(marzo 21, 2005, Mendocino, California, USA)
(Serena Maxwell McNamara.)
Algo me despertó, presto atención y es la abuela llamando a la puerta y vuelvo a escuchar
}-Serena, niñas arriba, son las cuatro y media, tienen media hora para vestirse y desayunar, tu abuelo está esperando.
-Ya vamos abuela. - dije y comencé a mover a las chicas, íbamos tarde al desayuno.
Nos levantamos y vestimos en tiempo record y bajamos a la cocina en donde el abuelo estaba acabando su desayuno, con el estaban Lee y varios hombres
-Vaya, así que se dignaron a levantarse, mañana las quiero abajo a las cuatro y media porque el trabajo comienza a las cinco. - ordeno el abuelo
-Si abuelo. - contestamos todas a coro.
Desayunamos rápido y salimos tras el abuelo; al parecer empezaríamos con montar a caballo, pues estaban ya dispuestos y ensillados.
Todas montamos rápido y resulta que hoy arrearíamos algo de ganado; regresamos al rancho poco antes de la comida, tras la cual el abuelo ya tenía preparados seis rifles wínchester.
Tras explicarnos como sujetarlo y cargarlo, nos mostró como disparar; tras lo cual nos puso a practicar, Lee y los demás solo se reían al ver nuestras fallas, pero tras otra explicación del abuelo y dos horas de tirar, empezamos a mostrar mejoría.
-Bien, ahora deben mejorar esa puntería niña, un arma no sirve de nada si silo disparan a lo loco, una bala debe dar en el blanco elegido ya sea una paloma, un venado o un enemigo.
Tres horas después ya no teníamos fallas y dábamos en el blanco, más no en el centro; pero eso mejoraría con la práctica.
Mientras recargábamos los rifles, una vez más, vi al abuelo cambiar los blancos de madera por botes de un quinto del tamaño.
-Niñas dispararan tres rondas más y después a lavarse para cenar.
Todas nos tomamos unos minutos antes de disparar una vez más, pues había que apuntar cuidadosamente ya que el blanco era más pequeño.
Cuando dispare, le di a bote que salto por los aires, dispare al siguiente y también salió volando por el impacto, todas hicimos blancos y tras acabar las tres rondas, el abuelo estaba riendo a carcajadas feliz.
-Eso es pequeñas, mañana practicaran con pistolas.
Cuando dejamos los rifles, vimos como Lee y los otros escoltas nos miraban con seriedad, pues en solo una tarde habíamos aprendido a disparar con rifle.
Entramos a la casa y vimos como la abuela sacaba un pastel del refrigerado para darnos un poco tras la cena.
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Los Lios de Serena
РомантикаLa bella hija independiente, de un millonario sobreprotector. Cuyos secretos pocos conocen. Un contrato del Gobierno de alto Secreto, que trae consigo peligros y amenazas. Un Guardaespaldas solitario, muy consiente de su trabajo. Que cree que su pr...