Roomies ↝ Yoonmin, Omegaverse.

Se lo prometo.

Pequeña aclaración; y es que los veo muy confundidos con el hecho de que haya mencionado que ya pasaron dos años, y es que sí, lo que pasa (y nunca especifiqué bien, perdón perdón, mala mía!) es que estuvieron bastaaante tiempo de novios.❤️
Es que necesito que avancen con sus estudios también, ¿saben? Jaja
🌻Anna🌻

Jimin.

Yoongi toca el timbre y me aferro a su mano con fuerza.

—Tranquilo cachorro, no te van a comer ni nada —ríe suave.

—No estoy nervioso.

—Noooo, para nada, si ya hasta a mí me está dando un tic en el ojo.

Río y me disculpo en un hilo de voz, y entonces abren la puerta.

—¡Oh! ¡Mi pequeño gatitoooo! —su madre ya grande aparece en nuestro campo de visión. Es una señora de piel muy blanca, cabello negro con una que otra cana discreta y sonrisa idéntica a la de mi peliazul. Sus ojos son cafés claros y por las arrugas en las esquinas de sus ojos, deduzco que es una persona muy risueña y sonriente.

—Mamá —Yoongi me suelta un momento y la abraza, ella lo toma de las mejillas y lo llena de besitos por todo el rostro, hasta en la boca, haciéndolo sonrojarse de una manera muy tierna.

—Mi pequeño miau, ¿Cómo estás? —peina su cabello y por la mirada que le dedica, se nota que lo quiere mucho.

—Bien mamá, gracias ¿Tú?

—Extrañándote por supuesto —le sonríe y luego me mira.— ¡Pero quién es esta lindura! —da una palmada dedicándome una sonrisa. Paso saliva y sonrío tímido.

—Él es Jimin má, Park Jimin —me mira también sonriente. Como si estuviese orgulloso.

—¡Pero si eres todavía más lindo de lo que este niño me contó! —me ruborizo y hago una reverencia hacia ella.

—Gracias, mucho gusto —contesto muy amable y respetuoso.

—Soy Sarisha, cielo. Pero tú dime Sash. Es un gusto al fin conocerte —nos damos un apretón de manos y poco después me envuelve en un fuerte y cálido abrazo.

Correspondo y nos hace pasar a su casa con mucha emoción y amabilidad. Nos muestra el lugar y me parece tan agradable cómo todo inspira confianza y hogareñidad. Es una pequeña cabaña de madera, muy iluminada por los grandes ventanales, y a pesar de ser pequeña y sencilla, se ve muy fina y limpia.

—Déjame traer a tu padre gatito —se dirige a Yoongi y éste asiente, poco después entra a una habitación.

Miro alrededor y luego al ojiazul, quien ya me observa con una discreta sonrisa, sin pensarlo mucho me acerco a él y lo abrazo por la cintura pegando mi mejilla a su pecho.

—Todo aquí huele a ti, es relajante.

Deja un beso en mi nuca y escuchamos la puerta, rápido me separo y Sash aparece empujando una silla de ruedas, donde un señor ya muy grande descansa. Su cabello es castaño claro, con nariz de botón, delgados labios rosados y sus ojos de un azul intenso, un poco más obscuros que los de Yoongi. Wow, el chico a mi lado es totalmente una mezcla perfecta de sus padres.

—Jimin cielo, él es Dong, mi esposo.

—Mucho gusto, yo soy Park Jimin —me inclino y luego de unos instantes me levanto, pero él no responde, ni siquiera me mira.