Lane Lake ✔

Capítulo N°12

—¿Su hermana? —pregunta contrariado.

—¿No lo sabías? —dice el otro —. La casa de Yahir no es en realidad suya, es de sus padres.

—Nunca lo mencionó —chasquea molesto.

Hago memoria, ya había escuchado ese nombre antes en alguna parte. Rebusco entre mis recuerdos y repaso cada escenario, entonces un chico moreno se me viene a la mente. ¡Yahir! El chico de la última fiesta... El hermano de Elizabeth Adams.

El chico universitario que nos había presentado Dave a Violeta y a mí, el mismo que al parecer era amigo de la bestia a mi lado y también del hermano del novio de mi hermana. El mundo era así de chiquito para que todo coincidiera, ahora cada vez que estuviera en alguna de sus reuniones, ellos tres estarían ciertamente viviendo ahí.

Bueno, esa era la excusa perfecta para dejar de asistir y comenzar a quedarme más tiempo de caridad  en casa.

Aunque Adelle jamás entendería la razón, por qué no se lo contaría, de otra forma malinterpretaría la situación, alterando las circunstancias y mis decisiones por otras..

Me dejé caer por el sueño en cierto punto del camino y olvidé por unas horas como resolver de ahora en adelante mi vida.

—¿La despertamos ahora? —dijo una voz distorsionada a la distancia.

—Parece muy a gusto —reconocí a mi hermana hablando con alguien más —¿Puedes llevarla hasta su puerta? Parece cansada, no quisiera levantarla.

—Puedo llevarla yo —se ofreció otro —Auch, bueno. No —se quejó adolorido.

—Sí, mejor que Jax la llevé.

Entre abrí los ojos y volví a cerrarlos, como cuando quieres despertar, pero tu cuerpo no te deja hacerlo.

—¿Quién eres y por qué tienes a mi amiga en brazos? ¿Qué le hiciste?

—Se quedó dormida en el auto, su hermana y yo la trajimos de su casa. ¿Puedo pasar?

El ajetreo de la escalera me desperezó poco a poco, miré el cabello de Jax caerle sobre sus ojos y él se fijó en que al fin había abierto los míos. Sonrió levemente.

—Te quedaste dormida, de nuevo sobre mí —dice él, explicando la situación —. Te voy a dejar a tu cama, no te muevas.

—Bájame —le pido.

—¿Qué puerta? —me ignora, buscando donde dejarme—. Ah, es esta.

Empuja la del cartel de la entrada que se encuentra señalada con mi nombre en un corcho colgado de la manija con pequeñas conchitas de mar incrustadas.

Me deposita con suavidad sobre mi colchón y me cubre con la frazada, extrañamente al sentir la textura contra la piel de mis brazos me regresa el sueño. La habitación está a oscuras por lo que deduzco que ya es de noche.

—Duerme —demanda y desaparece.

Y eso hago. Me desentiendo del mundo una vez más y está vez nado entre millones de posibilidades.

Unas horas más tarde me despierto de un salto y miro la hora del reloj que tengo en la pared del frente. Examino la habitación y al encontrarla extrañamente familiar busco las maletas que había llevado a casa de mis padres y las encuentro en una esquina.

Abro la puerta y bajo para encontrarme en el comedor a las chicas con jugos y tostadas, totalmente relajadas y en silencio. Cuando Violeta me ve entrar patea a Adelle debajo de la mesa.

—Al fin te levantas —dice Elle, maravillada. Tallo mis ojos y tomo asiento junto a ellas.

— ¿Cómo llegué hasta mi cama? —interrogo.

Violeta suelta una risita.

—Pues verás. Un chico muy guapo te traía en brazos y lo deje subir para que te recostará, venías medio inconsciente, me llevé un susto tremendo pensé que algo te había pasado.

—¿Uno alto y rubio? —pregunto. Tanteando el terreno.

Adelle mira a nuestra amiga y Vi niega.

—Oh. —respondo.

—Sí, oh. ¿Quién era él?

Adelle desvía su mirada para ahora posarla sobre mí. Trago saliva y me imagino a Jax llevándome hasta mi cama y cubriéndome con la manta. Surreal.

—Jax North —hago una mueca al decir su nombre —. Un amigo de Yahir.

Uso a la primera persona que puedan reconocer para no dar más explicaciones.

Violeta se sorprende y no intenta ocultarlo.

—Aguarda. ¿Yahir? —pregunta Elle confundida. — ¿No se llama así el hermano de Lizzi?

Asiento.

—El mismo.