Perdóname, Amiga

33

Abril. Año 2013.

En estos días, ninguno de los tres hemos podido dormir bien para preparar todo. Aunque Thomas está en un hotel, hubo noches en las que se quedó a dormir en casa. Nora le ha dicho que se quede aquí, pero él se niega. Por mi lado, pedí unos días en el trabajo para con ellos. El primer día del juicio será este 4 de abril.

Entre más convivimos, más Thomas me parece sospechoso: es una persona que come muy sano, siempre anda muy optimista y es muy atento. Incluso Matty parece que ya lo conoce y se llevan bien. Sin embargo, yo no dejo de mirarlo. Estoy dispuesta a sacarlo a patadas a cualquier estúpido movimiento que se ocurra hacer.

Por ejemplo, todavía no me quito esa sensación de que me está observando de vez en cuando.

Me gustaría gritarle: "Si tienes algo que decírmelo, dímelo a la cara, ¡Ya!", pero esperaré a que terminé el juicio y ayude a Nora.

*****

Una noche antes del primer juicio, estoy sentada en el patio trasero de la casa con un par de latas de cerveza en la mano. Me gusta mucho esta marca, Reina. Creo que es de México.

—¿Te molesta si me siento y tomo junto a ti?

Volteo a mi izquierda y me encuentro a Thomas.

—Adelante —respondo de mala manera.

Él se sienta junto a mí y toma una de mis latas.

—¿Cerveza Reina? Es muy buena.

—No trates de hacer conversación conmigo, es molesto. —No tengo intención de mostrarme amable esta noche.

—No lo entiendo, ¿Podrías decirme por qué eres... tan fría conmigo? —pregunta con el ceño fruncido—. Esta es la primera vez que nos vemos.

—No confío en ti —dije, muy directa—. La última vez que le quise dar una oportunidad a un hombre que conoció Nora, terminamos a punto de ir a juicio. Tu actitud me parece falsa y, sinceramente, me molesta que me mires demasiado.

—Me gusta que sean directos conmigo, en mi trabajo suelo ver muchos hipócritas —admite, pero no deja de sonreír—. Lo entiendo, yo también me podría a la defensiva ante un posible idiota, pero créeme que yo no soy así.

—Cuando alguien lo dice, es porque lo es.

—¿Cómo puedo ganarme tu confianza?

—De ninguna manera, solo quiero que ayudes a mi amiga. —Aparto la mirada—. No quiero que le hagan más daño, eso es todo.

A pesar de todo, Thomas no se enoja y sigue mostrando esa sonrisa, pero ahora la siento un poco más genuina y gentil.

—Estoy al tanto de todo como tú, Señorita Jennifer. Sé por todo lo que Nora ha pasado y hasta puedo decir que sé un poco más.

—¡Eso es lo que me molesta! —exploto— ¿Qué hay que yo no sepa? ¿Por qué confía tanto en ti?

—Quisiera decírtelo, pero no puedo. No soy yo quien debe decírtelo. —Baja la mirada—. Aunque me gustaría dejar en claro que Nora, para mí, es una amiga muy querida y siempre será así. Te juro, por la memoria de alguien que quise como un hermano, que soy sincero de mis sentimientos hacia Nora. Así que, como su mejor amiga, quiero que tú también confíes en mí.

Puedo sentir como Thomas sujeta mi mano con delicadeza y me mira fijamente. En verdad, está diciendo la verdad. No veo esa malicia como cada vez que hablo con Philip. No quiero equivocarme otra vez, pero tampoco... quiero ser una necia.

—Confiaré en ti, no me decepciones.

—Muchas gracias, Señorita Park.

—Jennifer, puedes decirme por mi nombre.

Noto como los ojos de Thomas se iluminan cuando le dije eso.

—Gracias, te demostraré que no te equivocaste.

No suelta mi mano, pero tampoco soy capaz de alejarme, lo que me pone un poco nerviosa.

—Además, debo confesar algo —continúa hablando—. Yo... ya estoy interesado en alguien.

—¿En serio?

—Sí, es alguien... encantadora y muy bella —responde y lo veo sonrojado—. Al principio me hablaron mucho de ella, pero cuando la conocí, me di cuenta de que se quedaron cortos. Ella ama y protege mucho a sus personas queridas. Es distante a lo lejos, pero cuando hablas con ella notas su calidez. Tiene una mirada tierna cuando lee y su arte, ya que la he seguido desde hace mucho, es impresionante. Va desde las imágenes frías, hasta llenas de vida y color. Es muy apasionada y eso me atrae mucho.

Me siento... más tranquila ahora.

—Vaya que siente mucho afecto por ella, ¿Le ha dicho algo?

—Todavía no, pero espero pronto acercarme más.

Volteo y me doy cuenta de que todavía sujeta mi mano.

—Thomas...

—Jennifer, me gustaría...

—¿Qué hacen ustedes aquí?

Ambos volteamos y nos encontramos con Nora. Del susto, aparto la mano de Thomas y me levanto. Por alguna razón, noto a Nora un poco seria.

—¿T-Todavía no te duermes? —pregunto, nerviosa.

—Solo bajé por algo de agua y escuché voces por aquí. —Voltea a Thomas—. Tú también deberías dormir, será un día largo.

—Tienes razón. —Thomas voltea a verme—. Tú también deberías dormir y entrar a casa, hace frío.

Se quita el saco y me lo coloca sobre mis hombros.

—Hasta mañana —dice con una sonrisa y entra la casa de una vez.

Normalmente, soy yo la que hace estas cosas. Que alguien lo haga por mí una vez, se siente bonito.

Si tan solo me gustaran los hombres...

—Jennifer, métete a la casa de una vez.

¿Nora... tiene fruncido el ceño? Ya no pude verle bien el rostro, porque de inmediato aparta su cara de mí y se aleja.

Todo esto es muy agotador, ya me quiero dormir.