Perdóname, Amiga

52

La rabia y la tristeza corren por todo mi cuerpo en un instante.

No... creo poder... aguantar más...

—¿En serio, Nora? —grito, muy enojada— ¿Otra vez?

—Lo sé, pero esta vez... Ray ha sido todo lo que siempre he querido: un trabajo estable, un caballero, me quiere y Matty también. Es un gran hombre.

¡LO SÉ! ¡MALDITA SEA! ¡LO SÉ! ESO ES LO QUE ME ENOJA MÁS.

—Aun así, es apresurado. ¡Todavía debes estar más segura antes de salir con él!

—¿Apresurado? —Frunce el ceño—. Jenny, estamos a poco de cumplir treinta años. Yo quiero algo estable, no únicamente por mí, sino también por mi hijo.

¡LO SÉ!

—Yo no critico que quieras formar una familia estable, yo también lo deseo. Lo que digo es que apenas son unos meses de salir juntos, ¿Qué tal si resulta como Philip?

—Imposible, Ray es un hombre respetable y estoy segura de ello.

¡LO SÉ! ¡ES DON PERFECTO! ¡MIERDA!

—Pero...

Quiero seguir dando excusas, pero ya no sé qué decir.

—Lo siento, Jenny. —Baja la cabeza—. Aunque no te guste, es mi decisión. Sin embargo, me gustaría saber si esa es la verdadera razón por la que no te agrada Ray.

Oh no...

—No... es importante.

—¡Claro que lo es! —Frunce el ceño— ¡Si hay algo relevante para decirme, hazlo!

—... Me voy a dormir.

—¡Jennifer!

Estaba por salir de la habitación, pero siento que ella me detiene al sostener de la muñeca firmante.

—Suéltame, Nora.

Quiero irme, ahora.

—No hasta que me digas la verdad.

—¡Suélteme! —grito.

—¡Deja de huir y dime la verdad!

... Ya no puedo huir más. Mi corazón está palpitando rápidamente y mis mejillas se están poniendo rojas. Es ahora o nunca. Aunque no quiero enfrentarme a la realidad, ya no tengo manera de evitarlo. Giro, la miro directamente hacia los ojos y pronuncio las palabras que tanto deseaban salir de mi corazón.

—¡Porque yo te amo!