V e i n t i s i e t e

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Enero 08, 2017.

E I D E N  C A G E.

La mañana había empezado tan fría, como sentía la ausencia de Emma. Mis días comenzaban a hacerse cada vez más pesados y me preguntaba si realmente estaba haciendo lo correcto regresando a la universidad en vez de ir y arrancar a mi hermana de los brazos de la bruja.

Me lo pregunté muchísimas veces. ¿Qué debía hacer? Porque ese era el problema, lo que debía y quería hacer no eran dos cuestiones compatibles.

La respuesta era si, quería ir y alejar a Emma de ella para siempre. Pero en primer lugar, no podía causarle otro trauma. Segundo lugar, legalmente no podía. Y tercer lugar, no podía. Así de simple. Había tantos <<no puedo>> en esta ecuación, porque así era ella, te ata de manos hasta que no puedes más.

La única opción que tenía, me la había dejado clara. Tenía que ir con ella, ¿pero qué pasaría entonces con mi padre? Emma nunca sería feliz. No podía hacerle eso.

Así que aquí estaba, envuelto en una gruesa chamarra gris donde por fuera parecía un chico demasiado grande para regresar a estudiar y por dentro era un chico que intentaba la única opción viable que tenía para recuperar a su hermana.

Ajuste la chamarra y entré, siendo recibido por el ambiente estudiantil que había olvidado y que no extrañaba.

Caminé hasta la oficina para recibir mis papales, horarios y demás. Esperé a que la secretaria regresara entregándome unos papeles que debía firmar.

Oí la voz del rector saliendo de su oficina y cuando alce la vista, se encontraba viendo hacia la persona que acababa de salir de su oficina. Giré mi vista y a lo lejos pude divisar una figura que me pareció conocida. Mi ceño se frunció pero quedó olvidado tan pronto el señor Roberts se percató de mi presencia y me indicó que pasara.

—Señor Cage, me alegro que haya decidido regresar con nosotros —me indicó que tomara asiento frente a él y así lo hice.

—Supongo que en algún momento tenía que terminar la carrera —dije incómodo, evitando la verdad.

Aunque eso era cierto, hubiese preferido que el momento fuera otro.

—Por supuesto. Debes estar preparado para heredar la empresa de tu padre —aquello sólo aumentó mi incomodidad, no quería hablar de ese tema, pero tenía que hacerle frente. Por Emma, me recordaba.

—Es precisamente lo que espera mi padre —dije, como un hijo orgulloso de sus palabras, disfrazando la realidad.

Mi respuesta pareció agradarle y me sonrió.

—Esperemos que su instancia aquí sea grata, señor Cage. Puede retirarse y mucha suerte.

Asentí y le despedí. Todo se sentía como si estuviera regresando al mundo de las presiones del que escapé hace tiempo. Tenía que guardarme la carta que decía "lo haces por Emma", que era lo que me permitía seguir dando los pasos hasta llegar a los salones.

Las clases eran justo como las recordaba. Números, cuentas, economía, administración, etcétera, etcétera. Todo igual.

Extrañaba mi guitarra. Una parte de mi extrañaba estar con Derek y los demás. No pensaba dejarlos de lado pero mis planes nunca han salido como quisiera, y ocurrió esto.

¿Quieres ser mía?Where stories live. Discover now