T r e i n t a y c i n c o

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Febrero 18, 2018.

R A C H E L   P R I C E.

—¿Qué estás diciendo?

Eiden abrió los ojos repentinamente. Podía oír su corazón golpear su caja torácica y su respiración agitada. Sus ojos estaban rojos. Se veía como si hubiese llorado toda la noche sobre la almohada, y estaba segura que así había sido. Aunque yo había sido esa almohada.

—Hay algo que encontramos —explicó Melanie.

La observé atenta y ella me devolvió la mirada.

—Antes de decirlo, preferiría que mantengan la mente fría ¿saben? Es una posibilidad y vamos a luchar por ella, pero sólo es eso...

La interrumpí—. Melanie, sólo dila.

Ella apretó los labios en una fina línea antes de soltarlo.

—Los abogados dijeron que no podían hacer nada para evitar la custodia.

Cerré mis ojos.

—Eiden aún es menor de edad y no tiene la estabilidad para mantener a una niña de doce años. Así que es inevitable que la custodia pase a su... madre.

—No falta mucho —recordé—, para que cumple la mayoría.

Ella asintió.
—Ese no es el problema, él puede irse apenas la cumpla.

Entonces todo quedó claro, pero fue Eiden el que expresó lo que todos pensábamos;

—Emma.

Melanie volvió a asentir con una expresión de lo siento.

Suspiré casi inaudible mente.

—Él no puede hacerse cargo de ella, ¿cierto?

Melanie negó.
Quería hundir mi cabeza en mis rodillas. No tenía el valor  para mirar a Eiden a los ojos.

—Gracias, Mel...

—No ahora —me cortó—, aunque cumpla la mayoría de edad no tiene los recursos para hacerlo, pero, si los tuviera...

Entonces una luz se encendió. Como una bombilla arriba de la cabeza de Eiden.

—La empresa de mi padre —abrió mucho los ojos y se levantó de un solo salto.

Melanie reprimió una ligera sonrisa en sus labios. Y yo observaba todo sin entender. Ella pareció ver mi poco entendimiento de la situación.

—Su padre tiene una empresa, según tengo entendido en su testamento dice que Eiden podrá ser el presidente una vez cumpla la mayoría de edad.

—Y entonces tendrá los recursos —musité.

Ella asintió y se giró hacia el.

—Pero para eso necesitas terminar tu carrera, ahora sólo eres un aprendiz.

El asintió rápidamente.

—Déjame poner los puntos sobre las i. Entonces, en diez meses, cuando haya cumplido la mayoría de edad, y haya terminado la carrera para hacerme cargo de la empresa de mi padre, ¿Emma podrá quedarse conmigo?

Melanie asintió, dándole una mirada alentadora.
—Así es.

—¿Y las influencias de mi madre?

—Nosotros tenemos más —le guiñó un ojo en señal de apoyo.

Ella odiaba usar las influencias de sus padres, de ambos padres, así que le agradecería toda la vista por esto.

¿Quieres ser mía?Where stories live. Discover now