Capítulo XI

216 23 7
                                    

¡Hey, hola! Quiero decirles que estoy dando LA COLECCIÓN COMPLETA de mis libros electrónicos a un precio de risa. $150 pesos mexicanos - $8 euros - $7.50 dólares. Esta promoción es válida únicamente si siguen los siguientes pasos:

1) Vayan a Instagram a seguir la cuenta "junio18.oficial" y a Twitter "Junio18_oficial".

2) Mándenme un mensaje privado para ponernos de acuerdo.

La promoción incluye MIS OCHO LIBROS COMPLETOS, y una nota autografiada con su nombre y toda la cosa para imprimir y conservarla por siempre. Y luego usarla para secar sus lágrimas, buahahaha... ¡Por favor, aprovechen esta oportunidad y sígannos en esa cuenta! Es un proyecto gigante en el que mi mejor amiga y yo estamos trabajando, y necesitamos de ustedes. Y, sí. Ese proyecto será, también, para Wattpad sólo si recibimos mucho apoyo. ¡Allá los esperamos!


Belltown, Delaware.

Época actual.

¿Dónde estoy? ¿Qué es lo que siento debajo de mí? Tengo calor. Un poco. ¿Qué hora es? Siento que el sol quema mis párpados. La cama es demasiado dura e incómoda. La manta que cubre mis piernas es áspera. ¿Por qué no tengo mi camisa puesta?

Mi cabeza duele. Cuando consigo abrir los ojos, no puedo ver nada más que algunas sombras. Levantarme es difícil. ¿Dónde estoy? El mareo es horrible. Es como si dejara de sentir todo lo que hay a mi alrededor. Como si sólo flotara en la nada.

Me cuesta bajar los pies de la cama. Mis piernas se sienten débiles. Mis rodillas no parecen tener la capacidad de soportar mi peso. ¿Qué está pasando?

No conozco este lugar. Las persianas están cerradas. Parece una habitación de hotel. ¿Por qué estoy aquí? No puedo recordar nada... ¿Qué mierda me ha pasado? Hay cicatrices en mi estómago. ¿Estuve herido? ¿Qué tan grave fue? No lo entiendo... Incluso respirar es difícil. Se siente como si todo mi torso doliera cada vez que inhalo, y mi nariz pareciera arder cada vez que exhalo.

No puedo recordar nada. No recuerdo qué fue lo último que hice antes de... Mierda... ¿Cómo fue que terminé aquí?

Soy James Harrison. De acuerdo. Eso puedo recordarlo. Pero mis Pokebolas... No están aquí... ¿Dónde está Pidgeot? ¿Y Flareon? Flareon... ¿Dónde está Flareon?

—Flareon...

¿Esa es mi voz? ¿Tan ronca, débil, y desgastada? Tengo la garganta seca. Áspera. Todos mis músculos están tan débiles, que... ¿Qué mierda pasó...?

Alguien abre la puerta. ¿Quién es? Viene hacia mí. Gothitelle va a su lado. ¿Por qué Gothitelle está con ella? ¿Dónde está...?

—Despertaste...

Se detiene de golpe. Me mira como si no pudiera creerlo. Sus ojos son exactamente iguales a los de Candice, pero... Esos tatuajes... Ese corte de cabello... Esa ropa... Esos... ¿Tatuajes...?

—¿Candice...?

Se mantiene tranquila. Se quita la chaqueta de cuero. ¿De dónde ha sacado eso? ¿Por qué viste de esa manera? Lo único que cubre su torso es un top con apenas un poco de tela. ¿Qué son esos guantes negros que usa? ¿Y esas botas? ¿Quién... eres...?

Ella sólo cierra la puerta. Gothitelle permanece a su lado. Ahora no parece en absoluto estar sorprendida. Ni preocupada.

—Busca a Mewtwo, Gothitelle.

Incluso su voz ha cambiado. ¿Qué está pasando...?

—¿Candice...?

Me mira de una forma que me pone la piel de gallina. ¿De dónde ha salido tanta ira? ¿Tanto odio? ¿Tanto rencor?

Ahora toma el arma que oculta en sus botas. Es un cuchillo demasiado grande. Y está apuntando hacia mí.

—Sabía que tarde o temprano ese monstruo me traicionaría... Mewtwo debió darse cuenta desde que estuvimos en la casa de Perla Cobby. ¿No crees que es fascinante cuando un Pokemon puede saber algo como lo que él debió ver en mí?

—¿Qué...?

—No tienes idea de cuánto me esforcé por mantener esta farsa. En verdad estaba enamorada de ti... ¿Qué tontería, no crees? ¿Por qué alguien como yo se enamoraría de un mequetrefe que ni siquiera pertenece a una de las estirpes?

—¿Estirpes...?

Ella sonríe.

Su sonrisa también me hiela la sangre.

Mierda. Necesito ... algo para... defenderme...

—Eres un verdadero idiota, James Harrison. Apuesto a que en verdad te creíste la historia de la pura y angelical Candice Newbold. La doctora indefensa. Pero ya va siendo hora de que sepas de todo este tiempo has estado con una descendiente de la estirpe de los Mawson.

—¿Los... Mawson...?

Da un paso hacia mí. El cuchillo sigue apuntando hacia mi cuello. Detrás de mí lo único que hay es... Mierda... ¿En serio? ¿Una lima para uñas?

—No puedo ir en contra de la voluntad de un Dios Legendario que ya ha visto al monstruo que hay dentro de mí, James Harrison. Te mataría si pudiera hacerlo, pero tú eres el único que puede hacer que Flareon obedezca órdenes.

—¿Dónde está Flareon?

—Eso no te importa. Antes de ir por él, tendrás que ayudarme a hacer algo más. Ahora haz el favor de quedarte quieto.

No sé de dónde he sacado el valor para atacarla con la lima para uñas. He logrado cortar su rostro. Puedo empujarla, pero siento el cuchillo entrar en mi costado. Mierda... Tengo que aguantar... Tengo que aguantar... Tengo qué...

Ella ataca con una patada. Intento devolverla. No le importa sentir el golpe. Logra tomar mi tobillo para someterme. El cuchillo entra en mi pierna. ¿De dónde ha sacado tanta fuerza para pelear? Para tomarme por los hombros y conseguir levantarme, si en casa apenas podía abrir un frasco de mermelada.

Me lanza contra el muro. Ataca con otra patada en mi estómago. La sangre llena mi boca. ¿Por qué?

—Si quieres que sea por las malas, entonces así será.

Viene hacia mí de nuevo. El forcejeo sólo me deja sentir un extraño ardor punzante en mi rostro. Ahora la tengo encima de mí de nuevo. Está sujetándome con las rodillas. Luchamos por mantener lejos el cuchillo. La sangre está corriendo por su rostro, y también por el mío. Su expresión salvaje y desencajada no es en nada parecida a la de la mujer que amo.

No entiendo qué sucede. Sólo puedo ver que ella retrocede por la fuerza y atraviesa la ventana. El destello blanco se esfuma poco a poco. Puedo incorporarme lentamente. Los chillidos de Gothitelle la acompañan hasta que se derrumba contra la pared y deja de moverse. Una mano se cierra sobre mi hombro. Una voz se escucha sólo en mi cabeza.

—Lo lamento, James. Tenías que verlo con tus propios ojos.

—Mewtwo... ¿Qué...?

—No hay tiempo para explicar. Tenemos que irnos.

Ahora sólo me toma de la mano. No puedo describir lo que estoy sintiendo. Sólo siento que el suelo desaparece debajo de mis pies. Todo se esfuma a mi alrededor. Sólo queda la mano de Mewtwo que me sujeta con fuerza, y la sensación de que algo está tirando de mis entrañas.

bufferwAn

Pokemon Re-Start II: SuplicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora