CAPITULO 58 "Continuando con el aprendizaje del legado."

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(diciembre 1, 2013, Mendocino, California, USA)

(Serena Maxwell McNamara)


Hoy es domingo, todo está preparado para partir esta tarde a Denaly, el avión privado partirá al medio día, Nathan dijo que todo estaba listo. Me dijo que llevara lo que creyera necesario y ropa abrigada, motivo por el cual fui a comprar algo de ropa de franela, una tela caliente y protectora en el frio de Alaska, también compre guantes y unas botas de lana.


Tengo ropa protegida y calientita, así como mi abrigo de piel forrado de piel de borrego.


Cuando salgo de la casa, los veo a todos listos, si bien Lee y James confían en Nathan y Jesse para cuidarme, no es lo mismo el monte que Denaly, Alaska, así que esta vez todos están listos y bien abrigados, yo solo puedo sonreír, son buenos hombres y están bien entrenados, pero no creo que puedan seguirnos el paso a los hermanos James o a mí, no en las heladas montañas de Denaly, Alaska, menos en pleno invierno.


Subimos a las camionetas, pues tenemos un largo viaje por delante, yo pensé que viajaríamos por avión, pero resulto que iríamos por carretera.


Paramos a comer en algún lugar del estado de Washington ya que íbamos a buena velocidad; cenamos ya estando en Canadá, Lee y James se turnaron para conducir. Al fin llegamos a Denaly, pasada la media noche, pero según Nathan faltaba camino por recorrer por lo que Nathan tomo el volante y dirigió la ruta; tras dos horas de camino por fin llegamos a una cabaña, yo estaba agotada de estar sentada todo el día en la camioneta, el viaje fue agotador a pesar de las bellas vistas.


Nathan y Jesse con ayuda del equipo de seguridad metieron leña y encendieron las chimeneas de la cabaña, no era muy grande, pero podríamos acomodarnos los ocho a dormir; también encendieron el generador para tener luz eléctrica, parece que Nathan había preparado todo, puesto que había también provisiones suficientes de combustible y leña para calentar la casa y cocinar, así como para el generador.


Cuando por fin pude acostarme a dormir en la habitación principal, pasaban de las cuatro de la mañana; por lo que obviamente no despertaría temprano o eso creían todos, pues a las siete ya tenía fuego en la estufa y había preparado el café, había puesto más leña en las chimeneas del salón, así como en mi habitación y entre a hurtadillas en las otras tres habitaciones para poner más leños y mantenerlas caldeadas.


Regrese a la cocina y comencé a preparar el desayuno, si bien yo no como huevos, ellos si, por lo que prepare huevos con tocino, frijoles refritos y mucho café; también calenté un poco el pan, pues el frio lo había endurecido un poco.


Prepare masa para hornear unas hogazas de pan casero y cuando salió el pan que calentaba lo corte en rebanadas, estaba preparándome un par de sándwiches de carne ahumada con lechuga y tomates frescos y cebolla, cuando aparecieron los hermanos James diciendo

-Huele delicioso ¿Quién hizo el desayuno? – como hablo en voz alta, esto despertó a los dos escoltas que dormían en la sala, que se levantaron como si tuvieran resortes y pistola en mano observaban buscando la amenaza.

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