CAPITULO 33 "Un gran problema."

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(agosto 1, 2005, Los Ángeles, California, USA)

(Serena Maxwell McNamara.)



Después de que se fuera el tal Sean Flanery, yo no sabía que pensar; poco después los padres de mis amigas llegaron a casa, querían saber que pasaba; pero lo único que sabíamos es que un asistente del fiscal nos acusaba de homicidio.


Mi ahora abogado salió tan pronto pudo para ver qué había sucedido y así ir a la oficina del Juez Freeman.


Por otro lado, mi padre hizo una llamada, supongo que a los agentes del gobierno con los que estuvo negociando, después de eso mi padre solo dijo.

-He llamado a alguien que podrá ayudarnos, por lo pronto propongo que las niñas sigan juntas, pues así las protegeremos más, por lo pronto el abogado Jefferson Davis se encargará de averiguar qué pasa, así sabremos qué hacer. - dijo mi padre.


La madre de Scarlet que es médico al igual que su marido dijo que estaba bien y que mi padre avisara, a fin de que ellos llamaran a su abogado y que este coordinara con el mío.


Por otro lado, los padres de Paula también estuvieron de acuerdo, su mamá que es psicóloga había hablado con nosotras, pues estaba preocupada por algún problema o trauma causado por lo que habíamos pasado y según ella, hablaría con nosotras en un tipo de terapia de grupo, pues las secuelas psicológicas podían aparecer más tarde. Mientras su padre que es un publicista dijo que llamaría a su abogado a fin de que se coordinara con Jefferson.


Los padres de Brenda que son contadores y aceptaron que todas estuviéramos en mi casa, también llamarían a su abogado, para que trabajara con el mío.


Por su parte los padres de Emma, que eran dueños de una editorial, dijeron que llamarían a su abogado para que todos se coordinaran en una defensa conjunta; todos nuestros padres nos dejan ir a sus trabajos, por ejemplo, al ir a la Editorial nos dejan leer los libros de a Gran biblioteca que tienen, también terminan regalándonos algún libro. La última vez que fuimos nos dejaron entrar al departamento de diseño y nos dejaron opinar sobre las imágenes que se usarían en un nuevo libro infantil.


También hemos visitado el despacho de los padres de Brenda, que es un lugar muy ajetreado, todos ahí siempre están ocupados con los libros de cuentas de sus clientes, mi madre y la empresa de mi padre eran unos de ellos.


En esas visitas nos dimos cuenta de la afición de Emma por los números y la de Paula por leer, tanto que bromeando Emma le dijo a Paula que les cambiaba a sus padres, lo que causo risa pues Brenda le dijo lo mismo a Emma. Obviamente no les hizo gracia a sus padres.


Esa noche, mi abogado llego a casa para hablar con nosotras, al parecer tendríamos problemas, según esto, el asistente del fiscal tenía pruebas contundentes de nuestras acciones, nos acusaba de homicidio en primer grado de al menos setenta y ocho personas en el rancho de Mendocino, alegando una especie de conspiración; no sé de donde saco su información.

Los Lios de SerenaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora