos- dijo Paola.

            -Aún así… te amenazaron para que me raptaras…- luego las miró a ambas- os amenazaron… a saber a quien más amenazaron…

            -Probablemente a todos los cazadores que no fueran tu padre o tú…- dijo Rebecca.

            -No me lo puedo creer… de verdad…- Lucinda se sentó en una silla y miró a Paola- ¿cómo fue que te violaron?

            Paola le contó todo lo de la violación bajo la atenta mirada de Lucinda y Rebecca. Al terminar, dijo mirando a Rebecca:

            -Por eso te digo que lo cuentes, te sentirás mejor y más si es a las personas a las que quieres…

            Rebecca comenzó a sollozar y Paola la abrazó.

            -Lo pasé muy mal, Paola, no creo que pueda contarlo…

            -Inténtalo, no hay mejor psicólogo que uno mismo o si no mírame a mí… hacía tiempo que no me acordaba de la violación hasta hace poco que fue cuando me amenazaron… y me siento bastante mejor desde que he podido compartirlo con alguien.

            Lucinda las miraba, sorprendida. No podía creer lo que acababa de oír de los labios de su amiga. Paola había sido violada y ni siquiera en aquella época se dio cuenta. Todo por rebelarse contra su padre y escaparse casi siempre de casa. La joven apretó los puños hasta que los nudillos se le quedaron blancos.

            Paola la miró.

            -Lucinda, no te enfades por favor…

            -No estoy enfadada contigo si no conmigo misma. Si no me hubiese escapado de mi casa tantas veces y no hubiese desaparecido durante tanto tiempo me habría dado cuenta.

Deseos en la OscuridadWhere stories live. Discover now