Capítulo 31: Pensé que las cosas no se podían poner peor.

76 6 3
                                    

Capítulo 31: Pensé que las cosas no se podían poner peor.

Sierra...

—Señora Dana, ¿ha visto a Helena? —le pregunto cuando Erick y Cristián ya se han marchado y no logro verla por ningún sitio.

—No cariño—me responde mientras se pone de pie luego de estar buscando algo en la cocina.—Pensé que estaba contigo.

—No, no lo está—le digo y entonces recuerdo que el único sitio en el que no la he buscado es en el balcón por lo que me dirijo hacia allá.

—¿Qué crees que estás haciendo ahí?—le pregunto cuando entro lentamente, ya que se encuentra con casi medio cuerpo fuera del barandal del balcón, viendo hacia abajo.

—Solo observo—me responde llanamente pero inclina su cuerpo aún más hacía fuera, lo que comienza a asustarme.

—Y si te alejas de ahí, porque necesito hablar contigo y preferiría que fuera de frente—le pido y me acerco a tomarla de la blusa para jalarla hacia mí, antes de que haga algo estúpido.

—¡Oye!—se queja mientras me enfrenta.

—¡¿Qué crees que estabas haciendo ahí intentando lanzarte al vacío?!—le reclamo comenzando a enojarme por su actitud.

—No estaba intentando lanzarme al vacío, solo estaba observando.

—¿En un balón que está a veinte pisos del suelo?—le pregunto de manera sarcástica comenzando a enojarme más.—Discúlpame que no te crea.

—¡Pues no iba a lanzarme!—me grita alterandome también, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.—¡No soy lo suficientemente valiente para ello! ¡Pero ojalá lo fuera! ¡Así terminaría de una vez con todos los problemas!

En ese momento, no pienso y simplemente reacciono y dejo que mi enojo y mi dolor hablen por mi, por lo que estrelló mi mano contra su mejilla para hacerla callar.

—¡¿Tú de verdad piensas que eso solucionaría todo?! ¡¿Qué sería simplemente tan sencillo como eso?! ¡Pues no Helena, no lo sería! ¡Según tu se acabaría el problema; pero, ¿y el dolor?! ¡¿Sabes lo que eso nos provocaría?! ¡Pues no, no lo sabes! ¡Porque tú no tuviste que estar en vela por noches, pensando si vivirías o no! ¡Tú no tuviste que manejar la presión ni la preocupación de verte tendida en una cama! ¡Lo que sentí cuando me dijeron que te habían disparado y pensé que lo peor hacia sucedido! ¡La horrible sensación de tener que contarle a la señora Dana y a tu mamá que estaban en el hospital heridos por una bala y que podrían morir! ¡Tú no tuviste que pasar por ninguna de esas cosas y no es justo que ahora quieras que preparé tu funeral también! ¡Así que si no te importa tu vida, al menos comienza a demostrar un poco de consideración por mí de una buena vez!

—¡Sierra! ¡Sierra, espérame!—me pide cuando comienza a seguirme y es que solo he terminado de decirle esto, antes de salir corriendo del departamento ya que no tengo más energía para continuar peleando con ella.

—Detente, por favor, solo detente—me pide cuando logra alcanzarme antes de que sea capaz de entrar en el elevador. —Tienes razón, lo siento. He estado tan sumida en mis problemas que no me he preocupado lo suficiente por ti, pero es que esto es exactamente a lo que me refería cuando le dije a Cristián que que somos como una reacción en cadena. Y es que solo estoy cansada de arrastrarlos hacia mis problemas, ya no quiero hacer eso. No quiero que mi vida siga repercutiendo en la suya, ustedes merecen ser felices y no es justo que no lo sean solo por mi culpa. Así que si, me pasó por la cabeza tan solo por un segundo la opción de lanzarme por el balcón solo para terminar lo que Matheo no pudo terminar, ¡pero no iba ha hacerlo! ¡No podría! Porque entonces todo lo que Cristián y ustedes han tenido que pasar por mi ya no tendría sentido y sería injusto. Además quiero ver a Emily crecer, te quiero ver casarte con Erick y que tengan bebés. Quiero saber qué se siente tener setenta años y haber pasado mi vida entera con Cristián, pero también tienes que entender que estoy cansada de estarles arruinando la vida como lo he venido haciendo últimamente. Y sabes perfectamente que eso es algo que puede conmigo.

Tú eres la razón. (#FixYou2) Where stories live. Discover now