Roomies ↝ Yoonmin, Omegaverse.

No te presiones.

Jimin.

—¿Yoongi? —camino saltando uno que otro tronco.

—Aquí cachorro —su voz me guía y luego de caminar unos instantes más, lo encuentro cortando frutas de un resplandeciente árbol.

—Así que hablabas en serio cuando mencionaste que vendrías a cortar guayabas.

—Obviamente —ríe suave, se ve que está muy feliz.— Hey, has tardado mucho.

—Sí... es que me entretuve hablando con tu madre.

—Ah, ¿Qué tal ves a mi familia?

—Son geniales, bueno... —pienso en su padre.— Bueno sí, sí, son geniales.

—Mi padre está ya muy grande, y hace un par de años que le dió Alzheimer.

Abro mi boca sorprendido.

—¿En serio?

—Sí... me hubiese gustado que lo conocieras cuando aún estaba en sus cabales, pero en fin, así es la vida. Comenzó hace un par de años, presentando leves síntomas pero la enfermedad le fue avanzando muy rápido, y en un corto lapso de tiempo ya había... perdido toda su memoria, y gradualmente dejó de hablar y de responder. Mamá le sigue hablando normal, y yo también, pero obviamente no es lo mismo.

—Por supuesto...

—Ten, prueba —me extiende una fruta y la tomo.

—¿Sin lavarla?

—Ay Jimin, éste bosque está más limpio que todas las guayabas del centro comercial juntas.

Río y asiento dándole la razón. Le doy una mordida y degusto el dulce sabor de la amarilla fruta.

—Umh~ Es realmente deliciosa.

—¿Verdad? Me gustan mucho. Creo que estas son suficientes —agarra el pequeño canasto ya lleno y yo comienzo a caminar de regreso, pero su voz me hace parar.— ¿A dónde vas? Ven, quiero mostrarte un lugar.

Lo sigo un poco confundido en dirección opuesta y caminamos adentrándonos más.

—¿No nos perdemos?

—Nah, conozco este bosque como la palma de mi mano, además, en cualquier caso, mi lobo podría fácilmente orientarnos y llevarnos de regreso.

—Oh, está bien... —lo sigo más de cerca, un poquito nervioso, o quizá curioso.

Seguimos durante unos instantes más, hasta que finalmente llegamos al borde de un lago, un cristalino lago de aguas calmadas en las que se reflejan los rayos del sol.

—Bonito, ¿No? —mira la impresionante vista.

—D-Demasiado... —me quedo sin habla ante la hermosura de la naturaleza. Y de repente, click. ¡Es el lugar! ¡Es aquí! ¡Lo que soñé hace algunos días! ¡Es aquí es aquí es aquí! ¿Pero cómo es posible? Nunca en mi vida había visto este lugar.

—Madre mía, estás todo pálido, ¿Qué pasa?

—Ay perdón —reanudo mi respirar.— Es que este lugar... Es realmente bonito —decido evitarme mis locuras.

—Siento que es especial, desde pequeño vengo aquí con Suni, bueno, venía. Y tenía muchísimo que no lo recordaba, hasta hace unos días. La noche que regresaste a dormir a nuestra habitación, lo soñé.

Me quedo sin habla.

—¿L-Lo soñaste?

—Así es —sonríe mirando el lago, y se sienta al borde, yo lo sigo y lo acompaño, queriendo saber más.