En el colegio corre el rumor de que Seo Changbin mató a un estudiante en el verano del 2016, y que por asuntos de dinero aún sigue estudiando y no va a la cárcel.
Felix es nuevo en el colegio y se va adaptando lentamente a su nueva vida en Corea, bu...
Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.
Kwan Shin no solo captó mi atención después de aquel día, sino que me volví un loco acosador siguiendo sus pasos. En menos de una semana pude memorizar su rutina en el colegio; sabía que llegaba cinco minutos antes de la entrada, en los recesos iba a la biblioteca para ayudar a la anciana y cuando sonaba la campana, iba directo al club de lectura. Por parte de Seungmin, pude recolectar más información sobre él; entre otras cosas, supe que su pasatiempo era escribir rimas y había ganado varias competencias de poemas anteriormente.
De igual manera, si Kwan Shin era Spear B, ¿se levantaba más temprano para poder dejar una carta? ¿Cómo hacía para evitarme y desaparecer de mi vista? ¿Había alguien más involucrado?
Y las preguntas seguían, no tenían fin y las posibilidades eran infinitas. Debía hallar alguna manera para probar mi teoría, y entre ellas estaba la idea de robar su pequeña libreta de notas que siempre llevaba consigo. Sin embargo, ¿cómo podría obtenerla? ¿Podía contar con la ayuda de Seungmin para hacerlo? El trabajo sería simplificado si él ayudaba; podría conseguir un pedazo de papel escrito por Kwan. El plan era arriesgado en todos los niveles, ya que cabían dos posibilidades.
La lógica era ir a preguntarle si sabía algo sobre las cartas que ando recibiendo, ya que una vez chocamos y él me la devolvió; podría hacer que confesara, y así nos ahorraríamos todo este enredo. Aun así, no estaba seguro de que al preguntarle él me tomara como un idiota y pensara que tengo una especie de confianza con personas que no conocía del todo. Es más, no podía ir comentando a cualquiera sobre las cartas cuando aún no sabía específicamente quién era el enemigo.
La segunda posibilidad era salirme con la mía con un plan bien elaborado, ir a ver su caligrafía y acorralarlo finalmente para sacar mis dudas. Spear B era el único que sabía exactamente lo que había ocurrido aquel día; él podría ayudarme a ver una manera de arreglar todo el gran enredo que había ocasionado el enemigo. Es entonces cuando mis sentimientos personales comenzaban a complicarse; sentía notable decepción al saber que quien me ayudaba a lo lejos no era Changbin. Aquellas palabras que había soltado fueron por pura coincidencia; aún seguía un poco desilusionado.
Eran las cuatro de la tarde cuando finalizaba las actividades del club y me disponía a poner mi plan en marcha. Francamente, fue fácil convencer a Seungmin para que pudiera conseguir un pedazo de papel con la caligrafía de Kwan. Solo me costó una coca cola y una foto de Hyunjin nunca antes vista, por parte de Seungmin, claro.
Como de costumbre, Jisung se encontraba sentado en el suelo, esperando mi salida. Para ser más claros, esperaba ver a Lee Minho. El de cabello naranja sostenía una inmensa libreta en sus manos; esta vez no parecía distraído por no perder la presencia de su enamorado, su mirada se enfocaba en lo que estaba haciendo. Movía sutilmente el lápiz, elaborando algunos sombreados; sus dedos se encontraban sucios a causa del carboncillo. No se percató de mi presencia, ni mucho menos cuando decidí sentarme a su lado en el frío piso. Observé su trabajo, y una sonrisa salió de mis labios.
