Todas las cosas que amo sobre ti.||Jackjae.

Seventeen (2)

Era ahora o nunca.

Esta noche, bajo esta hermosa luna que nos ilumina y nos mira ,yo, te diré todo los que siento por ti.

Jackson tomó un baño primero mientras que dejaba al rubiesito en su pieza para que buscase algo de ropa, cosa que tomó tiempo ya que la ropa del mayor era notoriamente grande.

—Jae ahí te deje toallas limpias para que uses tranquilo, tómate tu tiempo, yo estaré esperándote abajo.

—Gracias hyung, no tardaré mucho.

Mintió, tardó más de la cuenta. El baño del mayor contaba con una hermosa bañera la cual no dudó en aprovechar. Una vez seco procedió a cambiarse con un pantalón rasgado en las rodillas que seguramente a Jackson ya le quedaban chicos, junto con un camisa blanca y negra a rayas, pero la camisa no se encontraba en el baño, así que supuso que la había olvidado arriba de la cama.

Mientras tanto, abajo, el castaño intentaba encontrar la forma de decirle todo sus sentimientos al rubio sin desmayarse en el intento. Era tan simple como decir un simple "me gustas" y quizás ser rechazado, pero si el rechazo viniera del menor sería el doble doloroso, ya estaba tan acostumbrado a su presencia que le seria imposible imaginar que sería de el sin Youngjae a su lado.

Quiso mirar la hora desde su teléfono pero vio que lo había dejado en la habitación así que no quedaba otra que subir y tomarlo, pero al acerlo,no contaba con encontrarse con el menor a medio vestir aún con el cabello húmedo y el torso desnudo. Y lo más gracioso es que el rubio ni se inmutó ante su presencia mientras que Jackson sintió que necesitaba un tanque de oxígeno.

—Oh Hyung, ya estaba casi listo. Me había olvidado la camisa arriba de la cama.

—S-si.. y-yo me olvidé e-el celular a-a-aqui y vine a..a.. a bu-buscarlo..

— ¿Te encuentras bien hyung?

BÁRBARO, FANTÁSTICO, NO SABES LAS GANAS QUE TENGO DE TIRARME DESDE LA TERRAZA DE ESTE EDIFICIO AHORA MISMO. ESTO DEBERÍA ESTAR PROHIBIDO.

—S-si, yo.. dejaré que te cambies tranquilo, estaré en la cocina.

O en el cementerio, ya que en serio creyó haber muerto.

🌃🌃🌃

Mentiría si dijera que no estaba nervioso. Sentía que iba a morir por segunda vez en el día. Y todo gracias a la misma persona. Era impresionante la forma en la que Youngjae cambiaba todo de sí mismo a gusto y placer. Jamás estuvo tan rendido a los pies de alguien en su vida y por más que fuese joven estaba seguro de que si esto no resultaba bien, no volvería a sentir lo mismo por alguien, jamás.

Había una gran variedad de puestos de comida en el lugar, de más países de los que pudiesen contar. Si el estómago no fuese tan delicado a la hora de comer, estaban seguros de que hubieran ido puesto por puesto felices de la vida sin importar los, seguramente, problemas digestivos que eso conllevaba. Todo iba maravillosamente, a tal punto en el que uno pensaba que era demasiado perfecto para ser real. Y es que era así, hasta que el mayor creyó ver una cara conocida. A unos tres puestos de distancia logró reconocer a un animado Hanbin con una hermosa muchacha. Iban de la mano y podría apostar que lucían como una pareja de recién casados. Youngjae no logró verlos en un principio pero se hizo inevitable, cuando ambas parejas se dirigían al mismo puesto. Jackson sudaba frío. Lo que menos quería ahora era que su pequeño no estuviese con la cara desanimada que cargaba anteriormente. No sabía de qué hablar, no quería sacar conclusiones apresuradas sobre los sentimientos del menor. Y en un momento cuando al castaño se le terminaban las ideas, el rubio pasó una de sus manos por el cuello del mayor para poder acercarse más y poder susurrar a su oído.