Capítulo N°24

2.1K 219 15
                                    

Capítulo 24: ¿Y conmigo que sientes?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo 24: ¿Y conmigo que sientes?

— ¿Qué estás haciendo aquí? —le examino con la mirada, lleva una camisa negra de cuello v que realza increíblemente su moldeado cuerpo y unos vaqueros que incrementan mi pulso sanguíneo.

Miro a mi alrededor y me doy cuenta que las chicas que rodeaban el auto también se lo comían a él con la mirada. No estoy aquí para juzgarlas, estoy pensando lo mismo que ellas.

—Creí que te alegraría verme. —frunce el ceño y retira unos mechones de cabello con sutileza de mi rostro. — ¿Estuviste llorando?

Sostiene su mano contra mi mejilla por unos segundos y después la baja gradualmente. Gruño mentalmente al dejar de sentir su toque caliente contra mi piel.

Tú no eres así Lane, necesitas tranquilizarte.

—Algo así. —me encojo. —Pero estoy bien, no te preocupes. —repongo cuando notó su expresión preocupada. — ¿Me vas a decir que haces plantado frente a mi escuela?

—Quería verte. —responde con simpleza, este chico necesita saber que su completa falta de sutileza acelera peligrosamente a mi corazón. —E invitarte a comer, si te apetece.

Mis mejillas se colorean, ha recordado el pacto de salir nuevamente. Y aunque lo he dicho en forma de broma, que lo haya recordado y que esté esperando a pasar más tiempo conmigo solo aumenta mi afecto hacia él.

—Si tienes algo más que hacer está bien, igual puedo solo llevarte a casa. —habla al notar que me he quedado petrificada.

—Estoy hambrienta, creo que por esta vez acepto tu invitación. —discrepo sonriente.

Está estúpida sonrisa que no desaparece.

—Bien entonces. —se hace a un lado y abre la puerta del copiloto para mí. —Tengo un regalo para ti. —advierte y miró dentro dónde sobre el asiento de cuero negro se encuentra una envoltura rosada.

Le miró asombrada y me insta a entrar, lo hago entusiasmada y espero a que rodeé el auto.

—No era necesario. —reprocho y me ignora. — ¿Qué me has comprado?

—Ábrelo y mira. —insta, ansioso.

Eso hago, lo abro con delicadeza, me gusta conservar las envolturas, notó cómo Jax me mira de reojo a la vez que avanza sobre la acera y suelto un bufido cuando miró lo que ha comprado. Jax suelta una carcajada.

— ¿Es enserio? —alzo el libro erótico más sonrojada que nunca.

—Pensé que te gustaría tenerlo. —para las risas y me guiña un ojo.

—De ningún modo voy a leerlo. —advierto.

— ¿Ni siquiera por ser un regalo mío?

Niego.

Lane Lake ✔Where stories live. Discover now