Twelve.

481 77 17
                                    

3:37 a.m.

Youngjae miraba el reloj en una de sus paredes. Frustrado, cansado. Daba vueltas en su cama abrazando una de sus almohadas intentando conciliar el sueño.

Era así cada noche de las últimas semanas. La intranquilidad hacia eco en su cabeza de forma persistente y estaba arto que se presentara en la madrugada.

Y es que, al cerrar los ojos, los recuerdos que creyó haber borrado volvían a aparecer.

Recordaba aquella época en la que creyó que había encontrado amigos para toda la vida.

Un pequeño Youngjae de 11 años disfrutaba salir con sus dos mejores amigos hacia todos lados. Su madre le dio a libertad de salir (siempre y cuando cumpliera con sus tareas) así que no había problema en ello. A pesar de su edad, el pequeño era muy maduro y sabía cuidarse solo por lo que siempre cuidaba a los otros dos, menores que el.

Kunpimook era un niño tailandés que había llegado a Corea hacía relativamente poco. Bambam, como le gustaba que lo llamaran, se quedó fascinado ante la amabilidad que el mayor brindaba. Tardaron poco y nada en hacerse amigos.

Por otro lado, el menor de ellos, llamado Yugyeom, era el más alto. Bastante berrinchudo y ruidoso. Pero con una ternura que lo caracterizaba y por sobre todas las cosas, fiel. El y Youngjae llevaban aproximadamente 3 años de amistad.

Yugyeom y Bambam congeniaron en el acto. A tal punto que parecían uña y mugre. Youngjae estaba agradecido en eso y esperaba que las cosas siguieran como tal, sin ningún problema.

Recordó también que además de Bambam, había llegado otro muchacho al instituto. También tailandés, Chittaphon. Le gustaba que lo llamaran Ten, para no tener complicaciones con la pronunciación de su nombre.

Ten era un tanto tímido y callado. Le costaba adaptarse a las cosas nuevas. Youngjae trató de ayudarle con eso, y a pesar de la desconfianza en un principio, ambos se llevaban bien.

Demasiado bien.

No se sabe en qué momento ocurrió, pero de un día para el otro, ambos llegaban tomados de la mano y hasta se daban besos en la mejilla. Es que parecía tan natural entre ellos dos que no se percataron de las miradas que sus compañeros les daban.

Incluyendo a Bambam y Yugyeom.

Rumores no tardaron en aparecer, y no unos muy buenos. Pero a ambos no les importaba realmente, se sentían bien juntos. ¿Qué había de malo en ello?

Al pasar los días Youngjae se dio cuenta que sus mejores amigos comenzaban darle la espalda. No quería parecer paranoico pero sentía que ya no formaba parte de sus vidas.

Y no se equivocó.

"No queremos que se nos pegue la homosexualidad". Dijeron ambos.

Simplemente se apartaron. Sin dar más explicaciones, sin poder hablar ni defenderse.

A los 11 años, conoció la soledad por primera vez.

Ten, un tiempo después, volvió a Tailandia y jamás volvió a saber de él.

Se preguntó a si mismo que pasaría si Jackson lo remplazara. A pesar de conocerlo poco, no lo creía capaz. Sentía que había algo diferente en el. Pero aún así, la angustia en el pecho no cesaba.

Sus mejores amigos lo hicieron, su ex también, al salir con una hermosa joven 3 días después de haber terminado.

Entonces ¿Porqué no?...

"Puedo soportarlo", pensaba. Pero no era verdad.

No quería volver a caer en esa soledad otra vez. Jackson lo estaba salvando. Pero tenía miedo.

Miedo a caer, pero esta vez más profundo.

Y quedar allí, quizás para siempre.

Todas las cosas que amo sobre ti.||Jackjae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora