{capítulo treinta y uno} parte I

3.7K 118 6
                                    

-Te prometemos no volverte a ocultar nada -dijo Yamin apretando mi mano con fuerza. Estábamos sentadas en las escaleras de la salida, esperando a que Justin saliera. Después de la sesión que tuve con él, las gemelas me secuestraron en el baño y me exigieron que les dijera qué me había pasado y por qué no les quería hablar, después que les dije, me estuvieron pidiendo perdón buen rato y sólo me dejaron salir cuando les aseguré que todo estaba bien, pero al parecer aun no estaban lo suficientemente seguras de ello.

-Sí, y lo sentimos mucho -siguió Nedime, haciendo un puchero. Puse los ojos en blanco y solté una risita.

-Chicas, ya. Está bien. Ya lo superé. Sólo estaba asustada de todo esto.

-¿Y ya no lo estás? -preguntó Yamin. Y me tomé un segundo para pensar en la respuesta.

Seguía asustada. Mucho, de hecho. No quería para nada estar al rededor de gente que se tomaba todo ese tipo de cosas tan a la ligera. No quería estar con gente que mataba. Me daba mucho miedo, pero al mismo tiempo, confiaba en estas personas. No sé por qué, pero lo hacía. Las gemelas eran mis mejores amigas, eran fieles, divertidas y cariñosas (Yamin quizás lo demostraba a golpes, pero seguía siendo cariñosa) Conocía a Dan Jolie, su padre y también parte de la secta, él era como Graham, siempre sonriendo de esa manera tierna y luciendo inofensivo. Conocía a mi papá, quien era controlador y enojón, pero no malo. Al menos no de verdad. Conocía a Pattie, quien era como mi madre, incluso más entusiasta y alegre que ella, y al parecer obsesionada con traer aunque sea una niña al mundo. No conocía mucho a Jeremy, pero parecía ser serio, del tipo intelectual. Conocía a los hermanos de Justin, iguales de apariencia, pero muy diferentes en cuanto a su carácter y personalidades. Siempre haciendo bromas y molestándose entre ellos; eran mucho como una familia real, no cómo una familia de gente cruel y malvada. Y sobre todo, conocía a Justin. Bien, quizás no lo conocía tanto, pero sí sabía mucho de él. Sabía que era serio y callado, menos cuando estaba celoso, enojado o empeñado en reclamar que él tenía la razón. Sabía que su padre le robó la infancia y lo convirtió en este sombrío, dañado e insomne chico enojado todo el tiempo, cosa que no pasó con los demás, o al menos no lo hacían notar tanto como él. Sabía que se arrepentía de lo todo lo que hacía, y que no le gustaba hacerlo, y que si pudiera no lo haría nunca más. Sabía muy bien que no era malo. Sabía que nunca me haría nada a mí. Y sabía que, aunque me asustara un poco su -o mejor dicho: nuestro- mundo, seguiría queriéndolo.

-Aun estoy asustada, pero... -me encogí de hombros, tratando de encontrar lo correcto para decir- esta es mi verdadera vida ¿no? Sin mentiras. Voy a vivir aquí así esté asustada o no y mi papá va a seguir en esto así me asuste su trabajo o no. Tendré que superarlo alguna vez.

-Sí. Tienes que hacerlo -suspiraron al mismo tiempo.

-Entonces... mañana llega Graham -solté de repente, ansiosa por cambiar nuestro animo. Ambas chicas me voltearon a ver con las bocas abiertas al mismo tiempo.

-¿Y qué pasa con Justin? -preguntó Yamin sin cerrar la boca del todo- porque Nedi me dijo que ustedes tuvieron algo que ver el fin de semana en el lago y hoy cuando llegamos al despacho de la señora Genova ustedes estaban abrazados.

-Estoy... estoy como saliendo o algo así con Justin -respondí, insegura- bueno, no lo sé, pero supongo que sí lo estamos. Y Graham es mi mejor amigo, no necesito su amor por el momento y él estará bien con eso.

Las dos se quedaron calladas, pensando en lo que había dicho. Sabía que probablemente no entendían muy bien mi relación con Graham, pero cuando él llegara le iba hacer hablar con ellas acerca de eso. Y también lo iba hacer hablar con Justin, para que no hubiera ninguna posible enemistad entre ellos.

ρeω, ρeωDonde viven las historias. Descúbrelo ahora