Capítulo N°7

2.6K 239 81
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Capítulo 7: Gracias por ser mi amiga


—Dime —le digo calmada, aunque creo saber lo que se avecina.

Dave toma una inspiración profunda.

—Hoy Elizabeth me fue a buscar a mi casa —explica, tanteando mi reacción, intento no demostrar ninguna emoción significativa dejándolo continuar—. Y hemos hablado sobre ciertas cosas.

Frunzo el ceño y comprendo lo que quiere decir.

—¿Han vuelto a estar juntos? —Dave me mira y desvía la vista hacia otro lado, evadiendo mi mirada.

—No, por supuesto que no —niega de un lado a otro—. Pero ha terminado con Will.

—¿Y ahora quiere volver a estar contigo? —adivino y guarda silencio, dándome la razón—¿Qué te ha dicho?

—Que está arrepentida por todo, que no sabe lo que pasó por su cabeza en ese momento.

—Quieres decir, hace dos semanas.

—Sí, dos semanas —suspira pesadamente.

La habitación se sume en silencio y no quiero ser yo la primera en hablar, necesito asimilar lo que quiero y lo que tengo para decir.

—¿Qué opinas? —insiste cuando no rompo la tensión—. Por favor, dime lo que piensas.

Inspiro profundo y me trago el nudo en la garganta, porque esto, el fin de nuestra inexistente relación está por llegar.

—Pienso que es muy egoísta de su parte aparecerse así de pronto y como si nada —le digo y hace una mueca. Lo siento, pero pidió que dijera lo que pensaba y es la verdad—. Ahora que se dio cuenta de lo que perdió quiere volver a estar contigo, sin embargo, eso no lo consideró antes de terminar su relación. Y ahora que estás disponible y ella no, quiere regresar. No me parece de lo más justo.

—¿Disponible? —se altera y me estremezco. Parece que no le ha gustado mucho mi uso de palabras—. Vine aquí en primer lugar porque se supone que estamos en algo, es esa la razón por la que no le di una oportunidad a Lizzi.

—¡Pero querías dársela! —insisto con aquello que no quiere reconocer—. Tú aún la amas Dave, ¿Para qué engañarte?

—Pero también te quiero a ti... —intenta acercarse y me levanto de un salto de la cama.

—Pero no me amas —susurro—. Y a ella sí, todo este tiempo has tenido la esperanza de que ella recapacite y vuelva a ti.

—No —se niega, pero noto como su barrera decae poco a poco—. No es cierto, ella me dejó y ahora no puedo darle una oportunidad porque estoy contigo—intenta oponerse, usándome como excusa, pero sabe que tengo razón.

—No estás atado a mí, salimos un par de veces, no te sientas comprometido conmigo —intento no flaquear mi voz ni demostrar el nudo de emociones que se arremolinan en el fondo de mi garganta, me fuerzo a sonreír y trago saliva—. Yo entiendo.

—Lane...—se acerca de nuevo y esta vez no me aparto. Acaricia mi pómulo y acerca su rostro a escasos centímetros del mío—. Eres maravillosa. Una chica excepcional, nunca quise que creyeras que estuve estos últimos días contigo solo por usarte como plato de segunda mesa—asiento no muy convencida, pero sin darle vueltas esta vez al asunto, no tengo por qué—. Te juro que, si te hubiera conocido antes, mi corazón sería tuyo ahora mismo —su voz se quiebra y limpia una lagrima escurridiza que se resbala por mis pómulos sin mi previo permiso.

—Lo sé —respondo en voz baja, ocultando mi rostro contra su pecho.

Me abraza y yo a él.

Esto es lo correcto, él y yo, en realidad nunca tuvimos una oportunidad de verdad.

Todo el tiempo, toda la velocidad, todo el debate interno debía de ser por algo. Nuestra relación iba a ser corta y sólo por unos segundos debíamos hacernos creer a la idea de que de verdad pudimos haber sido algo más que amigos, pero no era nuestro momento, el nuestro ya había quedado atrás, en unos maravillosos y especiales días a su lado, compartiendo una relación que, aunque no fue oficial, significó más que cualquier otra, al menos para mí.

—Gracias—le digo y me suelto de su agarre—. Dave, estoy de acuerdo en que Lizzi ha sido una idiota —comienzo y sonrío, al tiempo que borro el último restrojo de tristeza—. Pero ha abierto los ojos, no dejes pasar tu oportunidad, vuelve con ella y demuéstrale que puedes ser el chico que ella necesita.

Cuando me mira, se me estruja el corazón y sé que hemos hecho lo correcto.

—Eso haré Lane —asiente—. Gracias por ser mi amiga—inclina su rostro y deja un casto beso sobre mis labios.

Esta es nuestra despedida.

De ahora en más solo habrá amistad entre nosotros, lo hemos pactado en silencio, sonríe y frunzo la nariz cuando le hago una seña para que se vaya. Ríe y sale de mi cuarto en silencio.

Vuelvo a tirarme sobre la cama y acaricio mis labios con la punta de mis dedos.

Cumplí con él, con mi deseo de estar a su lado y de ser correspondida. Hasta cierto punto.

Ahora, mi vida volverá a la rutina de nuevo, pero al menos comprendí que las relaciones no son tan sencillas como se esperan, que no se puede forzar aún sea a la velocidad de la luz a un corazón no correspondido, a amar otro. Y que Dave Hollow si era lo que esperaba y mucho más que eso.


➷➹➷➹➷➹➷➹➷➹➷➹


Violeta se acurruca conmigo y Elle me comparte de su helado. Ambas chicas han sido bastante comprensivas con la situación, ninguna ha dicho nada sobre lo que ha pasado, pero aun así siguen a mi lado, esperando a que sea el momento de que hable.

Nos pasamos juntas la noche y cuando cierro los ojos, me doy cuenta de lo afortunada que siempre he sido y que antes no veía.

Yo no era invisible para los demás, sino para mí misma.

Siempre tuve a Elle y a Violeta de mi lado en cualquier situación difícil.

Mis padres siempre han demostrado su cariño y apoyo incondicional.

Dave Hollow, el chico que me hacía suspirar en clase, incluso él había notado ciertas cosas de mí a través de los años.

Todo eso, cosas que parecían insignificantes pero que en realidad no lo eran, era lo que me definía y define a mí misma. A la chica que soy y seguiré siendo, porque justo así, logré que personas maravillosas me amarán por lo que soy.

—¿Cuándo nos dirás lo que ha pasado? —rompe el silencio Elle, abro los ojos y miró el reloj de la pared, son las dos de la mañana.

Violeta al otro lado de la cama ríe y le secundo.





Violeta al otro lado de la cama ríe y le secundo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos leemos en el próximo capítulo

Lane Lake ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora