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Casi a las diez de la mañana, Mikaela, Yuuichirou y Marie salieron de la casa, donde Kei los esperaba con el auto para llevarlos a donde fuere su destino

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Casi a las diez de la mañana, Mikaela, Yuuichirou y Marie salieron de la casa, donde Kei los esperaba con el auto para llevarlos a donde fuere su destino.

La nana le pidió ir a la librería y que los esperara, para ir luego a la papelería, después a comer y finalmente, al cine. Al principio, los niños se quejaron del recorrido, pero el rubio terminó aceptando cuando su nana le dijo que era bueno que el azabache se familiarizara con los libros.

El viaje fue bastante animado con un rubio contándole al azabache cómo era el cine y lo mucho que uno de divertía al ir ahí. Entonces, en medio de una conversación divertida, la nana lanzó una oración que llamó la atención de híbrido.

Esa película es basada en un libro, ¿sabías?

—¿De un libro? —inquirió el moreno, a lo que ella asintió—. ¿Cómo los que vamos a ver ahora?

—Sí, Yuu-chan —respondió el ojizafiro—. Hay muchos tipos de libros.

—¿En serio? —murmuró sorprendido.

—¿No sabías?

—No, en el albergue apenas aprendí a leer un poco con el viejo... —sinceró—. Y tampoco sé escribir bien.

—¡Yo te enseñaré a leer y a escribir! —chilló emocionado—. Tendrás que llamarme Mikaela-sensei.

—¿Mika-sensei? —preguntó risueño.

El aludido se sonrojó y en seguida acompañó al más bajo en su risa. Marie los miró de reojo sin decir nada, solamente analizando el tierno comportamiento de ambos niños.

 Marie los miró de reojo sin decir nada, solamente analizando el tierno comportamiento de ambos niños

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Al llegar a la librería, los infantes y la nana bajaron del auto para entrar al lugar. La dama que atendía en el mostrador y el chico que ayudaba a los clientes les saludaron animadamente.

—Ustedes pueden ir a ver los cómics y los cuentos, yo iré por los libros —recomendó Marie sonriéndole a sus dos pequeños.

Emocionados, ambos niños corrieron —Mika jalando de la mano a Yuu— hasta la zona que era de cómics. Ahí, empezó a mostrarle las diversas historias de súper héroes, los mangas, ilustraciones, cómics y demás. El más bajo observaba emocionado cada dibujo y cada palabra tratando de leerla y escuchando atentamente a su amigo.

—¿Quieres que compremos alguno? —inquirió el rubio acariciando suavemente el cabello ajeno.

—¡Este! —chilló el azabache agarrando un pequeño manga que tenía muchos colores en la portada y a un chico en el centro saltando emocionado acompañado de otras personas.

—One piece —leyó—. Hay muchos tomos de esto —le informó. A Yuu le brillaron los ojitos.

—¡¿En serio?!

—¿Quieres que te los compre? —preguntó sonriendo de forma dulce, sin dejar de acariciar sus orejas.

Los ojitos de Yuu brillaban con mucha emoción, su corazoncito latía contento y se sentía feliz porque su dueño le estaba consintiendo, pero luego borró su sonrisa suavemente al darse cuenta de que pedía mucho y le dio vergüenza, además de un poco de culpa.

—N-No... —susurró el azabache—. E-Está bien, solo este...

—¿Ya no los quieres? —inquirió el rubio.

—E-Es que...

—Yuu-chan, si tú quieres algo, yo lo compraré para ti, solo debes pedírmelo —rió Mika tomando una de las manos de su híbrido, el cual le miró sonrojado—. Me gusta que veas cosas nuevas y que te intereses, y quiero que tengas todo lo que en el albergue no te dieron.

M-Mika... —susurró pudoroso y luego lo abrazó fuertemente—. Me volveré un malcriado por tu culpa.

—Yo te querré así —aseguró dando palmaditas a su espalda y frotando sus orejas—. Ahora, déjame pedirte todos los tomos —le dijo separándolo e inspeccionando el lugar con la mirada hasta hallar al chico que organizaba los libros. Tranquilamente, ambos caminaron hasta él—. Disculpa, me gustaría pedirte que nos empaques todos los tomos de One piece, por favor —le sonrió gentilmente.

—¿Todos? —preguntó en una risa burlesca el chico. El Geagles asintió mirándolo sin entender porqué se reía—. Es que son muchos y no creo que un niño pueda comprarlos, o si quiera, cargarlos todos.

—Para su información, no vinimos solos, y si tengo dinero para pagarlos o si puedo cargarlos no debería importarle, así que por favor, ¿podría empacarlos? —gruñó endureciendo su expresión, enojado. Aquel chico levantó las cejas, escéptico—. Ven, Yuu-chan, esperaremos en la entrada.

Con pasos tranquilos, Mikaela jaló de la mano a Yuu hasta la caja registradora, donde la mujer que atendía, dueña de la tienda, les sonrió y les brindó un asiento donde podían esperar. Aquel chico solo se quedó con un mal sabor de boca, ese niño había sido muy soberbio y altivo, hasta le había molestado la manera en que le respondió, tan maduro y con un híbrido, pfff, qué fastidio era.

Al rato, Marie volvió con ellos, traía varios libros en las manos, los puso en el mostrador, le pidió a la dama que los fuera registrando y se acercó a ellos mirándolos extrañada.

—¿Qué ocurre? Pensé que yo tendría que ir por ustedes cuando terminara aquí.

—Ya terminamos de elegir —informó el rubio—. El chico que trabaja aquí nos está trayendo los libros.

Negando suavemente, Marie se puso de pie y al hacerlo, notó al muchacho venir con muchos libros en las manos, casi que hacía equilibrio para que no se le cayeran y los puso en el mostrador soltando un suspiro.

—Son todos los tomos de One piece —le dijo al Geagles menor, el cual lo observó sin decir nada—. Recuerden que se publica semanalmente, para que se actualicen con la historia y también hay un anime.

—Se lo agradezco —sentenció Mikaela de brazos cruzados.

Mientras tanto, el joven se acercó a la nana y le preguntó disimuladamente quién diablos era ese niño, a lo que ella respondió risueña que solo era su pequeño a cargo, imaginando la situación y entendiendo el porqué ellos estaban allí antes que ella.

Una vez pagaron, se fueron a la siguiente parada, permitiendo que la dueña revelara a su trabajador la verdadera identidad de ese chiquillo, el hijo de los famosos Urd Geagles y Krul Tepes, casi eminencias en sus respectivos campos y con tanto dinero que casi podían nadar en él.

Una vez pagaron, se fueron a la siguiente parada, permitiendo que la dueña revelara a su trabajador la verdadera identidad de ese chiquillo, el hijo de los famosos Urd Geagles y Krul Tepes, casi eminencias en sus respectivos campos y con tanto din...

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Espero les haya gustado :3

Bye!

21/01/19

Mi pequeño híbrido [MikaYuu] |En Edición|Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin