Capítulo 25

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"Jungkook está recibiendo una cantidad considerable de visitas", fue el pensamiento predominante en su cerebro una vez se presentó en el hospital ese día.

Con su cuerpo reposando contra una pared en la sala de espera, Park Jimin estuvo pensando en los acontecimientos ocurridos un poco más temprano, ese mismo día. Había ido a casa la noche anterior, había dormido, no lo suficiente, sin embargo. Había comido, un desayuno lo suficientemente incómodo para lograr que se revolviese bajo la acechante lupa de su madre. Ella había platicado con la señora Jeon y estaría de camino al hospital tan pronto como saliese de la iglesia. No obstante, ella quería saber qué había pasado y sospechaba que algo tenía que ver con los gritos que había escuchado provenir de la recámara de Jimin. El castaño se encontró pasando piedras, la interrogante mirada de la mujer casi obstruyendo su garganta cada vez que tragaba. Y esto no concluyó hasta que él hubo soltado cada pequeño e importante detalle respecto a lo que él y Jungkook habían hablado —resuelto, arreglado— la noche anterior. El ceño fruncido que adornaba sus muy preocupadas arrugas se fue deshaciendo con cada una de sus palabras. Jimin acortó su relato con un "Fue un malentendido entre amigos" y por el suspiro de alivio que Soomin dejó salir, casi y podía oír los bloques de cemento cayendo de sus hombros por toda la ansiedad que esta situación en sí le había provocado. Se sintió momentáneamente culpable al momento de disculparse y de asegurarle que esto era algo que podría arreglarse fácilmente entre ambos. No quiso añadir nada más y, con un recordatorio de que se verían luego, Jimin salió de casa, rumbo al hospital.

Llegó un poco más temprano de lo que le habían propuesto; al alba, el sol apenas y comenzaba a asomarse. La luz en el pasillo aún era necesaria antes de que los rayos solares entrasen por los ventanales al final del camino y tuviesen que apagarlas, hasta entonces, aún sería considerado temprano. Los doctores y enfermeros se paseaban frente a él en su rutina diaria y había practicantes entrando y saliendo de la habitación de Jungkook. Se suponía que llegaría después de su seguimiento y antes, Yoo Seungho se había encontrado con él, diciéndole que ahora que había llegado con tanta anticipación, era muy posible que para el momento en el que entrase en la habitación del pelinegro, él no estaría completamente "despierto". Frunciendo el ceño, Jimin intentó prestar atención a los nombres de las medicinas que Jungkook estaba ingiriendo e intentó retenerlas en su cabeza. Fue inútil. Yoo Seungho le mencionó un no sé qué, anestésico que jamás sería capaz de pronunciar, cosa que utilizaban durante la limpieza de sus heridas y que para cuando Jimin entrase, él aún estaría bajo los efectos de la mentada cosa. En resumen, Jungkook iba a estar drogado y medio.

Jimin se sorprendió a sí mismo dándose cuenta de que estaba completamente bien con eso. En lo que a ellos dos respecta, no habían hablado demasiado, no realmente. Hubo un momento de confusión la noche anterior en donde el castaño podía entender poco y nada viniendo de un Jungkook que se quedaba paulatinamente dormido, unos minutos después de lo que, al parecer, se trataba del más alto perdonándole y Jimin confirmando el hecho de que no había sido engañado. No hubo mucho más, Jungkook cayó en coma luego de que un par de incoherencias más salieron de su boca y ahora estaba aquí, preguntándose si todo lo que había venido de su amigo había sido un muy posible efecto de las drogas que le obligaron a consumir y si se despertaría con una opinión diferente el día de hoy. Esto tenía a Jimin sudando a mares, tanto que apenas podía pensar cada vez que uno de esos practicantes salía de la habitación con gasas llenas de sangre.

El sol salió, las luces del pasillo se apagaron y tenía luz verde para entrar a la habitación. Yoo le advirtió que tuviese paciencia con Jungkook, quien no sería, en lo absoluto, consciente de nada de lo que podría salir de su boca y quien sería completamente exento de cualquier cosa que podría ocurrírsele hacer. Lo que molestó meramente al castaño había sido el restrictivo gesto de sus manos, aplacándole, como si estuviese hablando con alguien emocionalmente inestable. No heriría a Jungkook, si eso era lo que el imbécil quería decir. Pero al final sabía que el hombre tenía razones para pensar como lo hacía y Jimin no tenía nada con qué refutar a su argumento. Se limitó a asentir, haciéndose paso hacia Jungkook.

Blindfold (目隠し) ʲⁱᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora